moreda de Álava - Hay ideas que matan. O que pueden hacerlo. Y hay cerebros que, pese a estar repletos de neuronas, son incapaces de funcionar con cierta capacidad. Ambas circunstancias pueden estar detrás de un amago de agresión que podría haber provocado daños personales de consideración. El caso es que una o varias personas, que aún están por identificar, se han encargado de enervar a los habitantes de la comarca de Rioja Alavesa y a los residentes de localidades colindantes de las vecinas comunidades autónomas de La Rioja y Navarra. Para ello, colocaron una trampa consistente en la extensión de un cable a una altura de 150 centímetros a lo largo de una senda transitada por ciclistas en las cercanías de Moreda de Álava. Precisamente, el alambre fue descubierto por casualidad por una deportista, que se encargó de retirarlo para evitar daños mayores.

El suceso se detectó en una zona que es muy frecuentada por ciclistas de Moreda de Álava y de Oion. Según el relato de la persona que encontró la trampa, Paula Pérez Domaika, se trataba de un cable de cobre cruzado en el camino atado a unos almendros a la altura de metro y medio. Tal circunstancia podía haber provocado daños a los deportistas que acostumbran a deambular por la zona en bicicleta de montaña o en moto, ya que con velocidad se antoja complicado descubrir un alambre situado a propósito para toparse con el pecho, el cuello o la cabeza de los bicicleteros.

Nada más tener conocimiento del hecho, el alcalde de Moreda, Miguel Ángel Bujanda, trató de averiguar la autoría de esa intención, pero el lugar donde apareció pertenece a la jurisdicción de Viana, en tierras navarras. El sitio concreto no es un camino rural, sino un paso particular que a fuerza de pasar vehículos y bicicletas ha ido creando camino. Tras las primeras averiguaciones, Bujanda considera que el propietario del terreno no tiene nada que ver con el cable, por lo que los esfuerzos se centran ahora en localizar a alguien que actúa con intencionalidad de provocar un accidente con consecuencias.

La alarma social que ha creado este acto ha provocado que muchas personas que practican con bicicleta por la zona estén tratando de reunir datos o más lugares con riesgo para presentar una denuncia que permita identificar al o a los causantes.

En otro orden de cosas, dos ciclistas, un hombre de 28 años y una joven de 18, resultaron heridos leves en sendos accidentes de tráfico ocurridos el pasado martes en la capital alavesa. El primero tuvo lugar al mediodía, cuando el ciclista circulaba por el carril bici de Portal de Gamarra. Fue embestido por un turismo que se incorporaba a la circulación. Con ello, el deportista resultó herido de carácter leve. Fue trasladado al Hospital de Txagorritxu, donde fue atendido de sus lesiones.

La ciclista de 18 años, por su parte, fue embestida por un turismo que salía del garaje de un inmueble a las 16.00 horas en la calle Loreto Arriola. Entonces, la joven circulaba por la acera, bajo los soportales existentes en el lugar. La ciclista fue atendida también en el Hospital Txagorritxu de lesiones leves.

En otro orden de cosas, los Bomberos acudieron también el martes a la localidad de Antoñana para extinguir el fuego en un trastero que se inició en el entorno de una chimenea sin aislamiento. El aviso se recibió en el parque pasadas las tres de la tarde y ya en el lugar controlaron y extinguieron las llamas con dos vehículos autobomba y un autoescala. En el incendio se quemó un trastero localizado en planta de entrecubierta, de unos 15 metros cuadrados, y se produjeron daños en parte de la cubierta del edificio. Además, en una vivienda de la calle Cuchillería se cayó ayer parte del falso techo de escayola en la zona del salón, lo que motivó una intervención de los integrantes del retén para sujetar con puntales el resto de falso techo que no se desplomó. Este incidente se debió al mal estado generalizado del teguillo o listón de madera sobre el que coloca el falso techo y sus sujeciones.