vitoria - El anticiclón procedente de Centroeuropa ha hecho de octubre de 2014 un mes climatológicamente memorable. Como un telón de acero con súper poderes, ese cúmulo de altas presiones ha frenado las primeras entradas de aire frío y borrascas típicas de estas fechas alargando la presencia del calor africano en Euskadi. Y el resultado ha sido el veroño, término con el que algunos han rebautizado la estación de las hojas caídas. Poca gente es capaz de recordar un tiempo tan apacible como constante en años anteriores por esta época porque, al menos desde que Euskalmet comenzó a registrar datos hace treinta cursos, jamás había sucedido. Especialmente en Álava. Nunca en este territorio histórico la temperatura media había sido tan alta dentro de las series que maneja la Agencia vasca de Meteorología y nunca había llovido tan poco en la última década.
“Lo característico del mes de octubre es que se alternen días de lluvia y frío con otros de calor y secos, que se produzcan cambios fuertes, pero esta vez la realidad ha sido muy distinta. Ha hecho un tiempo muy agradable y sin sobresaltos”, apuntilla Onintze Salazar, meteoróloga de Euskalmet. Los datos, sacados ayer mismo del horno, pulverizan unos cuantas marcas. En Vitoria, la temperatura media ha sido de 15,7 grados, “0,1 más que en 2006, última vez que se marcó récord, y muy por encima de la media climática, que es de 12,5 grados”. También llama la atención el volumen de lluvia registrado. Ha sido de 16 litros por metro cuadrado, “cuando lo habitual es que caigan unos 70”. Ampliando la vista a todo el territorio, el panorama es muy similar. Calculando el promedio entre máximas y mínimas, los valores se han situado tres grados por encima de lo normal. Y, en cuanto a las precipitaciones, han sido un 20% inferiores a la regla meteorológica.
El único récord que no ha conseguido este mes es el de protagonizar los días más calurosos de todos los octubres archivados. “No se han superado los valores extremos de 2006, más propios de cuando se alternan los frentes fríos con termómetros muy altos, pero como calor continuado, persistente y seco, con menos variaciones entre máximas y mínimas, ha batido todas las marcas”, subraya Salazar. No parece, además, que estos dos últimos días de octubre vayan a desbaratar el balance final. El ojo que todo lo ve de Euskalmet promete más de lo mismo hoy y mañana. Otra cosa ya es lo que pase en noviembre. Por ahora, el fin de semana se anuncia con ligeros cambios, protagonizados por una pequeña bajada de temperatura este sábado y la entrada de algo de inestabilidad el domingo.
Parece que será a partir de entonces cuando al fin aterrice el otoño en todo su esplendor, aunque la Agencia vasca de Meteorología no es de las que realiza predicciones a tres o cuatro días. “Este lunes veíamos un sábado con precipitaciones y 17 grados de máxima, y ahora vaticinamos 23 grados y sin agua”, ejemplifica Salazar. Ahora bien, como noviembre se comporte como lo que suele ser habitual en él, el contraste va a resultar brutal. Los datos de Euskalmet dan frío sólo de leerlos. En Vitoria, la temperatura media es de ocho grados. Y el nivel de precipitaciones se sitúa en 90 litros por metro cuadrado. Lo normal, además, es que haya diez días de agua, uno de nieve y seis de heladas. “Es el mes más lluvioso de todo el año, aunque no el más helador, pues en diciembre la media es de 5,6 grados y en enero de 4,7. Pero es lógico el cambio respecto a los 12,5 típicos de octubre y sus 70 litros. Las noches son cada vez más cortas, el enfriamiento mayor y no hay tiempo suficiente para que durante el día suba el termómetro”, explica la mujer del tiempo.
embalses sin problemas A la espera de lo que pueda suceder, al menos el atípico retraso en la ruptura del estiaje no ha puesto en peligro las reservas de agua en las cuencas de Euskadi. Ya se había encargado de surtirlas el húmedo verano. La Agencia Vasca del Agua, URA, informó ayer de que, aunque hay diferencia respecto a ejercicios pasados, todas ellas están en un nivel “que no hace temer por su capacidad” para garantizar a corto plazo el abastecimiento en los principales sistemas urbanos del País Vasco. “Es decir, los valores de embalse que tenemos son completamente normales para esta fecha”, subrayó. Aun así, el organismo recordó a la población y resto de usuarios la conveniencia de adoptar patrones responsables de consumo. Una recomendación “válida no solo en momentos de lluvias escasas”.