el puente se anticipa frío y lluvioso en Gasteiz, pero eso no significa que vitorianos y visitantes no puedan disfrutar de un poco de calor navideño de la mano de la tradicional feria Goxo Goxo. Desde hoy y hasta el lunes, una veintena de comercios alaveses instalarán sus puestos en la zona de la plaza de Correos y la calle Independencia para trasladar sus productos artesanos a la quinta edición de este encuentro comercial en la capital alavesa. Un escenario en el que los más golosos sabrán cuándo entran, pero no cuándo salen.

De todos los puestos que estarán presentes, uno de los que a buen seguro mayor atención acaparará será el de las hermanas Clarisas de Agurain. Ellas, evidentemente, no estarán presentes -son monjas de clausura- así que serán voluntarios los que se encargarán de vender los chocolates, mazapanes, turrones o trufas, entre otros manjares, que elaboran con un mimo especial y la colaboración de las hermanas misioneras que viven en Ecuador. “Las trufas, por ejemplo, gustan mucho porque ellas nos mandan el cacao tostado y pelado desde Ecuador y aquí lo molemos y añadimos al chocolate”, explica desde el convento aguraindarra una de las hermanas, Conchi Ruiz de Munain.

Los clientes que adquieran sus productos en Goxo Goxo tendrán el cielo ganado por partida doble, pues además de degustar sus dulces ayudarán a que las hermanas Clarisas puedan seguir pagando las obras del convento, que les están causando más de un quebradero de cabeza. “Hemos tenido que arreglar el convento y nos hemos metido hasta las pestañas. Se ha disparado todo por las nubes, pero creo que Dios quiere que podamos pagar las obras vendiendo nuestros productos”, sostiene con una sonrisa esta hermana, consciente de que el cuidado con el que cocinan sus manjares -“con todo traído de los pueblos de por aquí”- les confiere un toque propio que no lo da la elaboración “en una fábrica”. “Los hacemos con todo el cariño y acordándonos de los que se los van a comer, para que sientan la dulzura de Dios”, sostiene Conchi Ruiz de Munain.

Menos divinos pero no por ello menos gloriosos son los quesos que pondrá sobre la mesa en Goxo Goxo Arturo Iglesias, de La casa de los quesos, durante los tres próximos días. Aunque en su establecimiento cuenta con nada menos que trescientos tipos diferentes de este producto, su puesto en la feria contará con casi setenta para hacer las delicias de los vitorianos más queseros, que son muchos. “Los vitorianos son muy queseros, aunque todavía es difícil sacarles del Idiazabal, y eso que lo vamos consiguiendo poco a poco y cada vez se lanzan más a probar otras denominaciones o quesos internacionales”, apunta Iglesias, que a buen seguro dejará alucinados a muchos de los que se acerquen a su txoko con la máquina Girolle, que transforma un pedazo de queso en una flor. Magia.

“Se clava en la máquina un queso suizo, el Tête de Moine, y por cada giro sale una flor. A la gente le llama muchísimo la atención”, asegura el responsable de La casa de los quesos gasteiztarra, que acude a Goxo Goxo por tercer año consecutivo y será víctima como pocos del frío -e incluso la nieve, según las previsiones- que azotará Vitoria durante este puente de la Constitución. “Otros meten un calefactor en la caseta pero yo no puedo para que no afecte a la temperatura de los quesos. Me toca chupar un frío de narices todos los años”, subraya sincero entre risas.

salir de la tienda Teniendo en cuenta que todavía restan veinte días para Nochebuena, los alaveses que desde hoy se animen a comprar los productos culinarios de los comercios de Goxo Goxo van a tener que hacer una ardua labor de contrición para que chocolates, turrones y demás lleguen a la mesa familiar sanos y salvos en esa noche tan especial. “Muchos clientes vienen a comprar los turrones, por ejemplo, y dicen que los van a guardar para Navidad. Pero se los comen y tienen que volver a comprar más a los pocos días, señal de que les ha gustado. Cuando llegan estas fechas los vitorianos somos mucho más golosos que el resto del año”, asevera Álvaro Ortiz Murgia, maestro pastelero de La Peña Dulce y Chokoreeto, que además de polvorones, yemas, trufas, chocolate caliente o piruletas lucirá en sus estante dos de sus productos estrella: las tabletas de turrón en formato mini y las nubes de chocolate con las que ha cruzado fronteras y llegado hasta Japón.

“Son como los jamones rosas de siempre pero con sabor de chocolate negro o blanco. Vendimos unas unidades a Japón a través de un contacto al que distribuimos trufas y les gustaron mucho”, expone Álvaro Ortiz, que acudirá a Goxo Goxo consciente de que en estos tiempos “siempre es bueno sacar tu producto a la calle y acercarte a otro tipo de clientela que no te conoce o no entra a tu tienda habitualmente”.

Un objetivo que comparte con otros asistentes a la feria de la calle Independencia y la plaza de Correos, organizada por la Federación Alavesa de Comercio. “A las tiendas la feria nos viene muy bien. La nuestra, por ejemplo, está en pleno centro de la ciudad, pero como Vitoria la están desertizando completamente tengo que salir a que la gente me conozca. Cada vez viene menos gente al centro, así que tienes que salir tú. No me puedo quedar sentada en mi local tal y como están los tiempos, aunque en Goxo Goxo yo tengo el puesto a cincuenta metros de mi tienda”, argumenta Elena Entrialgo, de la perfumería Ibarrondo. Y es que no sólo de dulces vive Goxo Goxo.

En su caso, Ibarrondo acudirá a la feria con un objetivo diáfano, promocionar su producto estrella: el agua blanca de Vitoria. “La creamos cuando cumplimos el sesenta aniversario, inspirada en el parque de La Florida”, explica Elena Entrialgo sobre una fragancia elaborada por el perfumista Jimmy Boyd con un diseño del reconocido artista gasteiztarra -y a la sazón hermano de Elena- Mauro Entrialgo. “El año pasado participamos en la feria por primera vez y gustó muchísimo. Me gusta el ambiente que se genera. En vez de Vitoria parecía el mercado de Nuremberg”, rememora Elena, aunque no alemanes, sino alaveses, son los veinte comercios que participan en la feria.

“La gente tiene ganas de cosas distintas, de comprar en entornos distintos, así que la mayoría se lleva un chasco cuando les dices que la feria sólo va a estar cuatro días. Te piden que te quedes hasta Navidad”, sostiene finalmente Bienvi Batanete, de Delicatessen La Blanca, sobre su experiencia del pasado año. En esta edición hace doblete, además, con Licores La Blanca, formando una pareja de casetas en la feria con productos dulces, como mermeladas de todo tipo y condición “tenemos de manzana, canela y nuez, de melocotón, ron y almendras o los chocolates con pétalos de flores” además de delicias saladas como vinagres especiales, bonito del norte y otras sorpresas.

Bienvi Batanete lamenta que, pese a ser la quinta edición, “la gente se encuentra la feria mientras pasea más que ir directamente a ella”, y por eso toca adaptarse a las circunstancias y vender “productos más bien baratos y sobre todo que no pesen ni sean muy grandes, porque si no te dicen que no quieren meterlo en el bolso o llevarlo en el tranvía hasta casa”. Con el temor común a que la nieve haga acto de presencia, los comerciantes alaveses poblarán un año más la feria Goxo Goxo para adelantar la Navidad a los gasteiztarras.

Feria. Goxo Goxo, organizado por la Federación de Comercio de Álava, cumple este año su quinta edición concentrando a una veintena de comercios alaveses en el centro de la ciudad para vender sus productos.

Horario. La feria abre sus puertas esta tarde a las 18.00 horas hasta las 21.30 horas. Sábado y domingo estará abierta de 12.00 a 14.30 horas y de 18.00 a 21.30 horas, y el lunes, último día, sólo en horario de mañana.

Comercios. Los establecimientos alaveses que contarán con puestos en la feria son los siguientes: Oleoteca Gourmet La Chinata, Licores La Blanca, Librería-Papelería Ayala, Quesos Izoria, Intermelos, Delicias, Autoservicio Lucerito, La Peña Dulce y Chokoreeto, El olivo de Luarca, Paté Artesano Imuru, Delicatessen La Blanca, La Guinda, Corre 34 Delicatessen, Pan San Prudencio, Hermanas Clarisas, La casa de los quesos, Pastelería Araia, Ibarrondo y Librería Anegón.