Álava se va a la prórroga. Los Presupuestos forales diseñados por Javier de Andrés, al igual que sus gemelos municipales, quedarán congelados -con mínimas variaciones- en la misma instantánea que hace un año. A cinco meses de las elecciones, la Diputación popular afronta su recta final en el mismo contexto que ha cimentado toda su legislatura: en solitario y sin apoyos. En realidad, el proyecto de Cuentas prorrogado contará con un montante similar a los 425 millones previstos para 2015 -13,4 millones más que el pasado año- pues los créditos de compromiso, el abono de la extra de Navidad de 2012 a los funcionarios y el gasto para la celebración de las elecciones elevarán finalmente el total frente a los 412 millones del curso pasado. Pero la falta de acuerdo no significa que Álava vaya a permanecer congelada, pues los grupos de la oposición ya han anunciado que intentarán introducir partidas nuevas mediante acuerdos recurriendo a normas forales.
Cuando la semana pasada vio que sus Presupuestos estaban abocados a la nada tras el rechazo frontal del PNV, el diputado general tiró de manual de comunicación política y decidió retirar su proyecto antes que enfrentarse a un debate en las Juntas Generales para defenderlo. Un Pleno, que ya no se producirá, en el que De Andrés tendría que haber explicado, entre otras cosas, en qué consistía concretamente su plan de empleo para Álava, ideado con apenas dos partidas nuevas respecto al año pasado, o explayarse en sus recortes al fomento del euskera y diversos colectivos sociales.
Pero como en política siempre es mejor llevar la iniciativa, el diputado general decidió tirar por el camino fácil y decir que su Presupuesto se iba porque quería, no porque lo echaran. En palabras de Javier de Andrés, la ausencia de quórum presupuestario “perjudica a todos y no beneficia a nadie” y sitúa como grandes perjudicados al parque de Lamuza, en el que se iban a invertir tres millones de euros y se quedará en uno, o algunos colectivos cuya partida económica -no muy suculenta en cualquier caso- se incrementaba la friolera de un 1%.
Para el diputado general también los parados salen perjudicados por no contar con 1,2 millones de más para el plan de empleo, de los que la mayor parte -560.000 euros- iban a parar a una partida laboral destinada a “conservación y restauración del patrimonio construido”. Así las cosas, la gran pregunta ahora mismo que este periódico ha trasladado a los grupos forales es saber qué escenario le espera a Álava en estos cinco últimos meses de legislatura. ¿Hay margen para hacer algo más que pasar las hojas del calendario hasta las elecciones?
valoraciones “No vamos a permitir que la incapacidad del Partido Popular para llegar a acuerdos presupuestarios castigue a Álava, por eso presentaremos propuestas para que, a pesar de no tener Presupuestos, cuente durante los próximos meses con el plan de reactivación de la economía y el empleo que necesita”, expone Ramiro González, portavoz juntero y candidato a diputado general del PNV.
Las negociaciones entre los jeltzales y el Gobierno foral no llegaron a a buen puerto, y el resultado final se anticipaba bastante claro cuando en una de las últimas reuniones, que iba a celebrarse el 26 de noviembre entre Ramiro González y Javier de Andrés, el segundo ni siquiera se presentó, enviando a un emisario en su lugar. El plan de empleo y las iniciativas para impulsar Foronda eran la clave a despejar en las negociaciones, pero no hubo acuerdo a dos bandas como sí sucedió el año pasado por estas fechas. Ahora, Ramiro González, que hace poco pedía a De Andrés que no fuera “cobarde” y se atreviera “a debatir las Cuentas”, considera al Gobierno foral “agotado y sin ideas”.
Para el portavoz de EH Bildu, Gorka Ortiz de Guinea, la prórroga presupuestaria deja a Álava “prácticamente como estaba”. “Desde la oposición tenemos ahora la oportunidad y la responsabilidad de mejorar las Cuentas a través de la presentación de normas forales. Existen necesidades y proyectos urgentes que se pueden solucionar y que el PP no tenía interés alguno en impulsar”, argumentan desde EH Bildu, donde consideran el proyecto fallido de De Andrés “una reedición de los presupuestos que no han servido a Araba para salir de la situación en la que está”. La coalición abertzale va a presentar hasta siete proposiciones de norma foral para, entre otras, buscar una financiación de 1,7 millones de euros para los dos ayuntamientos de Trebiño.
La opción de que la Diputación tenga que bailar los próximos meses al ritmo que marque la oposición se antoja el escenario más plausible habida cuenta de la soledad del gabinete De Andrés, con sólo 16 de los 51 procuradores en la Cámara foral. “El diputado general ha demostrado su incompetencia para resolver los problemas, así que desde las Juntas Generales vamos a destinar el dinero existente a todos aquellos programas y acciones que se consideren más prioritarios”, adelanta también Cristina González, portavoz juntera socialista, antes de incidir en que “desde el PSE vamos a intentar sumar voluntades y presentar aquellas proposiciones necesarias para usar esos recursos de forma diametralmente opuesta a como quiere el PP”. La primera propuesta del PSE en este sentido llegó de hecho el pasado miércoles en relación al parque de Lamuza, con una norma en la que solicitan que se aumente hasta los tres millones de euros el gasto para las adecuaciones en el parque y la casa de la música de Llodio en 2015, además de crear dos créditos de compromiso para 2016 y 2017 de tres millones cada uno. Con la prórroga, el gasto en Lamuza se reduce a un millón en 2015.
cambio de ciclo Asumido que su proyecto está muerto antes de nacer, el Partido Popular lanza ahora un mensaje de pesimismo sobre el futuro que le espera al territorio en los cinco meses que restan hasta las elecciones, aunque aseguran que harán “todo lo posible para que Álava no pierda las oportunidades del cambio de ciclo económico, aunque sin Presupuesto será más complicado lograrlo”, considera Ana Morales, portavoz del grupo juntero popular, para la que con la prórroga presupuestaria “salen perdiendo todos los alaveses, especialmente los que necesitan un empleo porque no saldrá adelante el plan previsto por la Diputación, ni se podrán prorrogar incrementos y mejoras en subvenciones e inversiones”.
Morales lamenta el hecho de que, en su opinión, “las negociaciones con el PNV se rompieron porque los alaveses hemos sido moneda de cambio en el acuerdo presupuestario para el Gobierno Vasco, es el precio político que impone el PSE”.
Al mismo tiempo, desde Ezker Batua Berdeak creen que en los cinco meses que restan de legislatura “continuará la situación de deterioro económico, que en Álava se refleja en la ausencia de bienestar en cada vez más personas”, asevera Nerea Gálvez, portavoz juntera de EB, que recuerda que “cuando aumentan los índices de empleo es con trabajo inestable, precario y mal pagado”, y no cree que nada de eso vaya a cambiar en el territorio. El martes, la prórroga presupuestaria quedará aprobada y finiquitada con su aprobación en el Pleno foral. Desde ese instante, Álava se moverá hasta mayo al ritmo que marque la precampaña electoral.