son las 11.00 horas y en bulevar de Salburua hay muy poca gente por la calle. En plena resaca del día de Reyes, el frío no invita a pasear, y el aspecto de las calles tampoco. Esta vía, la principal arteria del barrio vitoriano junto con la Avenida Juan Carlos I, ha salido muy mal parada de las Navidades. Los contenedores ubicados en el cruce con la calle Nicosia están rodeados de basura, pero no se trata únicamente de restos de los regalos navideños. En las medianas de la calle se pueden ver bolsas y papeles dispersados por doquier, y los alcorques, donde la hierba crece sin impedimento alguno, retienen también papeles y otros restos de residuos. Sobre la acera del bulevar reposan excrementos de perros, y un poco más allá, en los solares vacíos de la zona de Gabriela Mistral, las bolsas vuelan libres por las parcelas.
Al otro extremo de la ciudad, en bulevar de Mariturri, la basura se apila junto a las farolas. En esta larga vía desemboca la calle Portal de Zuazo. El confeti de la Nochevieja, celebrada hace una semana, da colorido tanto a las aceras como a la calzada de esta vía, en cuyos márgenes reposan botellines de agua vacíos, cajetillas de cigarrillos, paquetes de patatas fritas y todo género de desechos. Doblando a la derecha por la calle Labastida se sale a plaza donde muere el parque de Salinillas de Buradón. En el jardín, las palomas se desayunan los restos de un bocadillo, y de nuevo los excrementos de perro surgen de la hierba.
“Los contenedores de reciclaje hace ya mucho tiempo que se desbordan. Estas navidades más todavía, pero esto viene de muy atrás, está todo bastante descuidado, y por lo que veo en las redes sociales el resto de barrios están igual. Todas las quejas de los vecinos van con razón”, señala Aitor Sánchez, mientras cruza por el amplio parque de Zabalgana. Pedro Rodríguez, por contra, no cree que Zabalgana esté muy sucio. “Habrá zonas que estén bien y otras, como las parcelas sin construir, que tienen bastante porquería, pero yo particularmente veo el barrio bastante curioso”.
orines en san roque La calle Zapatería está recién regada a mediodía. La antigua vía gremial está limpia, pero por el cantón de San Roque, que la atraviesa en su camino hacia la calle Diputación, bajan regueros de orines, restos de una noche de Reyes en la que muchos vitorianos salen de fiesta, pero de la que ya han pasado más de veinticuatro horas.
En Koldo Mitxelena y Bizenta Mogel, en la zona de Aranzabal, también se acumula la basura, en este caso junto a los contenedores. Ayer a mediodía el confeti seguía desperdigado junto a los depósitos azul y amarillo, en el cruce de la primera de estas calles con Micaela Portilla, y en los alcorques cercanos. En el contenedor de envases de Bizenta Moguel las botellas desbordaban el mismo varias horas antes de que los Reyes Magos llenaran las casas de la ciudad de todo tipo de envoltorios de plásticos. También en la zona de Lovaina, en la plaza Juan de Ayala, un colchón permanecía tirado desde el sábado, según denunciaba un vecino de la zona en el buzón ciudadano.
A medio camino entre Salburua y Zabalgana ha nacido un nuevo barrio en lo que hasta hace poco no eran sino fincas de cultivo. Entre el pueblo de Aretxabaleta y la calle Zumabide hay varias calles nuevas en las que la limpieza también deja mucho que desear. Las vías están llenas de papeles, y al igual que en los dos grandes barrios periféricos de Vitoria, el viento que corre a sus anchas por las abiertas calles contribuye, junto a gatos e incluso animales llegados desde el monte, a distribuir la basura por todo el entorno. También al igual que en Salburua y Zabalgana, los solares vacíos son focos de suciedad.
Una visita a Lakua, en cambio, revela un panorama sensiblemente mejor, al menos a la altura de las calles Landaberde, Donostia y Avenida del Zadorra, en el entorno de los chalés de Ibaiondo. Aunque también hay bolsas de basura junto a algunas farolas, pues algunos mantienen las viejas y más sucias costumbres vitorianas, las calles a primera vista aparecen mucho más limpias.
Salburua. En bulevar de Salburua, la basura se acumula en los contenedores, pero también en los alcorques, en las aceras y en las medianas. En los solares del entorno, llenos de vegetación, hay bolsas de plástico de todo tipo.
Zabalgana. El confeti de Nochevieja sigue en las aceras y en la calzada de la calle Portal de Zuazo, conviviendo con botellas de plástico y paquetes de cigarrillos o patatas fritas, y en la plaza de la calle Labastida hay excrementos de perro, bolsas y desperdicios en los jardines.
Casco Medieval. Por el cantón de San Roque bajan los orines fruto de la juerga que muchos celebraron en la víspera del día de Reyes. En la calle Zapatería, en cambio, acaban de regar el empedrado.
Lovaina. En Bizenta Mogel y Koldo Mitxelena todavía hay confeti de la pasada Nochevieja, y los contenedores de reciclaje de envases están llenos a rebosar.
Lakua. Sólo algunas bolsas de basura junto a unas pocas farolas dan imagen de suciedad entre la Avenida del Zadorra y la calle Landaberde, al norte del barrio de Lakua.
Aretxabaleta. El nuevo barrio ubicado al sur de la capital alavesa presenta las aceras sucias.