vitoria - No existen los finales de cuento para las amenazas de desahucio, pero Miguel y su familia respiran ya mucho más tranquilos. Tras dos años marcados por el terror de verse en la calle, han conseguido salir del pozo “y vislumbran un rayo de esperanza”. Se lo deben al trabajo incansable de Kaleratzeak Stop Araba. Gracias a la plataforma, ayer a las nueve de la mañana este hombre firmaba una dación en pago con la Caixa y obtenía a cambio un alquiler social. Es la segunda vez que sucede algo así y la fórmula sabe a éxito. La entidad financiera se ha quedado con la casa para saldar una tremnenda deuda de 256.000 euros, pero deja que el afectado, su mujer y dos hijos continúen en ella a cambio de 230 euros al mes, IBI y gastos de comunidad incluidos, con un contrato de cuatro años prorrogable.

“No es la solución perfecta, pero sí la mejor, y nos da alas para iniciar esa pelea con Alokabide, que obliga a sus arrendados a pagar el impuesto”, subrayaron desde el colectivo. La lucha nunca cesa, aunque ayer se tomara unos minutos para brindar por la nueva vida de Miguel. Ha sido difícil redibujar su futuro. Este trabajador llegado de Colombia se acercó a la asociación en 2012, cuando “ya no podía pagar” y la Caixa se negaba a realizar la dación en pago si la Diputación y la Seguridad Social no levantaban los embargos. Su pecado había sido ser un autónomo que compró un piso sin ascensor por 250.000 euros en plena burbuja y luego fue golpeado por la crisis. - J.S.