con poco más de 20 años, los gasteiztarras Mikel Hernando, Aritz Diez y Janire Barneto, así como su compañero Joseba Iñurrieta -natural de Soraluze-, han logrado poner en el mapa educativo estatal al Instituto Mendizabala de la capital alavesa. Lo mejor de todo, no obstante, es el excelente motivo por el que lo han hecho posible, ganar el I Concurso estatal por la Igualdad y contra la Violencia de Género gracias a una pieza audiovisual que habla sobre la importancia de tomar medidas ante el primer signo de maltrato doméstico, una de las mayores lacras que avergüenzan a la sociedad actual.

El vídeo, de dos minutos exactos de duración, refleja varias escenas cotidianas y aparentemente idílicas protagonizadas por una pareja de jóvenes, en contraste con las habituales imágenes de maltrato que caracterizan a estas campañas. Sin embargo, en un discreto segundo plano emerge una realidad oculta a primera vista que puede marcar el día a día de esa misma relación, donde no faltan las agresiones verbales e incluso físicas o el afán controlador. “Preferimos ver las cosas buenas. Eso no hace que las malas desaparezcan”, concluye el corto a modo de moraleja. Su nombre, Abre los ojos, lo dice todo.

El grupo nunca había abordado una temática tan delicada y decidió hacerlo de una forma distinta, novedosa y sutil. “Preferimos jugar con el espectador y hacerle partícipe del problema”, argumenta Mikel Hernando. Se trataba, en definitiva, de mostrar “lo que hay que hacer”, cómo debe construirse una relación desde la plena igualdad y el respeto, evitando esas brutales imágenes de mujeres golpeadas delante de sus hijos. Y al jurado le encandiló, ya que el grupo logró imponerse a 181 proyectos más, presentados por otros tantos centros educativos de todo el Estado, el 30% de ellos universidades. Como una imagen vale más que muchas palabras, éste es el link a través del cual puede visionarse el trabajo en el sitio web Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=lUVvjoTD_r0

A los padres de Abre los ojos apenas les bastó un día llevar a cabo la grabación del vídeo, cuyos escenarios se reparten entre un bar de Gasteiz, un piso y una localización exterior. Mikel y Janire ejercieron también de actores. Aunque en un principio pensaron en incluir a una segunda pareja en el vídeo, esta opción quedó descartada por falta de disponibilidad de uno de sus miembros. “Sinceramente quedó mejor así”, reconoce ahora el grupo. El montaje sí que fue “más complicado”, según reconoce Aritz, mientras que la elección de la música que lo acompaña también se extendió durante una semana. El reconocimiento, acompañado por un cheque de 5.000 euros y el compromiso de la organización del certamen de difundir la campaña en medios de comunicación, les pilló por sorpresa, dado el ingente volumen de trabajos presentados, pero ha servido como acicate para proseguir sus incipientes carreras con ilusiones renovadas. Tras acabar su formación en Mendizabala, donde han hecho piña, Mikel, Aritz, Janire y Joseba emprenderán a partir de septiembre su siguiente aventura en Madrid, donde continuarán su formación en diferentes disciplinas que van desde el maquillaje o la literatura fantástica hasta la animación en 3D.

Al margen de haber facturado un trabajo de calidad, que ha logrado los parabienes de un jurado compuestos por destacados profesionales de la comunicación, estos jóvenes aspiran también a abrir los ojos de quienes tengan la oportunidad de visionarlo, ya que por desgracia la violencia de género sigue a la orden del día, con una preocupante incidencia entre los más jóvenes. A ellos, por de pronto, sí que les ha servido para reflexionar. “Hay que educar a los jóvenes desde pequeños, porque no sabemos dónde está la raíz del problema. Lo mejor sería entrar por las redes sociales”, razona Aritz.

SANSOMENDI Por la integración

Suele decirse que la alegría va por barrios, y en lo que a esta historia respecta toca ahora trasladarse hasta Sansomendi, a su escuela pública enclavada en la calle Paula Montal. No en vano, dos proyectos de Educación en valores puestos en marcha por este centro han sido seleccionados como finalistas autonómicos del Premio Acción Magistral 2015 que convoca la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), de la mano de la Comisión estatal de Cooperación con la Unesco. El primero, Aumentando interacciones, multiplicando aprendizajes, pretende aumentar las relaciones de su alumnado desde edades muy tempranas y multiplicar sus aprendizajes con el entorno más próximo para prevenir y compensar la desigualdad social y económica.

Se trata, en definitiva, de ofrecer a los chavales -en este caso de Infantil y Primaria- las herramientas necesarias para prevenir la exclusión social. “Al poner en marcha el centro teníamos un problema importante con la escolarización de los pequeños, y se han dedicado muchos esfuerzos a ello. Se trataba de normalizar”, sintetiza Eva Sancho, directora del centro, que se muestra satisfecha con los resultados de un trabajo que ha logrado poco a poco minimizar el absentismo y que los niños del barrio se alfabeticen cuando les corresponde por edad.

El segundo proyecto, implantado en todas las etapas educativas, busca por su parte el éxito escolar a través de las tertulias, una herramienta que además de permitir la interacción a través del diálogo igualitario constituye una educación plena en valores llevada a la práctica. En estos diálogos, y en ello reside su valor, toman parte no sólo los jóvenes estudiantes del centro, sino que pueden hacerlo también sus padres u otros agentes sociales del barrio. Hasta el momento, en Sansomendi se han desarrollado tertulias literarias y musicales, a las que a partir del próximo curso se unirán también las artísticas. “Es una actividad que mejora todas las competencias”, explica Sancho. Romeo y Julieta, La casa de Bernarda Alba o El Quijote son sólo algunas de las pocas obras clásicas que los chavales de Sansomendi han leído y posteriormente compartido en estas tertulias.

El centro conocerá en septiembre si estos dos proyectos pasan a la fase final, de ámbito estatal, un camino que Sansomendi ya conoce bien porque hace dos cursos logró otro premio de la FAD por un proyecto sobre la tutorización inter-etapas, que consiste en el apoyo de los alumnos mayores del centro a los pequeños para su correcta escolarización. Será “complicado” repetir, según reconoce Sancho, pero que por falta de ilusión no sea.