Bilbao - A dos años vista del inicio de la legislatura, el consejero de Salud, Jon Darpón, avaló ayer en la conferencia en el Fórum Europa-Tribuna Euskadi en Bilbao que “pese a la crisis económica, mantenemos Osakidetza, sin dejar de ofrecer ninguna de las prestaciones de su cartera de servicios y sin que se haya cerrado ningún centro sanitario”, certificó. “Estamos siendo capaces de hacer una gestión responsable invirtiendo el dinero público al ritmo que nos permiten los recursos disponibles”, garantizó, recordando los 1.564 euros de gasto sanitario por cada vasco durante el próximo año.

En una charla que se convirtió en un pormenorizado balance de su gestión al frente del Departamento de Salud, recapituló las líneas estratégicas de actuación y recalcó que “hemos sido capaces de racionalizar los recursos”. Por tercer ejercicio consecutivo, el Departamento de Salud ha presentado para 2015 “unos presupuestos suficientes en un contexto de crisis” que ascienden a 3.390 millones de euros, “una apuesta nítida del Gobierno del lehendakari Urkullu por las personas, y por las políticas sociales”, sostuvo.

El responsable de Salud se refirió al carácter universal de la asistencia sanitaria pública, un objetivo para el que el Ejecutivo de Gasteiz desarrolla “todas las medidas jurídicas a su alcance”. Por ello, afirmó que confía en que el Tribunal Constitucional avale el decreto vasco que regula la asistencia a inmigrantes en situación irregular, “cuando se pronuncie sobre el fondo de la cuestión”. En esta línea, subrayó que Euskadi “siempre ha sido un país solidario” y animó a “tener memoria, y situar a la persona, su dignidad y sus derechos fundamentales, por encima de cualquier cuestión política”. Según testificó, la salud debe ser considerada “como un derecho humano y no como una consecuencia de la cotización a la Seguridad Social”.

“Como objetivo prioritario, por encima de cualquier otro, -insistió- nos marcamos salvaguardar el sistema sanitario de Euskadi, en la condición de servicio público, como así ha sido desde su creación en 1983”.

En opinión de Jon Darpón, el modelo asistencial camina hacia un sistema sanitario de mayor calidad y más sostenible. “Es indispensable adecuar el ritmo de crecimiento de las demandas a los recursos disponibles, que no es lo mismo que decir que se procede a hacer recortes”, aclaró el titular de Salud.

En este apartado, recordó las grandes cifras del presupuesto de Osakidetza (2.557,8 millones de euros), que experimenta un crecimiento del 2%. Por partidas, el gasto en personal, la principal partida, supone el 68% -1.751 millones-, la farmacia hospitalaria el 9% -239 millones-, el material sanitario el 9% -233 millones-, las inversiones el 2% (46,8 millones y el resto de gastos de funcionamiento el 2% (315 millones).

“Me gustaría remarcar que durante estos dos últimos años, no hemos gastado más de lo que teníamos, y Osakidetza se mantiene saneada económicamente, un objetivo clave para garantizar su futuro”, destacó.

Un reto nada sencillo dada la foto fija de envejecimiento y cronicidad que atenaza el sistema. De hecho, alegó, “somos una de las sociedades más envejecidas, de la ya por si vieja Europa”. La población vasca, en los próximos años, sufrirá un descenso del número de habitantes y continuará profundizando en la brecha del envejecimiento. En 2025, los mayores de 65 años pasarán a ser el 26%, una de cada cuatro personas, y los mayores de 80 años alcanzaran el 8,2%; “un factor que junto a una esperanza de vida entre las mayores del mundo, y una tasa de natalidad muy baja del 9,3%, marcarán el futuro de nuestro sistema sanitario y del resto de políticas sociales”, ratificó.

Además, el consejero se refirió al II Plan de Normalización del euskera y tras asegurar que es “falso” que se valore más el conocimiento de esta lengua que la valía profesional, admitió que siente “vergüenza” de que después de los 31 años que está en servicio, Osakidetza todavía no sea capaz de garantizar el derecho de todos los ciudadanos a ser atendidos en euskera.