vitoria - El hartazgo de los trabajadores de los servicios sociales públicos vive un nuevo punto álgido. Lo hace en la recta final de una legislatura convulsa, marcada por los recortes y la conflictividad, y que ha tenido al Instituto Foral de Bienestar Social (IFBS) como epicentro de gran parte de los problemas. Parece quedar claro, sin embargo, que esa “degradación” de los servicios públicos durante estos últimos cuatro años de gobiernos del Partido Popular no sólo se ha ceñido al ámbito foral. Así lo denunció ayer una marea de trabajadores sociales tanto de la Diputación alavesa, como del Ayuntamiento de Gasteiz y del propio IFBS, que sumaron fuerzas durante una manifestación por las calles del centro de la ciudad que concluyó en un encierro nocturno en el centro cívico Aldabe. Su objetivo, reivindicar “unos servicios públicos, sociales y de calidad”.
La marcha, donde no faltaron las consignas y todo tipo de mensajes contra las políticas impulsadas por el PP, partió desde la Plaza Nueva, pasó por las oficinas del IFBS y tuvo su penúltima parada junto al Palacio de la Provincia, antes de dirigirse a Aldabe. Los profesionales, “defensores de los servicios públicos”, volvieron a denunciar que “los gestores políticos del PP” han actuado durante estos últimos cuatro años “a espaldas de la ciudadanía alavesa y contra sus intereses, llevando estos servicios públicos imprescindibles para las personas a la destrucción y privatización en busca de beneficios, convirtiéndolos en un negocio, dejando de ser un derecho”. Javier de Andrés, Marta Alaña y Javier Maroto coleccionaron gran parte de sus críticas.
Los funcionarios de las administraciones local y foral recordaron que acumulan “muchos años de empobrecimiento continuo” y de disminución de poder adquisitivo, “de congelaciones salariales, de incremento de jornadas” y de “sobrecargas de trabajo” por la falta de sustituciones y la disminución de personal que amenazan con mermar la calidad de la atención a las personas más vulnerables, de las que ellos se ocupan.
“La gestión de los servicios públicos municipales y forales, que funcionan con nuestros impuestos, no ha de hacerse con ánimo de lucro, sino para satisfacer unas necesidades sociales”, insistieron los profesionales, que tenían previsto finalizar su encierro en Aldabe esta misma mañana a las 8.00 horas.
La jornada de ayer también sirvió para poner de relieve los problemas que afectan al Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) que gestiona la Diputación alavesa, cuyos trabajadores se concentraron a primera hora de la tarde frente al Palacio Foral contra el “desmantelamiento” de esta “imprescindible” herramienta.
Los sindicatos ELA, CCOO, UGT y LAB apoyaron una convocatoria sobre la que el diputado general, Javier de Andrés, opinó tras el consejo de Gobierno foral: “Se está reduciendo la demanda del SAD porque estamos dando otras opciones -a la ciudadanía- que están prevaleciendo”, justificó De Andrés al ser cuestionado por los recortes de plantilla. Un tijeretazo que, según aseguró, sólo se ha dado en este servicio y no en el IFBS, tal y como han denunciado insistentemente sus profesionales.
alternativas Fue una jornada de crítica y protestas pero también de búsqueda de soluciones, como las que se pusieron sobre la mesa en una jornada organizada por Ekain, las Redes para la Inclusión Social en Euskadi. La cita, celebrada en Montehermoso, sirvió para mostrar a partidos políticos y agentes sociales distintas propuestas para el impulso de políticas locales inclusivas.