vitoria - El pasado 10 de junio el Gobierno Vasco anunciaba que su futura Ley de Adicciones incluiría una restricción para prohibir el uso del cigarrillo electrónico en bares, restaurantes y resto de espacios públicos cerrados. La nueva legislación no ha entrado todavía en vigor, y de hecho no será hasta finales de este año o, probablemente, a principios de 2015 cuando arranque su tramitación en el Parlamento Vasco, si bien la norma estará en principio lista para ser enviada a la Cámara autonómica el mes que viene. Además, el vapeo se restringirá en centros de salud y ambulatorios, hospitales, colegios, institutos, medios de transporte públicos y en todos los locales de la Administración de la Comunidad Autónoma Vasca (CAV).

En junio ya entró en vigor la ley general para la defensa de consumidores y usuarios, que regula a nivel europeo el uso y publicidad de los cigarrillos electrónicos. Aprobada en marzo, modificaba la actual ley antitabaco y detallaba los lugares donde se prohibirá el uso de los cigarrillos electrónicos, así como su publicidad y definición, tras un acuerdo impulsado por el Ministerio de Sanidad para que las comunidades cogieran el guante.

últimos golpes Con todo, el último gran mazazo recibido por el e-cigarrillo llegó el 26 de agosto, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) endureció su batalla contra este producto instando a los gobiernos a ser más estrictos en sus legislaciones. Con todo ello, el futuro de este consumible, de consecuencias más o menos perjudiciales en función del experto y el informe que se consulte, se anticipa realmente intrincado.

Y es que el muro levantado es tan alto hoy en día que esto provocará que, salvo contadas excepciones, las pocas tiendas especializadas que se mantienen a flote en la actualidad en el conjunto de Euskadi acaben enterradas apenas un año y medio después de inaugurarse con unas perspectivas de futuro que, por un motivo u otro, no han cristalizado como sus impulsores esperaban. Eran otros tiempos. - D.O.