el teléfono y el correo electrónico del director de orquesta Diego Martín Etxebarria, natural de Amurrio, echaba humo ayer. No era para menos, después de saberse que será el pregonero de las fiestas de San Prudencio y Nuestra Señora de Estíbaliz. El nombramiento quiere reconocer la brillante y prometedora trayectoria de este joven de 36 años que triunfa en los escenarios europeos.
“Acabo de hablar con el diputado general y estoy encantado. Siempre digo que mi trabajo me obliga a viajar mucho pero yo soy muy de casa. Me encanta ir a ver a la familia y a los amigos y si, además, se me ofrece este reconocimiento no puedo pedir nada más”, explicaba ayer a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, a quien también confesó que “mira si me hace ilusión que en esos días estaré en medio de una producción de la ópera Peter Grimes, de Benjamin Britten, en el Teatro de la Ópera de la ciudad alemana de Krefeld, y ya he pedido que me dejen escaparme tres días para poder ir a Vitoria”. Y es que Martín Etxebarria asegura estar “muy contento de que, en mi caso, no se cumpla el dicho Uno no es profeta en su tierra”.
El músico inició sus estudios musicales en la Escuela de Música de su localidad natal y continuó su formación en el conservatorio Jesús Guridi de Vitoria. Una vez obtuvo la titulación superior de Director de Orquesta en Cataluña, se trasladó a Alemania, para especializarse en Dirección de Ópera en Weimar y Dresde; y es allí donde ha fraguado su prestigio. En concreto, ha sido director titular de la Akademisches Orchester Freiburg e invitado por la Orquesta Sinfónica de Galicia, la Orquesta Sinfónica de Tenerife, la Orquesta Ciudad de Granada, la Erzgebirgische Philharmonie Aue, la Vogtland Philharmonie, el Ensemble der Sächsischen Gesellschaft für Neue Musik, o la Camerata Variabile de Basilea, en una frenética actividad que compagina con su cargo al frente de la Filharmònica de Cambra de Catalunya.
Además, se inició en el mundo de la ópera trabajando como director asistente con maestros como Riccardo Frizza (en la Joven Orquesta Nacional de España, ABAO y Semperoper de Dresde), Donato Renzetti (ABAO) o Titus Engel (Teatro Real y Stadttheater Bern, en Suiza). Posteriormente y ya como director musical, se ha hecho cargo de múltiples producciones como La Bohème, de Puccini, en el Teatro de la Ópera de Augsburg (Alemania), Don Pasquale, de Donizetti, en Terrassa, La flauta mágica, de Mozart, en la Kleines Haus de Dresden (Alemania), Rita, de Donizetti, en el Volksbühne de Berlín, o L’elisir d’amore, de Donizetti, en el Auditorio Mar de Vigo.
Con todo, el verdadero punto de inflexión a su carrera llegó el año pasado al debutar en la Staatsoper de Berlín dirigiendo dos óperas de Paul-Heinz Dittrich: Die Verwandlung y Die Blinden. Compromisos todos ellos que no le han impedido seguir manteniendo una estrecha relación con Euskadi, donde ha sido director musical de la Euskadiko Ikasleen Orkestra, asistente de Riccardo Frizza y Donato Renzetti en la ABAO e invitado en numerosas ocasiones por las orquestas sinfónicas de Bilbao y Euskadi. De hecho, el próximo 16 de mayo se le podrá ver de nuevo al frente de esta última.
“Es cierto que he desarrollado gran parte de mi carrera en el extranjero pero, afortunadamente, año tras año tengo la oportunidad de volver. ¡A ver si también consigo cumplir el sueño de dirigir una ópera en mi tierra!”, apunta Martín Etxebarria que, no obstante asegura que “tanto si es en Euskadi como fuera, lo más importante para mí es el cariño que me muestra la gente cada vez que doy un paso nuevo. Me hace muy feliz poder mantener la relación con los amigos de la época del colegio, del baloncesto, del judo, de la Escuela de Música de Amurrio, del Conservatorio de Vitoria o de la Universidad de Deusto”, enumera. Y, por supuesto, “estoy muy agradecido tanto a los medios como a la Diputación por seguir teniéndome presente. Gracias al apoyo de la gente y de las instituciones es posible mantenerse en un mundo tan hermoso, pero también difícil, como el escenario”, sentencia el que el próximo 22 de abril protagonizará la lectura del pregón de las fiestas de Álava. “No estoy seguro todavía, pero creo que estaré en casa el 21 de abril. Apurando la agenda hasta el último minuto”, añade.