vitoria - El mercado de Adurza burbujeaba cuando Gasteiz pegó el estirón con el auge de su industria, repleto de tiendas y de gente. Hoy, la oscuridad devora los pasillos. Ya sólo queda abierta una carnicería, acosada por laberintos de persianas oxidadas. El escenario es desolador y un perfecto reflejo del lamentable estado de salud de los barrios que nacieron en los cincuenta. Durante las últimas décadas, el Ayuntamiento se centró tanto en expandir la ciudad hacia Salburua y Zabalgana para cubrir las necesidades de vivienda que dejó de prestar la atención necesaria a la Vitoria obrera de la antigua circunvalación. Y ahora, con tanta vivienda antigua e inaccesible, sin apenas servicios, con cada vez menos población, resulta ya inevitable escuchar el grito de auxilio. Una llamada agónica que ayer llevó a los integrantes del grupo municipal del PNV hasta una de sus terminales, dispuestos a marcar un punto de inflexión si ganan las municipales.

El candidato nacionalista a la Alcaldía, Gorka Urtaran, reconoció desde Adurza los peros de la política urbanística de los últimos tiempos: excesivo consumo de suelo, pérdida de compacidad y desatención de todos aquellos distritos nacidos al abrigo del proceso de industrialización de Vitoria. “Más allá de intervenciones puntuales, el Ayuntamiento no ha desarrollado actuaciones globales en estos barrrios”, admitió el edil, en clara alusión a ese plan de equipamientos que pactó con el gabinete de Javier Maroto en esta legislatura y que apenas se ha materializado. “Llevamos toda la legislatura alertando de eseta situación y proponiendo medidas correctoras”, apostilló el edil, “pero no han sido del todo tenidas en cuenta por el alcalde, para quien la inversión en estos barrios no es una prioridad”.

Si Urtaran llega al poder tiene claro que impulsará un cambio en el modelo de ciudad para centrar la actuación pública en la rehabilitación integral de todos esos espacios. “Hay que poner fin a esta forma de hacer y de planificar. Es el momento de mirar de nuevo hacia dentro y mejorar lo que ya tenemos construido desde hace muchos años”, subrayó.

La visita realizada a Adurza durante la mañana parecía haberle recargado las pilas en su conocida apuesta por los barrios de oro. No había sido precisamente un bonito recorrido. El candidato jeltzale a la Alcaldía pudo reafirmarse en la urgencia de abordar su declive. “Hay que actuar en las viviendas, pues muchas están necesitadas de cara a mejorar su accesibilidad, confortabilidad y eficiencia energética, pero también en los espacios públicos para dignificarlos y en el comercio para dinamizarlo. Debemos hacer todo lo que esté en nuestro mano para que los barrios de oro recuperen su vitalidad”, matizó.

Los vecinos han oído mil y un veces promesas institucionales parecidas. Y el PNV lo sabe, por lo que se mostró insistente en su compromiso. Una apuesta en la que quiere contar con “la colaboración de otras administraciones públicas”. Entre ellas, el Gobierno Vasco, cuyo apoyo se ha traducido hasta ahora en pequeñas ayudas a la rehabilitación y en el anuncio de un plan de regeneración en el barrio de Coronación.