vitoria - El final del verano (casi) llegó y Foronda suena a la mítica canción del Dúo Dinámico. Hoy será el último día, al menos durante los próximos siete meses, hasta el puente de San Prudencio, en el que partirán pasajeros desde el aeropuerto de Vitoria. Lo harán rumbo a Mallorca, Menorca y Jerez de la Frontera, los tres destinos estivales con los que un año más se ha intentado ofrecer vuelos comerciales con buen rendimiento en periodos vacacionales. Un nuevo empeño chárter de aprovechar, dentro de las dificultades que conllevan la competencia del entorno y la pérdida de la licencia H24, las potencialidades de la instalación gasteiztarra como algo más que punto de entrada y salida de mercancías. Y no ha ido mal la experiencia, aunque la respuesta según las propuestas ha resultado desigual. De acuerdo a los datos de la agencia Viajes Irache, responsable de las ventas, los aviones a las islas han ido prácticamente llenos desde que empezaron a operar el 20 de junio todos los sábados. Mientras, la ocupación de los que viajaban hacia la costa gaditana ha oscilado en torno al 60%.
El quid de la cuestión a partir de ahora pasa por definir más acertadamente la estrategia, ya que parece seguro que volverán a programarse este tipo de vuelos. En Viajes Irache creen que el éxito de Baleares puede tener que ver con que esos vuelos se pusieron a la venta con mucha antelación, los precios fueron terriblemente competitivos respecto a otros aeropuertos y gozaron de potente difusión desde los medios de comunicación locales. Los viajes salieron a la venta con paquetes que incluían hotel y traslados desde 525 euros por siete noches hasta casi 1.300 en el caso de Mallorca, algo más baratos para la isla vecina, aunque posteriormente, como pasa siempre en función de la demanda y el momento del verano, han surgido ofertas aún más apetecibles. El vuelo de hoy a la isla madre, por ejemplo, se estaba vendiendo en los últimos días a 558 con todo incluido. “Y salvo algún sábado en el que han quedado sin cubrir tres o cuatro plazas, el resto han ido llenos. La respuesta ha sido buena”, afirman en la agencia.
El hecho de que éste fuera el segundo año en que Foronda probaba con Mallorca y Menorca puede que haya influido en la demanda, “aunque en su estreno el pasado verano también fueron un éxito”. El primer intento de Jerez de la Frontera, sin embargo, ha resultado más agrio que dulce. “No ha ido completa casi ninguna salida. Justo se llenó el 5 de agosto”, cuentan desde la agencia. A su juicio, uno de los factores que explicaría este regular balance es la existencia de un vuelo Bilbao-Sevilla asentado y con precios “más competitivos”, aunque al haber sido tan baja la demanda los viajes desde Vitoria han llegado a desplomarse hasta los 150 euros. “Otro podrían ser los elevados precios de hotelería de la costa de Cádiz en verano”, consideran. Además, ha habido gente que quería viajar para más de una semana o coger sólo ida, “y lo primero encarecía la oferta y lo segundo no se podía hacer”, aclaran. Al menos este último vuelo, el de hoy, se llenó. Buen broche final para Foronda.
¿Próxima parada, San Prudencio? Lo más probable es que hasta el puente de San Prudencio el aeropuerto vitoriano no vuelva a ofrecer viajes comerciales. Y lo más probable es que, llegado ese momento, se repita destino a Lanzarote, pues este año fue un éxito. Mientras tanto, la Diputación no desiste en hacer de Foronda un aeropuerto de pasajeros, pero el actual líder foral, Ramiro González, dejó claro que primero hay que diseñar una estrategia. No está dispuesto a que se derroche más dinero público.