Gasteiz -Podría simplificarse el debate. De hecho, quienes lo entorpecen lo hacen. Pero no es una cuestión de tamaño. De si los nombres de Rioja o Rioja Alavesa deben tener mayor realce en las etiquetas de los vinos de la Denominación de Origen Calificada (DOC) Rioja. Lo que la zona alavesa del citado ámbito vitivinícola -como prefiere llamarla el viceconsejero de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria, Bittor Oroz, en vez de subzona- reclama, es una mayor identificación, un reconocimiento a las diferencias que hay en todos los sentidos, porque no sólo se identificarían mejor las señas de identidad de los caldos nacidos en el territorio histórico, sino que tendría importantes repercusiones económicas. Y es que el vino, como la viña, no son sólo cultura. Son un negocio del que viven muchas familias.

En principio, además de varias manifestaciones públicas de algunos bodegueros y representantes institucionales, quienes están trabajando para lograr esa mejora en la identidad de los vinos de Rioja Alavesa son la Asociación de Bodegas de Rioja Alavesa (ABRA) y la Unión Agroganadera de Álava (UAGA). El punto de partida es una reglamentación europea que permite identificar el nombre de la zona productora, siempre que esté garantizado que el 85% de la uva utilizada en su elaboración proceda de ese lugar específico. “Nosotros apostamos por esa vía, por la de una diferenciación clara. Habrá que ver si nos permite utilizar ese apelativo de Rioja Alavesa a un tamaño mayor, que es lo que queremos en una primera fase”, indica Oroz, que remarca que la iniciativa “permitiría diferenciar nuestros vinos en el mercado y en los lineales, algo que es fundamental porque se llevan muchos años haciendo promoción de Rioja Alavesa, pero si luego en los comercios no existen etiquetas con ese nombre es muy difícil que el consumidor identifique lo que se le ha intentado transmitir desde el sector y desde la Administración en la diferenciación de nuestros vinos”.

Antes de esas declaraciones, ABRA y UAGA ya habían planteado el cambio, formalmente, a través de una solicitud al Pleno del Consejo Regulador del 13 de octubre. No obstante, hasta el 17 de febrero (cuatro meses después) no se llevó a la Comisión de Reglamento, donde tampoco se tomó ninguna decisión, sino que se trasladó a una reunión del Pleno para debatirlo. Algo que tampoco se hizo en el Pleno de febrero.

Para la gerente de la Asociación de Bodegas de Rioja Alavesa, Inés Baigorri, “la normativa europea no dice nada al respecto y por eso hemos solicitado que los dos nombres puedan aparecer al mismo tamaño y la misma altura de letra”. Insiste en que ésta es la única manera que tiene el consumidor para saber la procedencia de un vino, “por lo que colocarlo como se merece le aportaría valor. En ese sentido, Francia es un ejemplo a seguir”. Allí el consumidor puede reconocer de un vistazo la procedencia de un vino. Pero, además, hay otros valores a tener en cuenta. Entre ellos que serviría para dar a conocer Rioja Alavesa. “Es una pena el desconocimiento que hay en nuestra propia tierra. Tenemos que dar a conocer las particularidades de esta zona”.

El hecho de lograr el objetivo que se han planteado las dos organizaciones con el apoyo de las instituciones vascas beneficiaría a muchas bodegas que elaboran vino con uvas de procedencia concreta. Hay que decir que el Consejo Regulador sí admite que figure la subzona. De hecho hay un total de 105 bodegas, la mayoría de ABRA, que ya lo ponen, mientras que sólo hay 4 de Rioja Alta que así lo hacen constar. Son las que han demostrado que las uvas que utilizan proceden en un 85% del lugar donde se elabora.

Pero se quiere ir más lejos. “Desde ABRA defendemos el Rioja Alavesa. No vamos a renunciar a lo que somos, fuimos y seremos”, comenta Inés Baigorri visiblemente molesta con la actitud que está manteniendo el órgano de control del vino. “Otra cosa es el papel que está jugando el Consejo Regulador. De momento sólo hemos recibido largas y cuando les urgimos afirman que no hay tiempo para tratarlo. Pero tenemos claro que queremos ir hacia arriba dignamente y si no se nos hace caso será el momento de tomar otro tipo de decisiones”.

En el sector también se espera que se logre un cambio, aunque la intensidad del deseo no es la misma si se trata de una bodega grande o de una de tamaño mediano o pequeño. Juan Carlos López de Lacalle, gerente de Bodegas y Viñedos Artadi, de Laguardia, siempre ha destacado por su mensaje sobre la búsqueda de la identidad de los vinos de Rioja Alavesa, pero en esta polémica sobre el etiquetado afirma que “no es cuestión de tamaño. Para mí, el hecho diferencial es la identidad, la diferenciación, la personalidad, la caracterización, la singularidad, la sectorización?”. López de Lacalle explica que lo que lleva defendiendo desde hace mucho tiempo es que en La Rioja en general, “desde Alfaro a Fonzaleche, hay mil vinos y lo que pretendemos es que se reconozcan, que se identifiquen, que el consumidor sea capaz de identificar de qué zona, de qué región, de qué parcela, de qué área, de qué paraje está bebiendo el vino, porque si no estaremos haciendo un flaco favor de falta de información al consumidor y por otro lado estamos unificando y perdiendo la identidad”.

El responsable de Artadi reflexiona. “Se nos hace la boca muy grande cuando decimos que estamos en una Denominación de Origen y mi pregunta es: ¿dónde está el origen? Si puedo ser capaz legalmente de mezclar un vino de Alfaro con uno de Haro o de Laguardia o de Elciego, ¿dónde está el origen?”. Para el bodeguero no es cuestión de poner o quitar una etiqueta, sino de dar la opción al viticultor, al bodeguero y al consumidor de que sepa de dónde está bebiendo el vino. Y eso va más allá de un reglamento, de una norma, de una autorización? “Es el valor histórico de nuestra región para poderlo identificar en el mundo y ante el consumidor”. Por eso dice que “el problema no está en la forma, sino en el fondo. El problema no está en la escritura, sino en la lectura. Lo que pretendemos es diferenciación”.

Grandes bodegas Para los grandes productores, como Bodegas Faustino, la iniciativa no despierta grandes pasiones, aunque se ve con simpatía. Iñigo Anitua, director de Marketing de Bodegas Faustino comenta a este respecto que en el caso del etiquetado de los vinos “nos ceñimos, como siempre, a la legalidad y así aceptaremos los cambios que se produzcan en la normativa”. Para este directivo, lo cierto es que la denominación de Rioja Alavesa contribuye a una información más clara y tiene otros beneficios, como que “los consumidores tengan más fácil el acceso sin tener que andar revisando los expositores” y aunque recela de las consecuencias, porque “el cambio nos obligue a revisar todo, creo que el argumento de la mejor visualización es relativo, pero es una posibilidad que está ahí”.