vitoria - La ciudad palpita. En medio de una crisis que lo mediatiza todo, a las puertas de un nuevo periodo electoral, el debate sobre ayudas sociales e inmigración se ha hecho un hueco a bocados simplificado y convertido en arma por un alcalde que se presenta como adalid “de la calle”. ¿De toda? En absoluto. En una ciudad “de mil colores”, que se enriquece y se enorgullece de la convivencia forjada entre diferentes, han saltado las alarmas. Y quienes se niegan a enfrentar a unos vecinos con otros sólo por su origen, cultura o religión, han unido sus voces para reivindicar y proteger un modelo de paz social inclusivo y plural.
¿Cómo ha sido la gestación de esta iniciativa? ¿Por qué deciden activarse y ponerse a trabajar juntos?
- E.P.: Pues todo nace de la necesidad. De la creciente preocupación que existe en muchos sectores por las cosas que están pasando desde verano. Aquello nos llevó a movernos por separado, y cuando nos dimos cuenta decidimos aunar fuerzas y trabajar juntas personas, asociaciones y ONGs.
¿Por qué Gora Gasteiz!?
- E.P.: Porque el propio nombre demuestra una forma de poner en valor esa Gasteiz social que nos gusta, la que queremos. Porque a muchos nos estaba dando miedo que a esta ciudad se le empezara a conocer o a asociar con cosas muy feas, y ésta es nuestra manera de recuperar el nombre de Gasteiz en positivo.
- R.A.: Sí. Éste es un elemento clave, el lenguaje positivo, el optimismo, porque muchas de las plataformas y asociaciones que hemos estado trabajando hasta ahora contra los mensajes de tinte racista y xenófobo que se han estado lanzando desde el Ayuntamiento y desde otros lugares hemos estado lanzando mensajes como basta ya, no en mi nombre,... Más beligerantes. Y la ciudadanía creo que se está sintiendo atraída porque el nuestro es otro discurso, siempre en positivo y en constructivo. En clave negativa y destructiva ya hay demasiados.
Dicen surgir en respuesta a quienes usan su poder para “dirigir a la sociedad por el camino del racismo, el individualismo y la exclusión social”. Un mensaje que parece tener un destinatario claro...
- R.A.: Sí que lo tiene, porque la libertad de expresión es un derecho fundamental, pero cuando tienes un cargo político y un acceso tan privilegiado a los medios tienes una responsabilidad adicional. Efectivamente aquel 15 de julio se lanzó a la ciudadanía un mensaje que la mayoría no podía contrarrestar porque no tenía información suficiente. Por eso sí que nos dirigimos a la clase política para pedirle responsabilidad. Para decirle que no todo vale.
Aunque hablan de “la Alcaldía” y “los mensajes de este verano”, veo que evitan referirse directamente a Javier Maroto. ¿Por qué?
- E.P.: Porque aunque es verdad que nos ponemos a trabajar juntos por unas declaraciones suyas que a mí personalmente me generan pánico y una tristeza absoluta, pensamos que es más sano no entrar en esa confrontación Maroto sí, Maroto no que sólo le conviene a él.
- R.A.: Sí. Además eso ya se está haciendo desde otras organizaciones. El Fiscal Superior del País Vasco está decidiendo en estos momentos si ha incurrido en incitación al odio o no. Nuestro rasgo distintivo es buscar ese lugar que faltaba de lenguaje positivo y blindarnos en torno a él.
¿Creen que hay algo de verdad en esa denuncia de que los magrebíes abusan de las ayudas sociales?
- R.A.: Absolutamente no. Es una estrategia de distracción basada en unos datos que no son reales. Que están torcidos a voluntad y conveniencia y que están totalmente refutados por otras instancias. Por eso, lo que estamos diciendo es que no nos vamos a dejar distraer, enredar ni engañar. Hay otras cosas que son mucho más relevantes y que deberían preocuparnos más como sociedad que si una persona está cobrando 618 euros para que con ello pueda sobrevivir una familia de tres miembros.
- E.P.: Cómo se juega con los datos es un problema muy gordo, porque parece que tienes que ser experto técnico para entender las prestaciones sociales y su desarrollo. Aquí se mezclan a propósito la RGI, que se da desde el Gobierno Vasco, las AES, que se gestionan a nivel municipal,... Se mezcla como si todo viniera del mismo punto y se sacan los datos en función de cómo interesan en cada momento porque saben que no podemos ser conscientes de todo el entramado legal y así intentan jugar con la sociedad. Crean debates y preocupaciones sociales inexistentes sin que haya nada tangible. Hasta donde sabemos, el fraude en las ayudas sociales es muy pequeño. Los fraudes grandes todos sabemos donde están, y sin embargo, increíblemente, no estamos hablando tanto de unos como de los otros.
Así que, como sostiene el libro ‘No piense en un elefante’, creen que Maroto lo ha logrado; que ha creado un marco en el que es imposible dejar de hablar del ‘elefante magrebí’ para centrarnos en fraudes fiscales y demás corruptelas.
- R.A.: Claro. Es una estrategia claramente electoral destinada exclusivamente a conseguir votos de cara a las próximas elecciones. Y ahí hay determinados temas que un partido como el que lidera el señor Maroto no quiere que sean evaluados. Por ejemplo cuál ha sido su capacidad de generación de empleo, que era una de sus promesas. Mejor ponemos la zanahoria al final del palo y que se peguen por este tema. Además no hay que olvidar que la gente que está siendo víctima de esta campaña, la que ve vulnerados sus derechos y su imagen por este discurso, no tiene capacidad de voto. Y así se cierra el círculo.
- E.P.: Así es. Y para mí lo más preocupante es que está enfrentando a gasteiztarras con gasteiztarras, y eso es muy grave. Somos vecinos y hemos vivido siempre en perfecta armonía, y es muy irresponsable poner eso en juego sólo por intereses partidistas, porque no sabemos a dónde puede llevarnos ese juego.
El caso es que desde que comenzaron a arreciarle las críticas, se escuda en que nunca ha tenido tanto respaldo en la calle. ¿Qué opinan de ese argumento?
-R.A.: Pues que se le puede responder con una de las armas preferidas del PP: la de “la mayoría silenciosa”. Tú dices que puedes conseguir 30.000 firmas a favor de estos argumentos. Pues si la ciudadanía de Vitoria-Gasteiz somos ahora mismo unos 300.000, ¿qué conclusión se puede extraer de lo que piensan los 275.000 que no los van a secundar? Una de las cosas que está queriendo hacer Gora Gasteiz! es crear un canal para que se escuche la voz de esas miles de personas que hasta el momento no han tenido forma de expresar que no se sentían identificadas con discursos de confrontación, y que lo que quieren es una ciudad plural. Una ciudad que tiene en su haber haber sido pionera en cosas como dedicar el 0,7% a cooperación internacional, en la legalización de las parejas de hecho,... Pretendemos ofrecer una vía para demostrar que no, que en mi nombre no. Que cuando dice yo digo lo que la población está pensando, en absoluto está hablando por todos.
¿Temen que esta campaña esté dañando la imagen de Gasteiz y la convivencia real en el día a día?
- E.P.: No creo que quede esa imagen que ahora mismo, por desgracia, está en muchos medios de comunicación. Creo que podemos darle la vuelta y hacer que de puertas afuera se vea la imagen real. Sin embargo sí creo que esa imagen ha podido cambiar para algunas personas de origen magrebí que consideraban Gasteiz como una ciudad tranquila y de repente, tras estar en las portadas sin haberlo pedido protagonizando un debate que no querían, pueden estar viviéndola como una ciudad más agresiva. Porque ya pasa eso de que les insulten, de que estén tomando un café y alguien les diga que eso sale de sus impuestos, que la facturas se las paga él... Así que la convivencia real no, pero sí creo que puede haber situaciones concretas de conflicto grave, y por eso creo firmemente que es una irresponsabilidad abrir la caja que ha abierto el alcalde. Más cuando no hay razón.
- R.A.: Lo cierto es que el racismo era hasta hace poco intolerable en la ciudad. Nadie se atrevía a hacer un comentario de este tipo por la calle. Sin embargo el clima que se está generando hace que personas más intolerantes se estén sintiendo legitimadas para protagonizar acciones que antes no se hubieran atrevido a llevar a cabo, incluso a defender que hay algunos que tendrían que marcharse de aquí. Un ejemplo es lo que pasó recientemente a través de whatsapp cuando corrió por la red la factura de un cobro con nombres y apellidos. ¿Qué hace que una persona acceda a cometer una vulneración del derecho a la privacidad de datos como esa y que tú accedas a difundir entre tus contactos un recibo de la Caja Laboral que ni siquiera sabes si es verdadero o no, sabiendo que eso sí constituye una vulneración de los derechos del afectado? ¿Cómo te conviertes en cómplice de ese acto deleznable? Ahora parece que están legitimados comportamientos xenófobos que nunca debieron estarlo.
¿Como la agresión racista que hace un mes se produjo en un centro cívico de El Pilar?
- R.A.: Como ése, como el del chófer que prohibió subir al autobús a una mujer sólo por su velo... A CEAR [la Comisión de Ayuda al Refugiado] están llegando personas de origen magrebí que han trabajado toda su vida y que están desesperados porque ahora no lo encuentran. Te dicen ¿tú crees que yo quiero cobrar una ayuda, tener que ir al comedor social y estar mano sobre mano? Y se te cae el alma. Pensar eso no tiene ni pies ni cabeza.
-E.P.: Es vital que nadie se crea en el derecho de hacer juicios de valor como ese no quieren trabajar. Cuando estás acusando de determinadas actitudes a un colectivo sólo en función de su origen, eso tiene un nombre clarísimo. Vivimos en la situación de crisis en la que vivimos y las prestaciones son un derecho, igual que la Sanidad o la prestación por desempleo, que además están protegidas en su acceso por unos filtros durísimos, que ahora parece que caen del cielo y no es así. De hecho, a nivel estatal, la vasca es la legislación que mayor tiempo de empadronamiento exige para acceder a las RGI sólo a la par de la de Melilla. Ni más ni menos.
¿Qué les parece la propuesta con la que el Ayuntamiento propone reformar la Ley de Garantía de ingresos?
- E.P.: Horrorosa. Indignante.
- R.A.: Sí, pero también hace que veamos su cara. Cuando dices que vas a restringir el acceso a quienes no puedan demostrar un empadronamiento de diez años y sacas de ahí a las amas de casa, está claro a quién quieres excluir. Los lemas tan vetados de primero los de aquí, tan caducos e inapropiados, se están aplicando sin disimulo en este discurso y evidencian qué tipo de política quiere hacer.
- E.P.: Es un camino directo al recorte de derechos constante. Es un suma y sigue que en este caso afecta a estas personas y en los demás nos afecta a otras. Pero todo forma parte de una misma estrategia global de empobrecimiento selectivo.
Y ante esta situación, ¿qué se puede hacer? Por de pronto piden a la ciudadanía que no se deje ‘embarrar’.
- R.A.: Sí. La verdad es que en Gora Gasteiz! coincidimos en que la ciudadanía es más lista que todo esto. Sí que es cierto que en un primer momento ha habido un punto de calentamiento, de conflicto incipiente. Pero la ciudadanía piensa, reflexiona y de hecho Gora Gasteiz! nace porque desde diferentes focos de la ciudad iban surgiendo respuestas a este debate que pretendían alzar su voz para decir eso: no nos vamos a dejar controlar y queremos otro modelo de ciudad muy distinto del que usted defiende. Por eso queremos sumar al mayor número de personas a las iniciativas que vayamos impulsando: charlas, carreras... Lo que sea que sirva para evidenciar que hay otra forma de entender Vitoria. De plantarse y decir yo así no.
- E.P.: La idea es que la gente se implique en la medida de sus posibilidades. No que eche una firma y ya está. Decimos que hay que colorear Vitoria para evidenciar que existe esa ciudad plural y viva. Y para eso, animamos a todos a coger la brocha.
- R.A.: Está bien ser green, pero ésta es una ciudad policromática. Llena del color que le dan las personas que vienen de diferentes orígenes y culturas, orientación sexual, religión,...
- E.P.: Por eso ahora vamos a seguir socializando el manifiesto fundacional. Llegando a todos los rinconcitos y acogiendo a las muchísimas personas que afortunadamente están queriendo sumarse a esta iniciativa. Y el 18 de abril, esperamos que Gasteiz viva un día grande que sea el ejemplo de la ciudad que queremos.
¿Que es cuál? ¿Qué mensaje resumiría el alma de Gora Gasteiz!?
- R.A: Pues ése, que Gora Gasteiz! Que hay que apostar por un modelo de ciudad de la que sentirse orgullosos y que es la hora de hacer algo para que no nos arrebaten ese orgullo de ciudad heterogénea y rica; la ocasión que tiene esa mayoría silenciosa de abandonar esa pasividad para que nadie la aproveche a su favor, de que nos blindemos contra esos mensajes que nos hacen tanto daño.
- E.P.: Claro. Es que cuando hablamos de sentirnos orgullosos de la ciudad en la que vivimos, todos estamos pensando en cosas muy parecidas: solidaridad, justicia social, convivencia... Pongámonos pues a trabajar para blindar ese modelo y reivindiquemos que queremos seguir así: conviviendo en paz y dentro de una ciudad de mil colores.