gasteiz - El juez de guardia de Vitoria decretó ayer prisión incondicional para el hombre de 34 años que este pasado jueves confesó haber matado a su mujer en un domicilio de la calle Ricardo Buesa, un suceso que ha convulsionado la habitual tranquilidad de la ciudad, más ahora en Semana Santa. El arrestado, de nacionalidad rumana como la víctima de este trágico suceso, ingresó a primera hora de la tarde en el centro penitenciario de Zaballa tras comparecer ante el juez, a donde fue trasladado desde dependencias policiales poco después de las 9.00 horas. La víctima, de 29 años, ha sido la primera mujer asesinada por violencia machista en lo que va de 2015 en Euskadi.
Gasteiz salió a la calle a última hora de la tarde para mostrar su repulsa más enérgica ante este trágico suceso durante una concurrida manifestación que partió desde la plaza de la Virgen Blanca y recorrió varias calles del centro de la capital alavesa. El mensaje de sus participantes fue contundente: Erasorik ez erantzunik gabe -Ningún ataque sin respuesta-. Aunque convocada por el Movimiento Feminista, apoyaron la marcha tanto el Ayuntamiento de la ciudad como el Instituto vasco de la Mujer, Emakunde. No será el único acto de protesta contra este execrable crimen, ya que para este próximo martes el Consistorio ha convocado otra concentración de repulsa por el asesinato frente al Ayuntamiento, a partir de las 12.00 horas.
Los hechos se precipitaron poco después de las 18.00 horas de una a priori plácida jornada de Jueves Santo, cuando un hombre con sus ropas manchadas de sangre se acercó a una patrulla de la Er-tzaintza que estaba ayudando a una persona que se había caído al suelo en la calle Sancho el Sabio. Éste confesó a los agentes que acababa de asesinar a su pareja en el piso donde residía ésta, en el tercer piso del número 3 de la cercana calle Ricardo Buesa, y condujo a los agentes al lugar.
Allí, los policías se encontraron con el cadáver de la joven tapado con una manta y el arma presuntamente utilizada en el crimen, un cuchillo. Los policías avisaron a los servicios de emergencia, que trataron sin éxito de reanimar a la mujer debido a la gravedad de las heridas de arma blanca sufridas.
Poco después, la Ertzaintza sacó al hombre del piso y se lo llevó detenido a dependencias policiales, acusado en principio de un delito de homicidio. La joven vivía sola con sus tres hijos, dos niños y una niña de corta edad, y no había denunciado con anterioridad haber recibido malos tratos, aunque según ha trascendido las discusiones entre la pareja sí eran habituales. Al parecer, aunque las investigaciones siguen su curso y no existe una versión pública y oficial de lo ocurrido, la pareja se encontraría en trámites de separación, lo que pudo motivar una violenta reacción del homicida que por desgracia acabó en tragedia.