lapuebla de labarca - Karra Elejalde y Manuel Manquiña no sólo no decepcionaron, sino que hicieron vibrar y reir al numeroso público que acudió al pregón del Uztaberri Eguna celebrado ayer en Lapuebla de Labarca, en una intervención como hasta ahora nunca había habido en esta localidad ribereña. Como siempre, el alcalde, Daniel Espada, atento en todo momento a la llegada de autorlidades y visitantes, fue quien presentó a los dos actores, dando las gracias previamente a quienes a lo largo de estos años han colaborado con el equipo de gobierno en la preparación de este y otros muchos eventos.

Desde que subieron al escenario se creó un ambiente de interacción con el público que abarrotaba la plaza. Y como la jornada pintaba de color vino, ya que al fin y al cabo era el día de las bodegas abiertas, los dos actores jugaron con sus saberes sobre los caldos, los de Galicia y los de Rioja Alavesa. Con un tono divertido Karra recordó que en Galicia hay cinco denominaciones de origen, “aunque no se trata de vinos que se puedan guardar”. “O los bebes o se pierden. Por eso le dije a Manquiña: abrís un vino de p.m., pero no es un vino que se pueda guardar. Y ¿sabéis lo que me contestó?, y eso me indujo a pensar que no es tonto del todo? Me dijo, ¿el vino para qué es, para beber o para guardar? Pues bébelo”.

Karra contó o se inventó una anécdota de un comprador de vino francés que acudía a Laguardia “para adquirir los caldos de Rioja Alavesa y al que le preguntaron por qué hacía ese viaje cuando en Burdeos hay tan buenos vinos”. Y éste contestó que “en Burdeos los vinos son así, salen así directamente, pero en Rioja Alavesa construís el vino, sois los artífices del vino, los alquimistas del vino? Así que somos pioneros, creativos, maestros del vino”. A esto le contestó Manquiña, afirmando que “eso es de una gran responsabilidad. Tenéis la responsabilidad de salvar esto que es un patrimonio, sois la cultura y la reserva de Occidente. Si hay cultura es porque existe esto”.

Fue entonces cuando Karra recordó que “yo sé que aquí hay una historia, en estas sierras, donde se dieron de hos... en el siglo XIX carlistas contra cristianos, se pegaban los seguidores de Zumalacarri contra el cab? de Espartero? Sin embargo, por las noches, todos coincidían en algo, en las hogueras de campamento todos estaban de acuerdo en brindar con sus soldados con este vino de aquí, vino riojanoalavés”. En ese momento, Manquiña le recordó que el vino tenía enemigos “y vosotros no sois conscientes de ello”. “Hay enemigos exteriores que quieren acabar con esta fiesta. Y cuando hablo de enemigos de afuera, no hablo de Logroño, de pasado el río, o de Nájera. Hablo de enemigos que quieren acabar con la costumbre de desayunar con vino, gente que no tiene a sus mujeres sueltas por ahí bebiendo copitas de vino, gente que no pica jamón, sino que comen dátiles y beben te ¿Cómo estaríais ahora vosotros si en lugar de haber desayunado unas copas de vino y picado un poco de jamón y un poco de chorizo y un poco de salchichón hubierais desayunado dátiles y te? Pues estaríais con barbas y tendríais una kalasnikof y viviríais en Talibania, andaríais a host.. por Europa, por Paris matando caricaturistas y eso es por culpa de ese régimen de te y dátiles?”, proclamó.

Tomando el relevo, Manquiña dijo que “tranquilos, que hay politicos para protegernos, los unos y los otros, con pactos contra el integrismo”. “¿Y para qué queremos políticos, coño? ¡El coletas, que quiere acabar con la Semana Santa! ¿Qué mal le hizo la gente que sólo anda paseando vírgenes y cantando saetas? Y si quiere acabar con la Semana Santa, ¿qué pensaría de esta tontería, de gente que a las once de la mañana está pimplando vino? ¡No tenemos esperanzas, nadie va estar con nosotros: ni el Papa, ese gaucho pendenciero, que parece un hincha del San Lorenzo de Almagro? Están todos contra nosotros: los moros, los cristianos?! Somos los custodios del vino!”, sentenció, ante un público que no pudo parar de reir.

La fiesta, en su XI edición, había comenzado a las once de la mañana con la apertura de los txokos, algunos menos que en años anteriores, ya que el día apuntaba frío y lluvia. Aun así, allí estuvieron las mujeres de Lapuebla de Labarca, que han sabido conservar las tradiciones culinarias de la tierra, como el arrope, las pastas y un sinfín de productos, compartiendo espacio con otros artesanos, tanto de manualidades como de productos agroalimentarios.

Tras la apertura, vecinos y visitantes se arremolinaron en torno a las mesas donde se iban a desarrollar los campeonatos de descorche de botellas. Dos equipos, uno de hombres primero y a continuación otro de mujeres, participaron en la competición para lograr uno de los tres premios en juego: un obsequio del Spa Villa de Laguardia, otro de Enoaventura y una botella de aceite de oliva virgen de Rioja Alavesa.

Con la fiesta ya en marcha, los de siempre comenzaron los preparativos del bolo, en seis enormes hoyas, llenando las calles del centro de la localidad de sabrosos aromas al guiso de bacalao con arroz. Por su parte, en un patio cercano, otro grupo con una impresionante cacerola se preparó la comida popular a base de sartenada, un guiso de carne, patatas y verduras que se repartió a partir de las dos y media de la tarde, cuando regresaron los últimos participantes de los recorridos por las bodegas.

Y es que, además de los pregoneros, las degustaciones, la rica oferta de los bares de la localidad y la presencia de puestos donde se podían probar los productos, los protagonistas de la jornada fueron las bodegas de Lapuebla de Labarca. Ayer abrieron sus puertas para mostrar a los muchos visitantes que acudieron a ellas sus instalaciones y les dieron a probar los espléndidos caldos que se elaboran en ese territorio, uno de los primeros en vendimiar todos los años, gracias a su microclima especial y a la buena mano de sus bodegueros y enólogos.