Gasteiz - Álava es junto a Jaén la única provincia del Estado en la que ha subido el paro. Para hacer frente a esta delicada situación, el portavoz del PNV en las Juntas Generales, Ramiro González, propone el trabajo común de todas la fuerzas con representación institucional en este territorio, una alianza en la que no descarta que participe el PP, pero que deja patente que surgirá desde la oposición.

¿Qué pueden esperar los alaveses de la actual situación con los Presupuestos prorrogados?

-De las Cuentas prorrogadas tal y como están ahora, parálisis, porque se ha hecho un Presupuesto prorrogado con la intención de tener a Álava en una situación de stand by hasta que llegue un nuevo Gobierno foral. Yo lo que espero es que desde la oposición haya capacidad para modificar esas Cuentas e introducir medidas, sobre todo, de reactivación económica y de creación de empleo.

¿Eso supone la paralización de los principales proyectos del territorio?

-¡Es que no ha habido proyectos durante esta legislatura! Si hacemos una reflexión sobre qué medidas se han adoptado a lo largo de la legislatura o qué proyectos se han puesto en marcha, lo cierto es que no hay ninguno. Lo que se paralizan son las medidas de fomento del empleo y reactivación económica que se podían haber puesto en marcha. Pongo un ejemplo muy claro: tenemos un Presupuesto prorrogado en el que el Gobierno foral hace un proyecto a su medida, pero tiene tan poca capacidad para proponer cosas que le sobra dinero, de manera que en una bolsa de ese crédito global meten dos millones de euros. No saben qué hacer con esa cantidad. Tampoco agotan el límite máximo de gasto, dejan seis millones sin gastar. Luego, hay un total de ocho millones con los que el Gobierno foral no sabe qué hacer y es un problema porque bien empleados se podrían destinar a solucionar el principal problema que tenemos, que es el paro.

¿Ve posibilidades de acuerdo con el Gobierno foral para concretar el destino de ese dinero?

-Es muy difícil, porque lo que nos ha ofrecido el Gobierno foral son dos millones sobre los cerca de 430 del Presupuesto. Nosotros, vía proposición de normal foral, estamos intentando modificar la prórroga. Hay margen para el acuerdo, un acuerdo al que se podría unir el PP, pero que va a surgir desde la oposición.

Defina la legislatura actual.

-Una legislatura perdida. El principal objetivo del PP ha sido intentar trasladar a Álava las políticas de Rajoy y no contrariar al Gobierno español. Eso nos ha llevado a una ausencia absoluta de proyectos; es más, yo diría que los únicos proyectos que han existido han sido los que ha puesto en marcha el Gobierno Vasco, sobre todo en Vitoria-Gasteiz. No ha habido más.

Con este escenario, ¿cómo se reactiva Álava?

-En mi opinión, lo que tiene que hacer el próximo Gobierno foral es llegar a un acuerdo para la reactivación económica del territorio de manera inmediata. Es su primera tarea. Hablo de un acuerdo no solo con las fuerzas políticas, sino en el que estén implicados los agentes sociales, las empresas y todo el que tiene algo que aportar a la economía alavesa. Nuestras empresas han sufrido mucho durante los cuatro últimos años y es muy importante estar junto a ellas y ayudarlas.

¿La cercanía con las urnas cierran cualquier puerta a nuevas propuestas en beneficio del territorio?

-Desde luego, si fuera por el PNV, no. Ya vemos a algunas fuerzas políticas muy nerviosas; el PP está en situación de histerismo preelectoral, le oímos lanzar ataques de todo tipo contra el PNV. Aprecio algo parecido en la izquierda abertzale, donde ven cómo esas perspectivas favorables que tenían no hace mucho se vienen abajo, fundamentalmente, por la irrupción de Podemos. Ha entrado en una fase de judicialización de la política y de intentar equiparar la situación alavesa y vasca con la española, cuando la ciudadanía vasca no la percibe. Nosotros vamos a estar abiertos a abordar acuerdos hasta el mismo día de las elecciones.

“Al PP le han entrado los nervios y se ha lanzado con furia contra quien percibe como alternativa en Araba”. ¿Le suena?

-(Sonríe) Me reconozco perfectamente en esa frase y refleja la realidad. Lo hemos visto esta misma semana, con un acto preelectoral del PP en el que estaban presentes Alfonso Alonso y Javier de Andrés del que es imposible entresacar una sola propuesta. Un acto dedicado solo a faltarle al respeto a la fuerza política rival. Cuando pasa eso es que ocurren dos cosas: muchos nervios y poca capacidad para presentar propuestas.

Dice que la frase se ajusta al acto del PP de esta semana, pero el texto figura en su blog desde agosto.

-El PP empezó la campaña electoral en junio del año pasado, después de las elecciones europeas. En esos comicios obtuvieron un resultado electoral mucho peor de lo esperado y comenzaron la campaña. Maroto lanzó su propuesta contra los inmigrantes y De Andrés se lanzó a atacar al PNV. Llevamos desde entonces así, de campaña electoral del PP. Nosotros no hemos entrado en ese juego, hemos realizado la labor institucional y hemos trabajado en lo que nos tocaba: la preparación de equipos y propuestas electorales.

En el mismo acto que ha mencionado, De Andrés acusó al PNV de querer derivar a Bilbao la toma de decisiones que afectan a Álava.

-Este es el discurso más rancio, el discurso de Unidad Alavesa. El PNV tiene 26 alcaldes en Álava. No hay ningún partido más arraigado al territorio. Tenemos alcaldes y concejales desde Oion hasta Artziniega, desde Asparrena a Ribera Baja; en todo el territorio, en todos los ayuntamientos. Nadie puede decir lo mismo. El PP es un partido con una presencia importante en Vitoria, fundamentalmente en algunos barrios, y en tres o cuatro localidades más. Y es un partido que está al dictado de lo que dice Madrid. Ni un solo dirigente importante del PP aspira a quedarse en Vitoria, todos quieren irse a Madrid. Por lo tanto, lecciones de alavesismo, ninguna. El PNV lleva más de cien años en Álava, mientras que el PP es un recién llegado.

Su teoría contradice la calificación de ‘verso suelto’ que en tantas ocasiones se ha atribuido al alcalde Maroto.

-Al alcalde Maroto le están paseando por todos los lugares donde el PP tiene representación como la gran esperanza de este partido. Él es el PP en estado puro. Es de los más ortodoxos del partido. Otra cosa es que en algunas cuestiones que sabe que son muy poco populares en Vitoria pacte con su partido una posición diferente, pero nunca se ha opuesto en serio a las cuestiones nucleares del PP y, sobre todo, no ha reclamado ni un solo euro a Madrid. Vitoria es la capital del Estado que menos recibe de Madrid, y esa situación le parece bien a Javier Maroto porque no quiere incomodar a Rajoy.

“Si algo ha hecho el PNV en Álava es clientelismo”. ¿Qué le responde al diputado general?

-A Javier de Andrés no le gusta que se invierta en el territorio alavés. Si fuera por el PP, las inversiones en Álava llegarían a tres barrios de Vitoria. El hecho de haber llegado hasta el último rincón de Álava con inversiones le molesta al PP. No puede soportar que las inversiones forales por iniciativa del PNV hayan llegado a municipios cuyos vecinos no le votan, por eso se manifiesta con esa vehemencia contra el PNV. Por otro lado, es evidente que dirige sus ataques a los partidos que considera rivales y con capacidad para ganar las elecciones. No pierde el tiempo con formaciones que considera que no están a la altura.

¿El PNV es el gran rival de De Andrés?

-Hay dos fuerzas con posibilidades reales de ganar ahora mismo las elecciones en Álava: el PNV y la izquierda abertzale. Lo hemos visto en las encuestas, cuatro desde septiembre, y todas colocan al PNV como primera fuerza en Álava, en un caso empatada con Podemos, y todas colocan al PP como tercera o cuarta fuerza. De ahí vienen los nervios y los continuos ataques al PNV.

Si relacionamos el tiempo que el diputado general habla de los demás partidos con su valoración electoral, está claro que los resultados del PSE no le asustan demasiado.

-El PSE es el responsable de que Javier de Andrés sea diputado general; eso es así. Creo que pase lo que pase en las elecciones forales De Andrés hará un llamamiento al PSE para que le apoye, como hizo hace tres años. Pero al margen de eso, es evidente que el PSE está en horas bajas, en una situación de mucha debilidad y el PP no le considera rival.

¿Qué le parece que se active una norma foral para que los diputados no tengan tarjeta bancaria a cuenta de la Diputación?

-Lo que hay que hacer es evitar los gastos injustificados. Hay que evitar que se gaste del dinero público un euro más de lo imprescindible. ¿Cómo se hace? De poco sirve eliminar las Visa si después se hacen cargos en cuenta. Uno puede ir a comer a un restaurante con tarjeta o diciéndole que cargue la cuenta a la Diputación. Lo mismo da. Lo más importante es que no haya un solo euro no necesario gastado por los cargos institucionales.

¿Y ahora mismo los hay?

-No me consta que los haya, pero me da la impresión de que plantear esto a tres meses de los comicios, habiendo tenido cuatro años para hacerlo, obedece a un interés exclusivamente electoral. Si hasta ahora no ha habido tarjetas Visa, ¿por qué es necesario hacer una normal foral? Es una medida de propaganda y veremos más de aquí a mayo.

¿Si usted gobierna no habrá tarjetas Visa?

-No habrá tarjetas Visa ni gastos injustificados.

¿Por qué sube el paro en Álava mientras baja en los demás territorios?

-Tenemos una economía con gran peso del sector industrial, por encima del 30%, y eso hace que sea más lento generar empleo, pero cuando se genera es de más calidad. Y tenemos muchas empresas pequeñas con grandes dificultades para competir en el mercado global. A todo esto le acompaña el hecho de que la institución que mejor conoce el tejido productivo alavés no toma medidas. Las diputaciones tienen un papel fundamental en la reactivación económica, excepto la de Álava, que no hace nada. La suma de todos estos factores es decisiva para la parálisis de la actividad económica, el territorio está parado. Me consta que las empresas están esperando que alguien llegue al Gobierno foral para liderar la recuperación.

La ministra de Fomento propuso la creación de una nueva estación en Gasteiz para acoger el TAV. ¿Cómo lo valora?

-Durante toda esta legislatura el PP ha derivado las inversiones de la alta velocidad a Galicia, y ahora de repente dice que en cuatro años se va acabar la obra porque va a haber inversiones. Yo no me lo acabo de creer, pienso que es muy posible que pasen las elecciones y que volvamos a la situación anterior. No ha habido un compromiso firme no solo de acabar la Y, sino de enlazarla con Madrid. El tramo entre Álava y Burgos es fundamental y de momento no se va a hacer. En cuanto a la creación de una estación intermodal, me parece muy interesante. Habrá que ver cómo se desarrolla.

Esta semana Gorka Urtaran y usted conocerán quiénes les acompañarán en las listas electorales. ¿Teme que se reproduzca la división de hace cuatro años en la elaboración de las planchas?

-El PNV está en Álava en una situación de tranquilidad. Todo el mundo está intentando aportar para ganar las próximas elecciones. Nuestro proceso electoral interno es completamente democrático, es un sistema complejo en el que ha habido muchas propuestas pero también muy buen ambiente. Como dice, habrá que esperar a la segunda vuelta de esta semana para saber quiénes conforman las listas electorales, pero estoy absolutamente convencido de que hay una intención por parte de todos de echar una mano y empujar.

¿El hecho de elegir a los cabezas de lista con una antelación de un año es positivo para allanar la confección de las planchas?

-La elección temprana de los cabeza de lista ha sido muy positiva. Tanto a Gorka (Urtaran) como a mí nos ha permitido trabajar durante este año centrándonos en las propuestas para los próximos años. Me ha permitido recorrer el territorio pensando ya en qué propuestas concretas poner sobre la mesa. Soy muy partidario de la elección temprana de los cabezas de lista.