Vitoria. El alcalde de Vitoria, Javier Maroto (PP), ha asegurado hoy que los datos aportados ayer por el Gobierno Vasco sobre la Renta de Garantía de Ingresos (RGI) dejan claro que el consejero de Empleo y Políticas Sociales, Juan María Aburto, tiene "una bomba de relojería entre las manos" y necesita abordar reformas.

El Departamento de Aburto hizo públicos ayer, a través de una respuesta parlamentaria dirigida al PP, datos relacionados con los cobros de estas prestaciones, según los cuales, el 47,5 % de las 65.337 personas que perciben RGI en Euskadi y no son pensionistas no han nacido en España.

En una comparecencia de prensa, al alcalde de Vitoria se ha centrado en las estadísticas que afectan a la ciudad, en la que 8.025 personas perciben alguna de las ayudas que gestiona Lanbide, de los cuales el 60 % son extranjeros.

Las cifras revelan, a su juicio, la necesidad de una "revisión integral" del sistema para hacerlo "más eficaz y solidario", tal y como reclama su partido con el impulso de una Iniciativa Legislativa Popular."No hay más ciego que el que no quiere ver. No falla el que acude a la ventanilla de Lanbide, sino la norma", ha subrayado Maroto, quien ha denunciado la "terrible venda en los ojos" que han mantenido los responsables públicos de Euskadi en relación a esta materia.

Ha destacado que es la primera vez que "el Gobierno ha tenido que descubrir un pastel" que deja al descubierto que Aburto "debe asumir que tiene una bomba de relojería entre las manos".Ha subrayado que los datos relativos a Vitoria ponen de manifiesto que se han hecho acusaciones "duras e injustas" contra él y que tampoco tiene sentido la denuncia ante la Fiscalía presentada por SOS Racismo por sus declaraciones en las que aseguraba que las mayoría de los magrebíes viven de las ayudas sociales en la ciudad.

Maroto ha recordado que la estadística revela que el 94,5 % de los argelinos y el 81,5 % de los marroquíes residentes en Vitoria cobran la RGI. Por ello, ha pedido una disculpa pública a SOS Racismo, así como a todos los que criticaron sus palabras con "adjetivos injustos".

"Ayudas sí, abusos no, sea quien sea el que abusa. Hay argelinos, marroquíes, suecos, franceses o de Barbados que tienen todo el derecho a recibir prestaciones y hay nacionales con ocho apellidos vascos que realizan abusos y no tienen mi apoyo por muy nacionales que sean", ha señalado.

En cuanto a la cronificación, ha considerado que es "evidente" que hay perceptores que llevan más de tres años cobrando estas ayudas, aunque el Gobierno Vasco sólo cuenta con datos relativos a los tres años que lleva gestionando las prestaciones.También ha denunciado que el consejero no le ha facilitado el dato del número de perceptores que han cotizado antes a la Seguridad Social, al tiempo que ha llamado la atención sobre el hecho de que el 11,5 % de los beneficiarios son inmigrantes irregulares quienes, "en la práctica consiguen una RGI vitalicia porque no pueden firmar un contrato de trabajo".

Maroto ha explicado que su propuesta de que este colectivo no pueda acceder a la RGI no implica que "haya que extraerlos y que se genere una dificultad humanitaria importante", sino que se debe reflexionar sobre si es factible mantener un sistema de empleo en el que "el 11,5 % de los perceptores no pueden trabajar porque la ley lo impide"."¿No habrá que establecer otros sistemas de integración social y laboral u otros que permitan a esas personas la dignidad que se merecen como seres humanos?", ha preguntado.

Tras anunciar que pedirá información adicional al consejero en el Parlamento Vasco, ha puesto como modelo a seguir en Euskadi el de países como Escandinavia, Suecia o Dinamarca en los que para acceder al sistemas de ayudas social hay que acreditar residencia legal o habitual.

Tras su comparecencia, la concejal socialista Maite Berrocal le ha acusado de ser "la punta de lanza del PP contra" el Estado de Bienestar. Además, ha adelantado que su grupo va a proponer una comisión de investigación en el consistorio sobre la existencia o no de fraude en las ayudas sociales municipales, ya que Maroto "se niega a dar un sólo dato" sobre esta materia.Por su parte, Antxon Belakortu (Bildu) ha considerado que el alcalde "retuerce los datos" ofrecidos por el Departamento de Aburto y pide otros "que le vengan mejor para su discurso racista y xenófobo".