gasteiz - Las negociaciones iniciadas por el diputado general para dotar a Álava de Presupuestos en 2015 cuentan sus reuniones por fracasos. Después de que el resto de grupos haya dejado claro a Javier de Andrés que sus opciones de pactar las Cuentas con ellos son entre cero y ninguna, la única carta que le queda por jugar al PP, la búsqueda de un acuerdo con el PNV, va camino ahora mismo de acabar con un agur de los jeltzales.
El portavoz de su grupo juntero, Ramiro González, aseguró ayer que, si bien no cierra la puerta a reeditar el pacto presupuestario del pasado curso, el apretón de manos está actualmente más lejos que cerca por dos motivos. Primero, la ausencia del plan de empleo acordado en las Cuentas de 2014, que el Ejecutivo popular no ha puesto en marcha y que tampoco parece que vaya a salir adelante en estos dos meses, ni siquiera aprovechando el excedente de recaudación anunciado por De Andrés y cifrado en 14 millones de euros.
Dejando a un lado un plan de empleo que piden sea “inmediato”, el apretón de manos también se antoja complicado porque, a tenor de las cifras facilitadas ayer por el PNV en rueda de prensa, la ejecución de las partidas negociadas hace ahora un año dista mucho de haberse completado en estos diez meses. De hecho, los datos, recién salidos del propio Departamento foral de Hacienda, evidencian, según Ramiro González, que “la ejecución presupuestaria se desarrolla de una forma tremendamente lenta, no sé si por incapacidad o porque no quieren cumplir el acuerdo”.
Así, de la partida de 3.461.416 euros dedicada a innovación y mejora de la competitividad de las empresas alavesas, la Diputación apenas ha ejecutado hasta ahora un 2,43%. Del programa de comercio y turismo, con un montante de 833.000 euros, Javier de Andrés ha gastado sólo un 32,89% del total. La dedicada a infraestructuras y suelo (9.030.000 euros) se encuentra todavía con un 51,68% de esa cifra ejecutada, y en la cuantía para deporte, 6.401.471 euros, el porcentaje se ha quedado por ahora en un 66,58%. Además, de los 943.000 euros para políticas de euskera, la Diputación sólo ha gastado un 38,41%, mientras que el gasto presupuestario establecido en infraestructuras culturales, 1.061.000 euros, se ha quedado según los últimos datos forales en un 53,47% de lo previsto.
Con todo, las conversaciones entre PP y PNV, que como desveló este periódico arrancaron con un primer encuentro nada fructífero el pasado martes, se prolongarán durante al menos las dos próximas semanas. Tanto en el round inicial entre De Andrés y los jeltzales como en el siguiente, el jueves con la socialista Cristina González -ayer le tocó el turno a Gorka Ortiz de Guinea, de EH Bildu, que ya había adelantado su negativa por la campaña xenófoba del PP contra los inmigrantes que cobran la RGI-, el diputado general conminó a sus interlocutores a responder con un sí o un no lo antes posible. La obsesión popular pasa por enterrar la negociación presupuestaria antes del 14 de noviembre, fecha límite para la presentación de las Cuentas, aunque el plazo para enmiendas -que es cuando el árbitro pita el final del partido- no acaba hasta el 8 de diciembre.
En este sentido, Ramiro González subrayó ayer hasta en dos ocasiones que los jeltzales no van a firmar un cheque en blanco. “No vamos a acordar un Presupuesto a cualquier precio ni pensando en lo que pueda suceder en otras instituciones. Sólo daremos nuestro apoyo si lo merece”, advirtió el candidato del PNV a diputado general antes de lamentar que De Andrés ni siquiera les haya trasladado aún un borrador de las Cuentas.
Lo que el PNV no aclaró ayer fue si, en caso de no alcanzar un acuerdo presupuestario, votarán en contra o se abstendrán, como hicieron en 2011 y 2012. En caso de abstenerse, el PP necesitaría que un segundo grupo también se abstuviera para sacar adelante su Presupuesto, y no parece que PSE y EH Bildu -EB sólo cuenta con dos junteras- lo vayan a hacer. Mientras en la Diputación no existe ni siquiera un tira y afloja, en el Ayuntamiento las conversaciones entre PNV y PP son algo diferentes. “Ahí al menos cuentan con un borrador, aunque tengo la sensación de que el PP tampoco tiene una voluntad real de llegar a un acuerdo “, concluyó González.