Gasteiz

- La plataforma Elkartzen reivindicó ayer el derecho de toda persona a unos ingresos mínimos “para poder hacer efectiva la participación social activa”. El colectivo sostiene que el salario mínimo interprofesional (SMI) no debería nunca de ser inferior al 50% del PIB per capita y que “ninguna prestación debería ser inferior al 37,5% del PIB per capita, que pasaría a ser considerado el umbral de pobreza”. Según estos baremos, “en 2015 el umbral de pobreza para Hego Euskal Herria queda señalado en 11.220 euros”, lo que significa una cantidad mensual de 935 euros, por lo que Elkartzen exigió unas prestaciones o salario social por encima de este valor.Representantes del colectivo subrayaron que el capitalismo está produciendo un “proceso de empobrecimiento” que también tiene su reflejo en Euskadi. “La existencia de personas trabajadoras pobres -señalaron- rompe con la idea de que la integración en el mercado laboral es la condición básica para evitar la pobreza, la exclusión social o la privación material. Aunque los salarios son claves, la pobreza se materializa en los hogares porque las políticas públicas no cumplen el papel fundamental que deben de cumplir en la redistribución de la riqueza”. En este sentido, denunciaron que la precariedad va “más allá de lo laboral” y se extiende a todos los aspectos de “las condiciones vitales de los sectores populares”.

Por ello, Elkartzen reivindicó que “toda persona debe tener garantizados unos ingresos mínimos dignos para poder hacer efectiva la participación social activa”. “Aún cuando pueda parecer obvio -prosiguieron-, el fenómeno de la pobreza, su comprensión y explicación parten de una cuestión clave: la desigual distribución de la riqueza y de la renta, tanto en sentido vertical como horizontal”, indicaron. - E.P./DNA