Vitoria. En un comunicado UAGA denuncia que las grandes superficies venden como patatas nuevas españolas las que llevan más de seis meses almacenadas a cuatro grados de temperatura y que han sido tratadas con productos químicos para evitar que germinen.
Pero la patata vieja, ha advertido este sindicato, no responde a las expectativas del consumidor porque al estar a baja temperatura durante mucho tiempo pierde agua, lo que provoca una alta concentración de almidón que se transforma en azúcar y genera que un producto "que en principio es saludable y poco calórico ya no lo sea".
Además se han detectado casos en los que se colocan carteles en los que se anuncia este producto como patata nueva y de procedencia española, pero que al leer la letra pequeña se comprueba que es francesa.
Esta situación perjudica a los consumidores pero también a los agricultores españoles porque los bajos precios de las importaciones "hunden las cotizaciones en el campo amenazando la viabilidad del cultivo".
En este sentido, UAGA ha recordado que en la última década la superficie de siembra de este producto se ha reducido un 26 %.
UAGA ha apostado por potenciar el consumo de la patata nacional y ha reclamado al Ministerio de Agricultura una mejora de la transparencia y control del etiquetado para que el consumidor pueda identificar claramente la procedencia.