Vitoria - No hay lugar remoto donde establecerse cuando los emprendedores se fijan objetivos ambiciosos. Eso fue lo que debieron pensar los promotores de la empresa Zerbinek cuando decidieron elegir la localidad de Paúl, en Ribera Alta, para constituir una empresa con la que hacer frente a las nuevas demandas originadas por la reorientación en las políticas productivas agrícolas.
Creada en el año 2005, Zerbinek acaba de firmar un acuerdo con el sindicado agrario de La Rioja Arag-Asaja para realizar la inspección técnica de los equipos de aplicación de productos fitosanitarios de esa organización y los de toda la región, ya que la inspección es obligatoria para todos los agricultores según ha dictaminado un acuerdo de la Unión Europea.
Lo llamativo del caso es que La Rioja es una parte más adonde han llegado las actividades de la empresa, ya que con anterioridad han cubierto Álava, Gipuzkoa, Bizkaia, Navarra, Aragón y Castilla y León. Ahora planean llegar a Andalucía.
Hay que tener en cuenta que el gasto medio anual en productos fitosanitarios para una hectárea de viñedo ronda los 300 euros. Por su parte, una hectárea de cereal cuesta unos 100 euros al año aplicando fungicida. Con un equipo con unas correctas condiciones técnicas, el tratamiento se raciona con mayor uniformidad y fiabilidad, lo que supone un beneficio de entre 75 y 150 euros por hectárea de viñedo, y de entre 10 y 20 euros por hectárea de cereal, siempre y cuando se realice una correcta interpretación de la vegetación y un ajuste idóneo de la presión y las boquillas. La normativa exige que todos los equipos para la aplicación de fitosanitarios adquiridos antes de 2011 hayan pasado una revisión antes del 26 de noviembre de 2016. - P.J.P. / Foto: P. José Pérez