Vitoria. Los hechos probados por un juzgado de lo penal de la capital alavesa ocurrieron a las seis de la mañana del 15 de septiembre de 2013, cuando el condenado acudió a su domicilio, ubicado en la avenida de Santiago, en compañía de una mujer.

En la vivienda se encontró con su expareja, que tenía llaves de dicha vivienda por la relación sentimental que habían mantenido y de la que tenían dos hijos en común, pero que no tenía su consentimiento para entrar en la casa.

Al verla allí, el acusado comenzó a discutir con su antigua pareja, la tiró al suelo y le propinó un puñetazo en la cara.

En el transcurso de la pelea, uno de ellos cogió un cuchillo de la cocina y en un forcejeo la mujer recibió un corte que le provocó una importante hemorragia.

La víctima sufrió una herida incisa de 8 centímetros de longitud en el abdomen, otra en el cuero cabelludo, una más en la frente y otra en la mano derecha, además de diversas contusiones.

En la sentencia se constata que los dos implicados en la pelea asumen que la herida más grave la pudo producir cualquiera de los dos en el forcejeo, sin que pudieran precisar quién tenía el cuchillo en la mano en ese momento.

Tras la pelea, la mujer quiso salir de la casa, pero el hombre se lo impidió al cerrar la puerta con llave.En un momento en el que el hombre se quedó dormido en el sofá, fruto de la intoxicación por el alcohol, la mujer aprovechó para salir corriendo y en su huida se cruzó por la calle con un vecino que avisó a la Policía.

El juez condena al agresor a un año de cárcel por un delito de lesiones y a otro año por otro de coacciones por haber impedido de forma violenta que la mujer llamara por teléfono para pedir auxilio y por cerrar la puerta de la vivienda.

En ambos delitos, el juez aplica la atenuante de que el condenado actuó bajo los efectos del alcohol. A esta circunstancia se suma que la víctima había entrado en la vivienda del hombre sin su consentimiento y a que no se puede determinar quién comenzó la pelea, lo que ha reducido a dos años la pena de cinco que había pedido el fiscal.