vitoria - La plaza de Santa María inicia el fin de su hibernación. Oculta al mundo desde hace diez años por una cubierta prefabricada al servicio de las obras de la Catedral Vieja, saldrá ya a la luz y lo hará para entrar en el quirófano. El Ayuntamiento de Vitoria acaba de adjudicar la esperada reforma de este espacio a la empresa Opacua por un total de 856.299 euros, una cuantía que permitirá dotarlo de uso y atractivo con mucho más que una puesta a punto. La transformación arrancará en diciembre y durará seis meses.
El proyecto contempla un espacio principal con un único plano con ligera inclinación, una escalera de transición con el cantón de San Marcos al sur y una rampa lateral al este que permitirá el acceso a la parroquia. La plaza contará con seis moreras en el lado sur unidas a la escalinata y un banco corrido que permitirá la contemplación de la Catedral. El pavimento se revestirá de granito gris, y con granito negro se dibujará en el suelo las trazas de la primitiva iglesia, sus edificios y el pozo. El elemento más llamativo será, no obstante, la fuente ornamental que sustituirá a la actual. Situada en el centro del espacio y con un diámetro de diez metros, estará formada por varios surtidores con leds y una chapa de acero corten totalmente enrasada con el pavimento y estará concebida como un laberinto que lleva a conocer la historia del entorno con varios dibujos y frases descriptivas espaciadas según periodos formando una espiral. - J.S.