vitoria - A Javier Maroto le da igual gobernar en los últimos meses de la legislatura con una prórroga presupuestaria, porque todo lo que tenía que hacer ya lo ha hecho y sólo necesita fondos para el funcionamiento ordinario de la ciudad. Según afirmó ayer, la decisión de PNV y PSE de presentar una enmienda a la totalidad de las Cuentas del PP, respaldada por EH Bildu, responde a una orden de las cúpulas de sus partidos en Euskadi y no a las discrepancias sobre los ingresos y los gastos propuestos por el alcalde. Sea como sea, “les ha salido el tiro por la culata”, dijo Maroto.

En ese sentido, las grandes inversiones más visibles de la ciudad, como la estación de autobuses, las obras de la Avenida Gasteiz o del Palacio Europa, el nuevo Ayuntamiento de San Martín o el centro cívico de Salburua, están finalizadas o a punto de terminar, y con dotación económica suficiente en todos los casos. De hecho, la planificación de la legislatura realizada por el PP en Gasteiz le va a permitir a Maroto inaugurar multitud de grandes infraestructuras a escasos meses de la cita con las urnas después de casi cuatro años de obras por toda la ciudad. El polvo, el ruido, los perjuicios económicos a hosteleros o comerciantes, o los retrasos y polémicas que acarrea cualquier gran obra van a quedar sumidos en el olvido en el momento justo.

Guión anunciado Todo ello a pesar de que ayer se cumplió el guión anunciado un día antes en la comisión de Hacienda y, en el Pleno extraordinario celebrado a primera hora de la mañana PNV y PSE presentaron su enmienda a la totalidad, que contó con el respaldo de EH Bildu, y obligó a Maroto a aparcar su proyecto presupuestario para 2015, por lo que en tres semanas entrará en vigor la prórroga, la segunda de la legislatura después de que el primer año de mandato del alcalde popular se ejecutará con la previsión de ingresos y gastos de su antecesor, Patxi Lazcoz.

Aunque en los dos últimos ejercicios el PNV había apoyado los Presupuestos de Maroto a cambio de introducir diversas mejoras sociales o de equipamientos en los barrios, el hecho de que en cinco meses haya que ir a votar un nuevo Ayuntamiento hacía muy difícil reeditar un acuerdo que sin embargo, afirman las dos partes, se ha intentando renovar sin éxito durante todo el otoño. Ambas formaciones se culpan mutuamente de no querer pactar, pero más allá de quién tuviera más o menos voluntad, lo cierto es que la lógica dictaba tras el verano que en 2015 no iba a haber Presupuesto en Gasteiz, y no lo hay.

Al margen de los condicionantes meramente locales, para Maroto la negativa de PNV y PSE a respaldar sus Cuentas responde al acuerdo alcanzado en el Parlamento entre los dos partidos para aprobar el Presupuesto del lehendakari, Iñigo Urkullu, en el Gobierno Vasco, respaldo que según Maroto acarrea como contrapartida el veto al resto de partidos en otras instituciones. “Casualidad; todos los presupuestos de Gipuzkoa, Álava y Vitoria los tumba el PNV en la misma semana, lo que ocurre es que la decisión no es del grupo municipal, sino que hacen lo que les ha dicho el Araba Buru Batzar y el Euzkadi Buru Batzar”, afirmó el alcalde gasteiztarra. En todo caso, remató, “en Vitoria ese acuerdo llega tarde”.

En cuanto a las responsabilidades de la prórroga, el portavoz del PNV, Gorka Urtaran, viene denunciando desde hace semanas que el alcalde no ha mostrado ningún interés por reunirse con él, que en algunos casos ni siquiera ha respondido a sus correos electrónicos y que las llamadas telefónicas del líder jeltzale han sido atendidas con evasivas y desgana. En ese sentido, ayer Maroto aseguraba que recientemente ambos políticos celebraron una reunión para tratar de acercar posturas con respecto a las Cuentas, pero según el alcalde el PNV le presentó “una hoja en la que se descubre que la predisposición es nula”.

Las condiciones Las exigencias de los jeltzales para apoyar a Maroto, explicadas por ellos mismos en varias ocasiones, pasaban por renunciar a sacar 10 millones de euros de Amvisa para financiar el Presupuesto, en congelar el IAE (Maroto accedió a rebajarlo un 10% como gesto de “buena voluntad”), en recuperar las partidas de cooperación al desarrollo o en adquirir un compromiso para no alimentar más el incendio social a cuenta de las ayudas sociales.

Maroto dijo, en el caso del recurso a los fondos de Amvisa, que si aceptaba renunciar a ellos, el PNV sería el encargado de decidir dónde se dejarían de gastar esos diez millones, haciendo ver que la responsabilidad de los recortes sería de los nacionalistas. En todo caso, toda la oposición se opuso a sacar fondos de la sociedad municipal del aguas, ante las inversiones que tiene pendientes en los próximos ejercicios y el riesgo de descapitalización de la misma que supondría.

Mientras pasaban las semanas el acuerdo parecía más lejano, pese a que todos los protagonistas de las negociaciones repetían a la menor ocasión su voluntad de alcanzar el pacto y el escaso interés que veían en la parte contraria. En ese sentido, durante la presentación de los Presupuestos por áreas, todos los concejales del Partido Popular invitaron al PNV a negociar, excluyendo directamente a EH Bildu y PSE de un eventual pacto que al final no ha sido posible.

Sin Cuentas. PNV y PSE han planteado una enmienda a la totalidad, apoyada por EH Bildu, que ha obligado al alcalde vitoriano, Javier Maroto, a retirar su proyecto presupuestario para el año 2015.

Proyectos. El Partido Popular ha planificado la legislatura de tal forma que en los últimos meses antes de las elecciones todas las obras e inversiones programadas estarán listas para inaugurar, por lo que sólo necesita las Cuentas para el funcionamiento ordinario de la ciudad.