Gasteiz - Las acusaciones vertidas por el alcalde, Javier Maroto, contra parte de la población inmigrante de Vitoria todavía traen cola cuando ya ha transcurrido una semana desde que las realizó. El primer edil, que afirmó en una entrevista radiofónica que los argelinos y marroquíes que llegan a la ciudad “viven principalmente de las ayudas sociales y no tienen ningún interés en trabajar o integrarse”, se ha topado en los últimos días con la censura de toda la oposición municipal, que literalmente le dio la espalda durante el último Pleno, y con una denuncia de SOS Racismo ante la Fiscalía por “incitar al odio”. Sólo sus compañeros en el Partido Popular han cerrado filas en torno al discurso xenófobo del alcalde, como ayer volvió a hacer el diputado general, Javier de Andrés. Al mismo tiempo, los trabajadores del servicio de Inserción Social también se han visto obligados a tomar cartas en el asunto. Y todo ello pese a la “expresa prohibición” recibida desde sus “jerarquías” de hacer públicas las opiniones que tengan sobre este asunto a través de “medios propios del Ayuntamiento”.
Un escrito firmado por los empleados del área dependiente del Departamento municipal de Asuntos Sociales y puesto a disposición de los grupos políticos del Consistorio lanza también durísimas acusaciones contra el alcalde por el incendio provocado en torno a la inmigración, un episodio que por desgracia no es nuevo. Los profesionales, que con esta declaración pretenden mostrar públicamente su “indignación y desacuerdo” con lo acontecido, censuran la “irresponsabilidad” de las afirmaciones realizadas por Maroto, así como el lenguaje utilizado en esta ocasión, “altamente denigrante además de incendiario”. El escrito fue redactado el mismo miércoles 16, pero no ha sido hasta esta semana cuando ha comenzado a tener difusión.
“Como profesionales al servicio del Ayuntamiento y, por ende, al de la ciudadanía de Vitoria, nos avergonzamos de este tipo de discursos en los que tanto nuestro trabajo como nuestro criterio profesional en orden a la convivencia se ven sometidos a la presión de tener que salir de nuestro quehacer para desmentir los errores y las distorsiones hechas intencionadamente por aquel que nos representa”, asegura la declaración, a la que ha tenido acceso DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.
Los empleados municipales apelan también al conjunto de los representantes políticos para “poner coto” a “la propagación de prejuicios y estereotipos fundamentados en información sesgada y que obedece a fines electoralistas”. “Las acusaciones expresadas suponen una falta de respeto a las personas residentes de esta ciudad por considerarlas carentes de otro juicio y opinión que no sea el suyo y a los profesionales de este servicio por obviar su conocimiento especializado en la materia que se trata”, advierten, antes de solicitar a todos los grupos políticos “honestidad, dignidad y respeto” a la hora de representar a la ciudad.
No es la primera vez, además, que el alcalde hace alarde de su escaso aprecio a parte del colectivo de inmigrantes. Ya en la anterior campaña a las elecciones locales, Maroto enarboló la bandera de la oposición a una mezquita que una asociación paquistaní quería abrir en Zaramaga.
El año pasado la polémica surgió cuando propuso una ordenanza específica para kebabs, bazares y locutorios, establecimientos regentados mayoritariamente por extranjeros, alarmado por las a su juicio sospechosas actividades que se desarrollan en los mismos o por sus condiciones higiénico sanitarias. Muy sonada fue también su denuncia sobre el presunto gusto de los inmigrantes por gastarse las ayudas sociales en zapatillas de Prada.
De Andrés le respalda Mientras las críticas hacia la actitud del alcalde se suceden -lógicamente tampoco faltan las alabanzas-, el diputado general de Álava, Javier de Andrés, echó ayer un poco más de leña a este apestoso fuego al ser cuestionado por la polémica tras el Consejo foral de Diputados. El mandatario popular mostró su respaldo a Maroto y aseguró también que hay “un sector de los inmigrantes que no se está integrando, sino que está utilizando el sistema para acomodarse, sin contribuir”. En declaraciones recogidas por la agencia Europa Press, el diputado general también consideró que, “si lo que se quiere es la integración de los inmigrantes, no se está acertando en la política de inmigración”.
“Yo respaldo la posición de Javier Maroto. Sé que es consciente, porque lo vive diariamente el asunto, y que presta el apoyo social a estos inmigrantes y yo lo he hablado muchas veces con él”, manifestó De Andrés, que apeló a “resolver” la política de integración con los inmigrantes porque “ha errado”. “No se están integrando, hay un sector de los inmigrantes que no se está integrando, sino que está utilizando el sistema para acomodarse, sin contribuir, sin participar, sin proceder a la integración, que es lo que todos queremos y deseamos”, insistió de Andrés, que apeló de nuevo a “corregir” estas supuestas disfunciones. “El peor error que podemos hacer es cerrar los ojos, creer que es racista cualquier modificación de la política que se está siguiendo en materia de atención social de inmigrantes”, zanjó.
El primer edil comenzó el incendio con esta reflexión lanzada durante una entrevista radiofónica el pasado 16 de julio.
Ayer, tras el Consejo de Diputados, su compañero en el PP respaldó al alcalde asegurando que “se está errando en el proceso de integración” de los inmigrantes.