Gasteiz - Llegó la hora de la reivindicación. Los militantes enarbolan sus pancartas y se echan a la calle o, por qué no, a las redes. Change.org es una conocida página web estadounidense de recogida de firmas. Haciendo recopilación, en los últimos doce meses ha habido unas 15 peticiones que conciernen a Vitoria y a sus habitantes. Se han alcanzado más de 30.000 apoyos en total.
El funcionamiento de la web es simple. Cualquier persona u organización inicia una reclamación respecto a un tema y se plantea un objetivo numérico de firmas. Se inicia una campaña viral para captar a internautas que están a un clic de suscribir la demanda del convocante. Las peticiones que cumplan el número de firmas, a lo mejor, conseguirán presionar a las autoridades para ver cumplidos sus objetivos. O a lo peor, no, porque las peticiones no tienen ningún carácter vinculante. En cualquier caso, estas plataformas de propaganda viral sirven para hacer llegar información a un público amplio sobre los grandes y pequeños problemas de sus ciudades. Echando un vistazo a las peticiones lanzadas desde Vitoria el último año, se encuentran reclamaciones políticas más obvias junto a peticiones más particulares.
Javier Maroto ha sido objetivo de muchas de las demandas durante el último año. Al exalcalde se le ha pedido que se disculpe públicamente por tachar de “batasunos”a los manifestantes de Gora Gasteiz. Hace un mes, un particular pedía al Ayuntamiento y al propio Maroto que retirasen “una multa con sanción económica y coste de 4 puntos” a una ciudadana por dejar pasar a una ambulancia en servicio urgente.
Un barrio que ha hecho varias peticiones al Ayuntamiento estos meses ha sido Salburua. Los residentes del barrio pedían en marzo que no se abriese un local “de ocio sexual” en la calle Gabriela Mistral, junto a un parque infantil. En adición, la asociación de vecinos Burdinbide exigía al Consistorio cumplir con las promesas hechas sobre servicios de recreo: un campo de fútbol, una pista de trial y un agora space.
Otro problema frecuentemente denunciado en change.org es el transporte, en especial después de los vaivenes causados por la nueva estación de autobuses. Alumnos del campus alavés de la Universidad del País Vasco hicieron peticiones a La Unión y Pesa para mantener las paradas dentro de la ciudad. Así, sus usuarios ahorrarían tiempo y dinero a diario. No obstante, otra demanda lanzada hace medio año abogaba por la supresión de estas paradas intermedias. Con los autobuses parando sólo en la estación, se reduciría la contaminación por parte de estos vehículos e impulsaría el transporte intraurbano de Vitoria.
También los animales preocupan a los gasteiztarras. Esperanza Felina, asociación encargada de acoger gatos callejeros, iba a ser desahuciada por Ensanche 21 de su local alquilado. Esta sociedad urbanística perteneciente al Ayuntamiento decidió comprar el edificio en el que estaba la sede de la organización para demolerlo. El último año también ha habido dos peticiones al Ayuntamiento para tener un trato ético con los animales. Una respecto a las carreras de burros del Día del Blusa y otra respecto al control del chabolismo en la periferia vitoriana, donde afloran perros en malas condiciones.
Algunos convocantes han conseguido que se tengan en consideración sus peticiones y se busque una solución, como es el caso de Esperanza Felina. Otros ven plenamente cumplidas sus proclamas, pero por casualidad, como los que pedían que se mantuviesen las paradas de los autobuses. Otros muchos no han logrado sus objetivos. Las peticiones on line por sí solas no tienen mucha fuerza y han de combinarse con otras acciones. Pero por su viralidad, favorecen el derecho de pataleta universal. Aquél con el que a lo mejor no se consiguen los objetivos, pero las demandas de cada uno llegan a los oídos de los demás, y quizás también su conciencia.
Esperanza Felina. Ha sido la petición con más firmas del último año, con 8.500 rúbricas. Esta asociación que acoge gatos abandonados iba a ser desalojada por el Ayuntamiento. Consiguieron que el Consistorio rectificase, el cual les busca otro local.
Contra las carreras de burros. La tradicional carrera de burros ha aglutinado 11.000 detractores en dos años en ‘change.org’. Más de la mitad de las firmas se han conseguido durante los últimos doce meses.
Contra otra legislatura de Maroto. Más de 3.000 personas demandaban un acuerdo entre partidos que destronase al PP de la Alcaldía. Así ocurrió, aunque la presión social ha trascendido mucho más allá de esta plataforma de recogida de firmas.
Paradas intermedias de los buses de La Unión. Ésta es una de las patatas calientes del último año. 2.700 firmantes han pedido que se mantengan las paradas dentro de la ciudad de los autobuses interurbanos.
Controlar el chabolismo. 2.300 rúbricas para que el Ayuntamiento vigile las barracas de la periferia donde muchos perros malviven.
Ocio sexual en Salburua. Hay 1.500 opositores a que se abra un local de estas características junto a un parque infantil en el barrio oriental.