Dulantzi - La violencia machista parece haberse convertido en un fenómeno cotidiano que sólo si acaba en muerte anima a la movilización, pero la localidad alavesa de Dulantzi ha demostrado una sensibilidad especial, ayudada seguramente por el compañerismo vecinal que todavía se respira en los pueblos, a través de una declaración institucional y una concentración que denuncian el caso sucedido el pasado lunes.

En un Pleno extraordinario, el Ayuntamiento de Dulantzi ha mostrado su “más absoluta repulsa y condena” ante el caso de violencia de género vivido el pasado lunes, cuando un vecino de 63 años fue detenido tras golpear a su compañera sentimental. Fue la propia mujer quien alertó a la Ertzaintza de que acababa de ser maltratada por su pareja en casa. La víctima presentaba una herida en la cabeza cuando los policías se personaron en la vivienda, por lo que tuvo que ser evacuada al Hospital de Txagorritxu.

La Corporación mostró en la declaración institucional su “más absoluta repulsa y condena a la violencia machista, en todas sus dimensiones, tanto psicológica, sexual, simbólica, social, económica y física”, además de su rechazo “a cualquier acto que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento a las mujeres por el hecho de serlo y lesione o sea susceptible de lesionar su dignidad, integridad o libertad”.

Asimismo, advirtió de que una agresión física “no es fruto de un enfado ni de ninguna circunstancia especial o extraordinaria, sino de la desigualdad de mujeres y hombres”. Así pues, el Ayuntamiento de Dulantzi se comprometió a colaborar en la erradicación de la lacra mediante la puesta en marcha de “actividades de sensibilización a la ciudadanía”, y trabajando “por el cambio de valores con la juventud”.

El Pleno solicitó a la ciudadanía “que colabore y nos acompañe tanto en la repulsa de estos actos, como en el camino hacia la igualdad y respecto de mujeres y hombre”. Un llamamiento que tuvo su primera respuesta en la calle, con una concentración en la que participó medio centenar de personas, tanto miembros del Ayuntamiento como vecinos de la localidad. El acto, de cinco minutos de duración, transcurrió en absoluto silencio, que tan sólo fue roto por los aplausos que pusieron final a la concentración.