gasteiz siempre ha sido una ciudad que invita a correr, tanto por su fisonomía verde como por el tirón de grandes atletas locales como Martín Fiz, pero de un tiempo a esta parte el running atraviesa por una época especialmente dorada en la ciudad. Son las 10.30 horas de una gris, fresca y lluviosa mañana de noviembre y varios valientes corretean alrededor del parque de El Prado, un punto de reunión clásico para los atletas aficionados y federados de Gasteiz. El lugar donde siempre ha entrenado, precisamente, el campeón del mundo y de Europa de maratón. Poco importan las condiciones climatológicas, el día de la semana o la hora que sea porque las pistas de este pequeño pulmón verde de la capital siempre tienen a alguien que las recorra. Las siluetas que decoran la fachada exterior del café Prado, otro emblema del parque, recuerdan a cualquiera que se acerque a esta zona su especial relación con el atletismo.
Con sus 707 metros de extensión, El Prado cuenta con varios puntos de referencia que sirven a los atletas para saber cuánta distancia van recorriendo durante su esfuerzo y, así, adaptarse a sus exigencias, ya sean competitivas o no. Porque el running no sólo es un deporte, sino una expresión más de lo que supone llevar una vida saludable, un excelente hábito para sentirse mejor que cada vez es practicado por un mayor número de mujeres.
Alberto Suso prepara estos días la media maratón de Vitoria, que se disputará el próximo 21 de diciembre con récord de participación, y es uno de esos vecinos que se han enganchado al atletismo recientemente. Lo hizo hace dos años, cansado por los contratiempos que le generaba el baloncesto, el deporte que practicó durante su primera juventud. “Antes jugaba a basket, pero tenía lesiones en los tobillos y las rodillas y terminaba por no hacer nada. Correr es menos agresivo”, justifica el joven.
Vecino de la calle Gorbea, Suso se acerca al Prado para correr habitualmente pero también elige el Anillo Verde de la ciudad, exitosamente recuperado, para completar “tiradas más largas”. Abetxuko, Gobeo, Zabalgana, Armentia, Olárizu... Quien no corre en Vitoria es porque no quiere. “Lo bueno de El Prado es que está muy céntrico, no pilla lejos de nada, tienes parking cerca y duchas. Además es el punto de encuentro de todo el mundo”, enumera.
la ‘tercera casa’ Si El Prado es la segunda casa para tantos atletas vitorianos, la tienda Running Fiz abierta a unos pocos pasos del parque podría calificarse como su tercera morada. Marc Hurtado, encargado del negocio abierto hace un año por Martín Fiz, corrobora también el impulso que esta práctica ha tenido en la ciudad en unos pocos años. “Hemos notado que en los dos o tres últimos años la gente que viene a correr al Prado ha aumentado el doble”, advierte desde su experiencia también de runner. “Ha habido un cambio de mentalidad y ahora practica gente a la que antes ni se le pasaba por la cabeza ponerse unas zapatillas”, asegura.
Al margen de comercializar todo tipo de material pensado y diseñado para correr, Running Fiz también fomenta la práctica de este deporte mediante grupos de iniciación y avanzados, pensados para todos los públicos. Sus integrantes, algo más de 100 personas, salen a correr por el Prado todos los martes, jueves y sábados. “Para los que empiezan, buscamos esa parte más divertida y amena. No el rendimiento, sino pasarlo bien y dar unas bases para seguir corriendo en un futuro”, explica Hurtado.
Gracias a este cambio de chip que ha convertido al running en algo más que un deporte competitivo, la horquilla de aficionados comprende a jóvenes desde los 15 años hasta muchos señores de más de 60. “Y muchas chicas”, certifica Hurtado, para quien la “comodidad” de Vitoria es un plus para entender esta realidad. “Igual es la ciudad mejor preparada para correr. Si no es en El Prado, tienes Armentia y si no, Olarizu. Más que un deporte, ahora es más un hábito de vida saludable”, insiste.
Eduardo Sánchez Quintela, atleta federado, se da un pequeño respiro después de completar una rápida carrera por El Prado, su punto habitual de entrenamiento, y echa la vista atrás para recordar su primera relación con este deporte. “Empecé con la bici de montaña y esto me picó cuando me hice bombero. Me enganché y ya llevo 21 años corriendo”, recuerda Sánchez, desde “el sitio de reunión de todo el mundo, desde siempre”. Y todo ello a pesar de las difíciles condiciones meteorológicas que suelen acompañar a Gasteiz por estas fechas. “En verano y en otoño se está muy bien, pero el invierno es duro y aquí suele haber bastantes charcos”, explica.
Actualmente, este atleta se encuentra inmerso en la preparación del campeonato de España de veteranos en la especialidad de 800 metros, aunque también ha realizado “alguna rallada” de 20 kilómetros a través del Prado. “Es fácil calcularlo, porque hasta la parada de autobús son 400 metros, hasta la farola 1.000...”, enumera, señalando las distintas referencias.
También recién completado su entrenamiento, Iban Rodríguez, del club La Blanca, certifica como muchos de sus colegas el auge que la práctica del running ha tenido en Gasteiz con el tiempo. “Se nota que hay mucha más gente, sobre todo chicas. No todo el mundo corre para competir, sino para estar bien y ponerse en forma”, certifica. En su caso, acude a este “punto de referencia para todos, desde la elite hasta los populares”, para preparar la próxima media maratón. Aunque Rodríguez lleva corriendo desde que tenía 25 años, primero comenzó con el triatlón y ahora se ha volcado en el atletismo puro y duro. “En Vitoria somos unos privilegiados para poder practicarlo”, justifica.