okondo - Después de militar en EA y pasar por EH Bildu, con la que tuvo serias discrepancias que terminaron en ruptura, Tato encabezó en las últimas elecciones municipales la nueva formación vecinal Okondo Aurrera, y la apuesta le salió bien. De hecho, logró 284 votos y cuatro ediles, frente a los 280 respaldos y tres concejales del PNV, y las 157 papeletas y dos ediles de la coalición soberanista. El pasado 14 de junio se respetó la lista más votada y Tato mantuvo en sus manos el bastón de mando. Lo que ya no tiene tan claro es para qué, tras “la indignante” experiencia vivida en el Pleno de funcionamiento municipal. Y es que en un episodio “histórico” para este Consistorio, los dos grupos de la oposición sumaron fuerzas para echar al traste todos los planes organizativos del equipo de gobierno, hasta el punto de que, aunque la plataforma independiente tiene la presidencia de todas las áreas municipales, al alcalde le han quitado “hasta la dedicación exclusiva”. De no cambiar las cosas, “estos cuatro años vamos a vivir un desgobierno total que en nada beneficia a este pueblo”, augura Tato, sin perder la esperanza de poder materializar todos los proyectos que prometió en su programa.

Tras el Pleno del pasado 2 de julio, en el que se debatía el funcionamiento del Ayuntamiento para esta legislatura, la dedicación del alcalde ha pasado ser de exclusiva a media jornada. ¿Por qué?

-Eso me gustaría saber a mí. En 1995 ya se aprobó que la dedicación del alcalde fuera de un 95%, y en 1999 del 100%, con el apoyo de Herri Batasuna, en una época en la que este municipio tenía muchísima menos población y presupuesto. En otros municipios, el PNV esgrime el cumplimiento de los parámetros de Eudel para subirse sueldos y similar, y aquí que cumplimos los requisitos para mantener lo existente apoyan esta reducción que resulta incoherente, en el sentido de que ni EH Bildu ni PNV lo contemplaban en sus programas. La causa de que Okondo sólo tenga medio alcalde no tiene nada que ver con las necesidades reales de este pueblo, sino con que la oposición no ha asumido los resultados electorales, sumado a que EH Bildu no me ha perdonado por abandonar la coalición. Es una forma de hacer daño y minar a esta agrupación vecinal que sólo quiere trabajar y dar respuesta a los problemas de nuestros vecinos, pero indirectamente están perjudicando y bloqueando el avance de todo el pueblo de Okondo. Además, es curioso que dos posiciones antagónicas en la historia de este municipio se hayan unido en contra de una candidatura independiente. ¡Ni que fuésemos el PP de Vitoria-Gasteiz!

Se le nota dolido. ¿Cree posible que se reconduzca la situación?

-Más que dolido lo que estoy es indignado. Todos los puntos que se podían votar venían apalabrados de antemano por PNV y EH Bildu para que no saliera adelante nada de lo propuesto por el equipo de gobierno, quitando claro está la presidencia de las 14 áreas, ya que van delegadas por Alcaldía, y todas están en manos de Okondo Aurrera, y desconozco hasta si sería legal que también hubieran sumado fuerzas para quitárnoslas. Pero el descaro absoluto con el que actuaron se ve en el simple hecho de que EH Bildu votó a un concejal del PNV para representarnos en la asociación de turismo comarcal; y en el consorcio de Bomberos, que por tradición en todos los ayuntamientos del valle siempre es el alcalde de cada municipio, se quedó sobre la mesa porque querían hacer lo mismo. Se intenta que yo no tenga ningún tipo de representación del municipio, y a mi entender han marcado una línea muy clara de lo que va a pasar esta legislatura. A mi esto no me huele a un acuerdo puntual, sino a un pacto para deslegitimar totalmente a la figura del alcalde e intentar gobernar el municipio desde la oposición. Y para eso les recuerdo que ya existe la moción de censura, que den el paso y sean valientes, que den la cara ante el pueblo y que lo hagan.

En caso contrario, ¿qué va a suponer todo esto?

-Una inestabilidad muy fuerte y cuatro años de desgobierno total. Yo mismo voy a tener que buscar un trabajo que compatibilizar con mi media jornada en la Alcaldía, y marcarme un horario que a buen seguro no corresponderá con el del resto de alcaldes de la comarca, todos con dedicación exclusiva, a la hora de acudir a reuniones de Bomberos, Cuadrilla, Aiaratur, subir a Vitoria-Gasteiz? Y así todo. Tampoco sé si tendré que recurrir a horas extras, regirme por el estatuto de los trabajadores o por qué. Me han dejado en una situación muy complicada, que va a crear crispación en el pueblo a la hora de sacar adelante cualquier tema. Lo explico con un ejemplo. Entiendo que van a echar para atrás todo lo que proponga Okondo Aurrera, pero van a sacar adelante todo lo que planteen ellos. Esto me puede llevar a la incongruente situación de tener que gestionar un proyecto con el que puedo no estar de acuerdo. Por eso insisto en que si lo que quieren es gobernar ellos, que den el paso mediante una moción de censura, que asuman la Alcaldía y gestionen ellos todas las áreas.

La dedicación a media jornada también implica que su retribución haya pasado de 44.000 a 22.000 euros anuales. ¿La del resto de concejales?

-Pues otra cosa curiosa. Los concejales del equipo de gobierno han pasado a cobrar lo mismo que los de la oposición, con lo que no se distingue el hecho de tener áreas a tu cargo o no. En líneas generales, son 50 euros por asistencia a Pleno ordinario, y 20 euros en caso de extraordinario.

Ahora que lo menciona. Han puesto los plenos a las 20.00 horas del último jueves de cada mes, ¿no es un poco tarde?

-Desde Okondo Aurrera propusimos las 19.00 horas, como se está haciendo en casi todos los ayuntamientos del resto del Valle de Ayala para favorecer la asistencia vecinal. Pero en Okondo ha salido que a las 20.00 horas, un horario a todas luces tardío. ¿Por qué lo han decidido así? Pues porque un concejal de la oposición no sale de trabajar hasta esa hora. Eso es lo que dijeron en el Pleno, y así lo han aprobado entre PNV y EH Bildu.

Visto lo visto se nota que confía poco en poder ejercer su cometido. Con todo, ¿cuál es el proyecto estrella para esta legislatura?

-Para Okondo Aurrera, la regeneración de Villachica, con la reparación del frontón, por un lado, y por otro, la creación de una plaza entre la citada infraestructura deportiva, la casa de cultura y la iglesia. Ya tenemos el visto bueno del Obispado y el objetivo sería dotar a Okondo de un espacio de ocio y de fomento de las relaciones sociales del que carece, porque somos un pueblo muy disperso y alargado. Esto a dos años vista. Otra obra importante sería la unión peatonal del barrio Irabien con la avenida Carlos Garaikoetxea, y en líneas generales seguir con todo lo recogido en nuestro programa.

¿Algún ejemplo concreto?

-Dentro de los nuevos departamentos de participación ciudadana y de comunicación, que van un poco ligados, estaría la mejora de la página web y la creación de una revista municipal, porque una cosa es tener informada a la población y otra distinta establecer cauces de opinión. En cuanto a obras, mejorar la bolera y seguir con la de caminos y accesos a caseríos, así como la red de abastecimiento y saneamiento. Además, queremos adecuar la accesibilidad en las aceras, pavimentar la calle José Pablo Ulibarri y el polígono industrial Basauri, continuar con la renovación de la Kultur Etxea de San Román, o instaurar medidas de calmado del tráfico en la ikastola y en el barrio Irabien, por citar alguna. Algo inminente, ya que ya tenemos comprometida ayuda foral y esperamos otra del EVE (Ente Vasco de Energía), va a ser la sustitución de más de 300 puntos de luz del alumbrado público por sistemas LED para ahorrar energéticamente.

¿Hay dinero para afrontar todo esto?

-Okondo es un municipio pequeño, que cuenta con un presupuesto anual que ronda los 1,5 millones de euros aproximadamente. La salud de las arcas creo, sinceramente, que ha mejorado en los últimos años. Sirva de ejemplo que la deuda actual es de 199.000 euros, frente a los 575.000 euros que había cuando yo entré de alcalde hace casi seis años. La de ahora se puede decir que es de amortización cómoda, a pagar poco a poco y sin sobresaltos.