vitoria - Son cifras escalofriantes, reflejo de un fenómeno cruel, el de la violencia de género, que no se detiene, que en muchas ocasiones aboca a tomar medidas a posteriori. Según informó ayer el Departamento vasco de Seguridad, el número de mujeres maltratadas que vive con alguna medida de protección sigue siendo similar a la del año pasado y asciende a nada más y nada menos que 4.765. De ésas, 636 residen en Álava, 2.512 en Bizkaia y las 1.617 restantes en Gipuzkoa.
Desde el año 2000, la Ertzaintza tiene reglados sus procedimientos de actuación para prevenir y hacer frente al maltrato hacia las mujeres. Los protocolos actuales se pusieron en marcha en 2006. Entre ellos destaca el sistema de evaluación de riesgos que se elaboró conjuntamente con la Universidad del País Vasco, una acción considerada pionera en Europa. Este procedimiento de medición del riesgo ha sido revisado y mejorado en varias ocasiones, la última en 2013. Así, cada vez que se detecta un nuevo caso, la Ertzaintza procede a su registro informático en un expediente de violencia de género. Desde ese momento, con independencia del nivel de riesgo asociado a la víctima, e incluso de la posible resolución judicial del caso, la Ertzaintza pasa a prestar protección activa a la víctima.
La primera medida de seguridad común a todas las víctimas es la formación en autoprotección, que incluye dentro de una sesión personal la emisión de un vídeo y la entrega de un folleto informativo. A esa primera acción sigue una supervisión con contacto telefónico de forma periódica. Bortxa es un servicio de telefonía de urgencia que la Ertzaintza ofrece a mujeres maltratadas. Se trata de un terminal con un enlace directo para caso de emergencia con el centro de coordinación de la Policía autonómica y con la comisaría que lleva su caso. Además, permite el acceso ágil al teléfono 900 840 111 del servicio de atención 24 horas del Gobierno Vasco a mujeres víctimas de maltrato o agresiones sexuales. También dispone de una activación de alarma con localización GPS, entre otras funciones. Hoy en día hay 1.013 terminales en funcionamiento: 171 en Álava, 465 en Bizkaia y 377 en Gipuzkoa.
El catálogo de medidas incluye diversas tareas de vigilancia que pueden llegar en los expedientes más graves a la escolta personal, que ahora se extiende a 34 mujeres: cinco en Alava, 14 en Bizkaia, y 15 en Gipuzkoa. En ciertos casos, por orden judicial, se asigna al agresor una pulsera electrónica para asegurar el cumplimiento de la orden de alejamiento. .En la actualidad hay activados 31 dispositivos de ese clase: dos en Alava, 21 en Bizkaia y 8 en Gipuzkoa. - E.P./DNA