gasteiz - La comisión de investigación de Arabako Lanak se detuvo ayer en la polémica obra fallida del parking de Salinas de Añana que, a la postre, desembocó en la creación de este foro en las Juntas Generales. Un caso que se destapó el pasado mes de noviembre, a raíz del fulminante cese del director del área técnica de la sociedad foral, Gabriel Basterra, acusado de cometer irregularidades durante la adjudicación de estos trabajos. Analizada la documentación disponible, los miembros de la comisión concluyeron ayer que Arabako Lanak permitió que una empresa externa se embolsase alrededor de 27.000 euros por unos trabajos que nunca llegó a realizar gracias a una certificación cercana a los 65.000 firmada por el citado exdirector de la sociedad.
El relato de los hechos comienza con la sospechosa adjudicación de esta obra, para la que Arabako Lanak contacto con cinco empresas, aunque cuatro de ellas renunciaron a ella casi inmediatamente. Finalmente, la firma Pavial se hizo con la adjudicación, con una importante bajada del 28% sobre el precio de licitación y una rebaja en el tiempo de ejecución, pero sólo dos días después de firmar el contrato se dirigió por carta a Arabako Lanak solicitando que revisase el proyecto y los precios, advirtiendo ya sobre posibles imprevistos.
La empresa inició los trabajos el 12 de diciembre de 2013 y, sólo cinco días después, Basterra firmó la citada certificación de obra. Pavial abandonó la obra cinco meses después, con la mitad del trabajo sin realizar e incluso incluyendo en la certificación veinte visitas de la arqueóloga a la obra en tan solo tres días laborables. La polémica que rodea a este caso no quedó ahí, porque el exdirector ahora señalado, que en todo momento defendió su despido como improcedente, fue uno de los tres trabajadores que en su día denunciaron a Inspección de Trabajo el enrarecido y problemático ambiente que se vive en la sociedad foral desde que el diputado Javier Ruiz de Arbulo tomó sus riendas. La Inspección, por cierto, ha declinado comparecer en la comisión para ofrecer su versión de los hechos.
Las reacciones políticas no se hicieron esperar tras la sesión de ayer: “La negligencia ha sido de los técnicos, pero lo que es evidente es que esta obra se ha desarrollado dentro del mandato de este diputado, que tiene la responsabilidad de la gestión”, advirtió, por ejemplo, el portavoz del PNV en la comisión, Kepa Aldama. “Es evidente que el director de esta obra no cumplió con sus funciones, se pensó que aquello era un cortijo y firmó certificaciones totalmente falsas como luego ha quedado demostrado”, aseguró, por su parte, Patxi Martínez de Albeniz (EH Bildu).
La comisión se reanudará la semana que viene con el análisis de los expedientes de Quintanilla de la Ribera, Leza y Elciego y Muro. - C.M.O.