Vitoria - Mucho se ha hablado en los últimos meses de la situación económica del Ayuntamiento de Vitoria. En campaña electoral, la oposición echó en cara al PP que a partir de septiembre no iba a haber dinero ni para pagar el gasoil de Tuvisa, extremo que Javier Maroto negó afirmando que el balance de las cuentas era de superávit. Y como unos y otros basan sus aseveraciones en informes municipales, los vitorianos difícilmente pueden hacerse una idea clara de la situación real de las arcas municipales.

Así las cosas, una de las primeras decisiones adoptadas ayer por el alcalde fue encargar un informe exhaustivo de cara a que todos los grupos municipales puedan conocer la situación económica y presupuestaria actual del Consistorio. Un documento que Gorka Urtaran ha pedido al interventor y al tesorero ante la necesidad de saber lo antes posible el debe de la ciudad, tanto en lo relativo a la ejecución del Presupuesto, como en lo referente al nivel de ingresos y endeudamiento.

Después, a primera hora de la tarde, el alcalde dio instrucción para que se colgasen en la web municipal las hojas de rendición de cuentas y arqueo extraordinario que, con fecha de 12 de junio, fueron firmadas por el alcalde saliente, el tesorero, el interventor y el alcalde entrante. En ese documento se recoge la situación de la Tesorería conforme a la exigencia legal en el cambio de legislatura, y es el reflejo de la situación concreta ese día: un saldo total de 34,3 millones de euros entre metálico (4,8 millones) y valores (29,5) y presenta una deuda a corto plazo que se eleva a 11 millones.

“Queremos tener cuanto antes una fotografía real de la situación económica para poder hacer con todos los grupos un análisis compartido sobre cómo hacerle frente de forma eficaz e inmediata”, manifiesta Urtaran. El alcalde considera que los números rojos de Vitoria pueden rondar los 40 o 50 millones de euros si se tienen en cuenta los 19 millones que debe la sociedad urbanística Ensanche 21, los cinco que faltan en Tuvisa o las millonarias indemnizaciones que el Ayuntamiento tiene que pagar por orden de los jueces debido a las expropiaciones de terrenos mal hechas durante la etapa del PP. Números rojos que también EH Bildu ha denunciado en reiteradas ocasiones a lo largo de la pasada legislatura.

Por su parte, los populares recuerdan que la gestión económica llevada a cabo durante los cuatro años de gobierno de Maroto ha permitido al Ayuntamiento volver a la estabilidad presupuestaria con dos millones de euros de superávit, pese a haber heredado una deuda de 47 millones de euros del anterior ejecutivo socialista de Patxi Lazcoz. “El Ayuntamiento siempre ha tenido una situación difícil, pero la que queda ahora no es ni la mitad de complicada que la que heredamos”, explica el concejal Manu Uriarte. “No debemos mezclar ni confundir deuda a largo plazo con compromisos de pago que tiene el Ayuntamiento. Todos los meses se pagan las nóminas y no quiere decir que sea deuda a largo plazo”, concluye el responsable de la Hacienda municipal durante el mandato de Maroto.