el verano astronómico entró en Álava el pasado domingo a las 18.38 horas con tiempo soleado y estable, dejó una jornada después una temperatura máxima de 32 grados y su primera tormenta en Gasteiz, y se ha comportando en los días posteriores con registros propios de esta época. Las previsiones de cara a las próximas jornadas anuncian que la meteorología volverá a acompañar y que incluso hará bastante calor, con valores por encima de los 35 grados. Los expertos, al margen de registrar con una precisión de cirujano las distintas variables en una base de datos que se retrotrae hasta 1971, han logrado afinar sus pronósticos a varios días vista y con escaso margen de error gracias a la mejora de las técnicas. Ahora bien, responder con certeza a la pregunta del millón que a buen seguro se harán hoy miles de vecinos no resulta tan sencillo, sino que más bien se antoja imposible. ¿Qué nos espera durante los 93 días y 15 horas que, según el Instituto Geográfico Nacional, durará este verano? Aunque algunas previsiones se han aventurado a decir que la estación será más seca y calurosa de lo habitual, no conviene fijarse en esa bola de cristal sin temor a equivocarse.
José Antonio Aranda, responsable de la Agencia vasca de Meteorología, Euskalmet, aporta las claves. “Hay muchas herramientas y servicios que estudian las predicciones de tipo estacional a muy largo plazo. Es cierto que tienen una física y una estadística distinta a los modelos tradicionales y que en algunas partes del mundo funcionan relativamente bien, pero también que en otros lugares no tienen la calidad suficiente”. Éste es, precisamente, el caso de Euskadi, donde los responsables de Euskalmet descubrieron que la fiabilidad de estos sistemas apenas llegaba al 30% ó 40% tras estudiarlos y aplicarlos al territorio.
“Aquí nos surgió un dilema. Si sabemos que la información que vamos a ofrecer va a estar en esos registros y que además es muy generalista, ¿qué moral tenemos para darla? Hay que tener en cuenta que detrás de estas informaciones hay mucha gente que reserva sus vacaciones en una u otra época”, insiste el profesional. Aunque consciente de que estas previsiones “cada día son un poco mejor”, Aranda avanza que Euskalmet no tirará de ellas hasta que no se sitúen como mínimo en el 50%. “Esperamos que en un futuro sean válidas, pero habrá que esperar”, insiste el profesional.
Una cautela que también comparte Mar Gómez, meteoróloga de eltiempo.es, una de las web mejor posicionadas en la Red de redes. “Lo que vaya a ocurrir hay que cogerlo con pinzas, pero no sería extraño que se registren unas temperaturas ligeramente más altas de lo normal”, vaticina la profesional. Un escenario incierto pero que encaja en sus cábalas viendo, precisamente, el tiempo cálido registrado en la recién concluida primavera -1,2º de media por encima de lo habitual- y también la evolución de las estaciones de verano a lo largo de los últimos años, por lo general más cálidas. “Es complicado atribuir todo esto al cambio climático o al calentamiento, pero si miramos atrás es posible que tengamos un verano caluroso”, advierte.
Las estadísticas registradas por la estación de Foronda entre los años 1981 y 2010, proporcionadas por eltiempo.es, hablan de una temperatura media en los meses de junio, julio y agosto de 18,23º, un valor que en agosto escala hasta los 19,2º, lo que por lo general lo convierte en el más caluroso en Álava. Además, el verano deja en el entorno de Gasteiz 4,9 días de lluvia de media y 40 litros de precipitación en cada uno de estos tres meses. Sólo el tiempo dará o quitará razones, pero los datos registrados en la pasada primavera sí que permiten extraer conclusiones y curiosidades.
“muy llamativo” Para José Antonio Aranda, los registros que ha dejado la recién concluida estación han sido “muy llamativos” en algunos casos, sobre todo en lo referido a la temperatura. “La primavera se ha situado dentro del 20% de estaciones más cálidas de entre 1971 y 2000. Esos fríos de final de mayo nos han hecho pensar que el invierno ha sido más largo, pero ha sido cálido, al igual que abril”, destaca el responsable de Euskalmet.
Las estaciones meteorológicas esparcidas por el territorio señalan a la localidad de Páganos, en Rioja Alavesa, como la menos lluviosa de toda la primavera, tras registrar sólo 89 litros por metro cuadrado entre los meses de marzo y mayo, muy por debajo de Añarbe (Gipuzkoa), donde más llovió, con 534. Además, las regiones de Valles Alaveses, Trebiño y Rioja Alavesa han sido las más secas de toda la geografía vasca según los datos recopilados por Euskalmet, donde ha llovido “un 50% menos de lo normal”.
El único “episodio reseñable” de la primavera -detalla Aranda- se dio el 23 de marzo, curiosamente el Día Mundial de la Meteorología, en el que se registró la última nevada de este 2015. La última helada se produjo el 7 de abril, al tiempo que casi un mes después, el 10 de mayo, tuvo lugar una entrada “anormal” de calor, con máximas por encima de los 30 grados en Gasteiz durante cuatro días. Por fortuna, no se ha dado ninguna situación de alerta, sin contar con 21 avisos amarillos por distintos fenómenos y la naranja por calor para este fin de semana.