vitoria - A las once de la mañana, todos los partidos, salvo el PP, leyeron en el Ayuntamiento una declaración de principios en la que rechazan los discursos políticos que alientan el odio y el racismo. Igualmente, los firmantes del texto -PNV, EH Bildu, PSE, Hemen Gaude e Irabazi- se comprometen a combatir el fraude fiscal que pueda darse en las ayudas sociales, pero tachan de mezquinos los mensajes que culpabilizan a un colectivo determinado en función de su nacionalidad, en referencia directa a la polémica campaña sobre la RGI protagonizada la pasada legislatura por el portavoz popular Javier Maroto.

La declaración fue presentada en el Ayuntamiento por el alcalde, Gorka Urtaran, con el compromiso de no utilizar la inmigración o el miedo al inmigrante como arma electoral. Un escrito que el PP rechaza -explica-, no por su contenido, sino porque es una provocación con la que el resto de formaciones quiere dar a entender que el discurso del PP en Vitoria es racista, extremo que los populares no comparten. Urtaran, en cambio, se reafirma en que utilizar ese discurso es una estrategia de la extrema derecha en Europa. “¿Acaso alguien lo duda?”, pregunta el alcalde.

Esta declaración llega después de que Maroto durante su último año de mandato acusara a magrebíes y argelinos de vivir de las ayudas sociales y no querer trabajar. Declaraciones que le granjearon el rechazo de toda la oposición y de gran parte de la sociedad gasteiztarra, que acabaron por costarle la Alcaldía al PP, por la fractura social creada. Ahora, días después del bochornoso espectáculo vivido en la Plaza Nueva el día de la investidura de Urtaran como alcalde, con enfrentamientos entre defensores y detractores del exalcalde, todos los corporativos, salvo los del PP, hacen piña y se comprometen a fomentar la cohesión social y la convivencia pacífica entre los gasteiztarras.

tolerancia cero al fraude Asimismo, muestran su absoluto rechazo a los discursos políticos que, por un interés partidista totalmente irresponsable, alientan el odio, el racismo o la xenofobia. “Tolerancia cero al fraude y a los discursos que rompen la convivencia. Tan mezquino y detestable es aquel acto que defrauda al sistema público en cualquiera de sus ámbitos, como aquel que culpabiliza a un colectivo determinado, en función de su nacionalidad, de abusos, problemas o errores en el mismo”, reseña el documento.

La declaración también alude a otras cuestiones, como el respeto a los derechos humanos, el compromiso con la libertad e igualdad de las personas sin ningún tipo de discriminación y la colaboración entre partidos. Sin olvidar asuntos de actualidad, como la necesidad de fomentar la transparencia y la participación ciudadana, el rechazo a las viejas formas de hacer política, y la oposición al fracking o a la reapertura de la central nuclear de Garoña. - DNA