Vitoria. La Audiencia de Álava ha condenado a cinco años de cárcel a un joven que acuchilló a un empleado de un centro de rehabilitación de toxicómanos de Vitoria en el que había sido tratado anteriormente.

Además de la pena de cárcel impuesta, el acusado deberá indemnizar a la víctima con 5.286 euros por las graves lesiones y secuelas sufridas y no podrá acercarse a menos de 200 metros ni comunicarse con ella durante seis años.

La sentencia dictada por la Sección Segunda de la Audiencia alavesa le impone estas penas como autor de un delito de asesinato en grado de tentativa, aunque le aplica las atenuantes de drogadicción y reparación del daño causado, ya que consignó en el juzgado 2.500 euros para pagar la multa por responsabilidad civil.

La Audiencia considera probado que, el joven, de 29 años y nacido en Carmona (Sevilla), que ya había sido condenado en 2010 a dos años de cárcel por un delito de lesiones, acudió el 10 de abril de 2013 al centro de rehabilitación de toxicómanos Karem de Vitoria.El acusado se dirigió a la víctima, a la que conocía porque había seguido un tratamiento en este centro, y le pidió un cuchillo.

Como el empleado no se lo dio salió a la calle y empezó a molestar a los viandantes, por lo que el empleado avisó a la Policía y el joven se marchó del lugar.No obstante, regresó más tarde y, sin mediar palabra, le clavó al empleado un cuchillo jamonero de 25 centímetros de hoja en el pecho y posteriormente se lo volvió a clavar en la pierna derecha y le dio puñetazos en la cara hasta que la víctima pudo arrebatarle el arma, momento en que el agresor huyó.

Dos horas y media después fue localizado y detenido por la Ertzaintza en la estación de autobuses de Vitoria.El herido tuvo que ser ingresado en la UCI del Hospital de Txagorritxu de Vitoria con una herida en la región pectoral, contusión pulmonar y neumotórax izquierdo, así como otras heridas en la ceja izquierda y el muslo derecho por las que estuvo hospitalizado seis días y tardó otros 66 en curar de sus lesiones.

La Sala destaca que se trata de un delito de asesinato en grado de tentativa porque la herida en el pecho, "próxima a los grandes vasos de salida del corazón", pudo ocasionar la muerte de la víctima.No obstante, le aplica la atenuante de drogadicción ya que el procesado presenta "dependencia de cannabis, cocaína y abuso de alcohol", además de un "trastorno adaptativo", aunque considera que cuando ocurrieron los hechos tenía facultades "en grado suficiente para conocer sus actos".

Su abogado defensor llegó a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía, de forma que el inculpado aceptó las penas impuestas.