Gasteiz - A las estrecheces económicas que vive el Ayuntamiento de Gasteiz, que ha de tirar de una prórroga presupuestaria que ni siquiera puede financiar, pues le faltan 19 millones de euros de ingresos para cubrir los gastos previstos, se ha sumado ahora una desagradable noticia. Al igual que cuando, en plena cuesta de enero, al ciudadano corriente le llega una abultada multa de tráfico o una cuantiosa derrama de la comunidad, al equipo de gobierno de Javier Maroto le han rascado el bolsillo en el peor momento.

El Tribunal Supremo ha dictaminado, según dio ayer a conocer el grupo municipal del PNV, que el Consistorio deberá pagar 4,48 millones de euros más los intereses de tres lustros a los ciudadanos a los que se expropiaron 14 parcelas donde hoy se ubica el jardín botánico de Olarizu. Los dueños de las fincas consideraron que el gobierno de Alfonso Alonso no les pagó un precio justo por sus terrenos y llevaron el asunto a los tribunales, que ahora fallan de forma definitiva sobre más o menos la mitad de las cuantías reclamadas.

El alto tribunal no ha admitido el recurso del Consistorio en relación a esos 4,48 millones, por lo que en lo que respecta a esa cantidad no queda otra que pagar. Si ha estimado el recurso relativo a los otros 4,57 millones de euros que reclamaban los dueños de tres parcelas donde hoy crecen especies arbóreas de toda Europa. Así, los jueces deben decidir ahora si la factura aumenta, y si lo hace, en cuánto dinero.

Ayer el concejal jeltzale Borja Belandia ponía de manifiesto el nefasto efecto que tendrá la resolución judicial sobre las Cuentas municipales.

“El auto puede suponer que se tengan que revisar a fondo los números actuales por el impacto económico que la mala gestión del PP va a tener en la solvencia de las arcas municipales. Este es, desgraciadamente, otro capítulo más de la herencia envenenada que el equipo de gobierno de Alonso ha dejado a la ciudad y que se suma a los descalabros económicos del PP en Vitoria, como los alquileres de San Antonio, el alto de Las Neveras o el depósito ilegal de Yurre, entre otros”, dijo el edil nacionalista.

Los hechos, recordó Belandia, se remontan al año 2000, con Alfonso Alonso alcalde y Javier Maroto de concejal de Hacienda. Entonces, se inició el procedimiento de expropiación forzosa del conjunto de parcelas necesarias para la ampliación del Parque de Olarizu, a un precio de 24,59 euros el metro cuadrado. En el año 2003 se firmaron las actas de ocupación y el pago del precio estipulado por el Ayuntamiento.

Después de años de recursos y procedimientos en los juzgados, el Tribunal Supremo estima que el justiprecio del metro cuadrado de esas fincas es de 90 euros el metro cuadrado más el 5% de premio de afección y sentencia a favor de los propietarios de 14 de esas parcelas. El PNV ha calculado que, sumados los intereses y otros conceptos, la factura total podría superar los seis millones de euros, y que si el Supremo falla a favor de los propietarios en el los casos admitidos a trámite, esa cantidad se duplicaría.

Por ello, los nacionalistas pedirán hoy explicaciones al concejal de Hacienda, en comparecencia extraordinaria, sobre el impacto que esta sentencia judicial va a tener en la prórroga presupuestaria, “unas cuentas que vienen ya tocadas”.

Para Belandia, que acusa al PP de recortar en partidas de gastos fijos o servicios internos. “Es una irresponsabilidad absoluta plantear como previsiones para todo el año el Presupuesto que sólo cubre determinados servicios para unos meses”, advirtió.

Pago fraccionado Por su parte, el concejal de Urbanismo, Miguel Garnica, recordó que “de los nueve millones de euros reclamados por diferencias de valoración en terrenos de Olarizu, deberemos abonar la mitad”, y aseguró que solicitará un fraccionamiento de pago para que éste sea menos doloroso. “En todo momento los técnicos han defendido el interés público en la valoración de dichos terrenos”, dijo Garnica, quien se preocupó de resaltar que el auto del supremo no hace referencia a una sanción, “sino una diferencia en la valoración técnica de los terrenos”.