Vitoria es la capital de Euskadi, la sede común de las instituciones vascas y por ello, de momento, cobra un canon de cinco millones al año. La transformación que Gasteiz ha logrado desde la transición es abismal. “Vitoria ha sido la ciudad vasca con más crecimiento urbano entre 1980 y 2010”, apunta Joseba Juaristi, catedrádico de la UPV y autor del estudio Vitoria-Gasteiz: la transformación de una capital autonómica (1980-2010). El investigador concluye que este cambio radical es fruto, entre otros factores, de su nombramiento como capital de la comunidad autónoma. Una decisión que, en líneas generales, ha beneficiado a Gasteiz desde el punto de vista urbanístico, industrial y del empleo. Pero que, sin embargo, la ciudad no ha sabido aprovechar a la hora de crear grandes proyectos culturales -recordar que los dos auditorios proyectados se quedaron en papel mojado- o nuevas insfraestructuras de transporte -salvo el tranvía-. “Vitoria puede reclamar por ley su derecho a que se localicen en la ciudad las sedes comunes de las instituciones: Gobierno Vasco, Parlamento Vasco, Lehendakaritza, Ajuria Enea (residencia del lehendakari), pero es más difícil reclamar que los nuevos equipamientos o infraestructuras comunes y centrales se ubiquen en Gasteiz, ya que el carácter foral de los territorios impedirá las políticas de concentración y centralización”, puntualiza Juaristi.
Tras un minucioso estudio, el autor llega a la conclusión de que gracias a su condición de capital, Vitoria ha mejorado su tejido industrial, infraestructuras, atención sanitaria y oferta universitaria, amén de potenciar la euskaldunización de su población.
Conocida por sus estándares urbanísticos y calidad de vida basada en el medio ambiente y en la diversidad social y cultural, Juaristi asegura que, desde el punto de vista económico, la ciudad también ha crecido más que otras zonas de antigua industrialización de Euskadi y que la capitalidad contribuyó en este periodo, antes de la actual crisis, a aumentar el empleo y a modernizar el sistema productivo de la ciudad. “Las políticas autonómicas han ayudado a esta modernización y cambio de imagen”, reseña.
Asimismo, su condición de capital vasca ha influido en el modelo expansivo de crecimiento urbano de estas tres décadas debido, por un lado, a la disponibilidad de abundante suelo y, por otro, al predominio de la gestión pública de la vivienda, con la construcción de más pisos de protección oficial que en Bilbao o Donostia, que han propiciado el nacimiento de nuevos barrios como Lakua, Salburua y Zabalgana. Al mismo tiempo, Juaristi destaca que Gasteiz no ha apostado por innovar demasiado en la reforma de la ciudad, desde el punto de vista cultural o del transporte.
Por otra parte, los costes de movilidad son altos, ya que más de doce mil empleados se trasladan diariamente desde otros municipios para trabajar en las sedes de las instituciones radicadas en Vitoria: Gobierno Vasco, UPV, Parlamento etc. Y aun así, su capacidad de representación es inferior a la de Donostia o Bilbao, pese a ser la capital de Euskadi debido, en parte, a su condición de ciudad interior, pero también a que es la capital de una comunidad autónoma “no-unitaria” en el sentido político, “una diferencia fundamental del País Vasco respecto a otras comunidades autónomas”, subraya el autor del estudio, ya que “el carácter foral de los territorios impide las políticas de concentración y centralidad”.
Publicado en la revista Estudios Geográficos del Centro Superior de Investigaciones Científicas, el artículo de Juaristi analiza el crecimiento de Vitoria tras la aprobación del Estatuto de Autonomía. A lo largo de esta etapa, la capital alavesa experimentó una serie de transformaciones, unas consecuencia de su capital administrativa y otras debidas a factores propios derivados del estado de las autonomías. La consecuencia de todo ello es una nueva imagen de la ciudad, ligada al crecimiento urbano, reflejada incluso en el nombre, que pasa de Vitoria a Vitoria-Gasteiz, la nueva marca que rompe con la imagen anterior de urbe provinciana.
Movilidad laboral. Una de las conclusiones a las que llega el estudio del catedrático de la UPV Joseba Juaristi es que la instalación en Gasteiz de algunas sedes de las instituciones vascas produjo un crecimiento del empleo en el sector público -antes de la crisis-. El autor cifra en doce mil el número de personas que a diario llegan de fuera para trabajar en el Gobierno Vasco, Lehendakaritza, Parlamento Vasco etc., muchos de ellos procedentes de otros territorios vecinos.