Los estudiantes no son conscientes de las consecuencias que pueden acarrear algunas de las acciones llevadas a cabo en Internet; y, aunque la mayoría de estas actuaciones son calificadas como leves, los efectos pueden llegar a ser graves.

El grupo de investigación de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) Fishernet Tecnología Educativa ha realizado un estudio durante el curso 2014/2015 entre 1.291 jóvenes de diez ikastolas de Navarra para analizar los usos inadecuados que hacen de las TIC y el nivel de percepción que tienen de la gravedad de este tipo de actuaciones. Desde 5º de Primaria hasta 4º de la ESO han respondido a un cuestionario en el que se analiza el concepto de “anomalía digital” existente en la red. Se les preguntó sobre el uso de las tecnologías, contenidos y descargas, datos que comparten en la red, relaciones que tienen con sus amigos y publicaciones.

El concepto Anomalía digital, creado por Fishernet Tecnología Educativa, se utiliza en el ámbito de las ciencias sociales para hacer referencia al incumplimiento, consciente o inconsciente, de las normas, con objeto de eludir y no seguir con lo establecido en relación a las políticas de privacidad y condiciones de uso de los servicios on line: plataformas digitales, blogs, chats, aplicaciones, páginas web y redes sociales. La mayoría de estos servicios requieren una edad mínima de uso y una aceptación de condiciones que poca gente lee, conoce y pone en práctica. No se cumplen las normas y se muestra una indiferencia ética porque, la mayoría de las veces, no se tiene conciencia de hacer algo que está mal.

Según el estudio que ha realizado el equipo de investigación de la Universidad del País Vasco, un 10% del alumnado puede estar en situación de riesgo si no modifica su manera de actuar en la red. Además, según el sexo y la edad también hay diferencias en la manera de actuar y en las percepciones de los efectos.

A pesar de que el incumplimiento de las normas no está muy extendido, la UPV/EHU cree necesario abordar el tema con los alumnos, dar a conocer las normas y, sobre todo, trabajar las consecuencias. La importancia de la responsabilidad de las acciones de los menores, de compartir fotos y vídeos o del conocimiento de la edad mínima para utilizar los servicios de Internet son tres de los aspectos que Fishernet Tecnología Educativa quiere recalcar con los resultados de su estudio y cambiar con la formación de los escolares.

El alumnado debe saber que, al ser menores, la responsabilidad de sus publicaciones recae sobre sus padres y madres. Por esta razón, los adultos deberían recibir la misma formación que los escolares. También, antes de compartir fotografías y vídeos es necesario contar con la aceptación de las personas que aparecen en ellos. Respecto a la edad mínima para poder utilizar los servicios on line, los estudiantes la desconocen. Se debe reflexionar si es adecuado que los jóvenes utilicen aplicaciones diseñadas para adultos y, en caso afirmativo, en qué condiciones tienen que ser utilizadas por los menores.