laguardia - Que en Rioja Alavesa hay una conciencia clara de que se dan hechos diferenciadores entre los distintos riojas es algo bien conocido. Por eso, aunque existe un nombre común, el que parte de la DOC Rioja, desde el territorio histórico se quieren dar nuevos pasos que pongan en valor de mercado las singularidades de la comarca y de sus caldos. Ese sentir se ha recogido en el Gobierno Vasco y desde hace meses se trabaja en la recopilación reglamentaria de todos los aspectos que pueden influir en el desarrollo de una zona para Rioja Alavesa dentro de la Denominación de Origen Calificada Rioja. El plan aspira a que para el mes de septiembre se puedan tener unos resultados para poder compartirlos con el sector y para poder recoger sus aportaciones. “Esto tiene que servir para aportar valor a nuestro sector y a las bodegas alavesas. Evidentemente, todo lo que se haga tiene que estar consensuado con los agentes que están trabajando”, explica a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA el viceconsejero de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria del Ejecutivo autonómico, Bittor Oroz.
Una vez elaborado un documento que sirva de punto de partida, la idea pasa por presentarlo a todos los estamentos implicados para recabar sus opiniones. Se pretende trabajar con viticultores, sindicatos, asociaciones, bodegas pequeñas y bodegas grandes para intentar hacer una apuesta lo más participativa posible con el fin de completar un texto antes de llevarlo, o de promover que vaya, al Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada (DOC) Rioja.
En ningún momento se ha planteado el salir o romper la Denominación, como se ha afirmado desde otros ámbitos. Lo que se pretende es que las bodegas de Rioja Alavesa tengan un mayor valor añadido. Y es que, como coinciden todos los integrantes de este sector en la comarca, las bodegas alavesas tienen unas producciones de altísima calidad, que están muy bien posicionadas en el mercado. “Para que eso siga siendo así, y para que vaya aumentando en el futuro, una definición de zona es buena”, apunta Oroz.
Para que no haya dudas sobre el particular, el viceconsejero de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria enfatiza que “nosotros no hemos venido a romper nada, ni a perjudicar a nadie. Sólo hemos venido a posicionar mejor a nuestras bodegas, a que tengan mayor valor, a que puedan vender con mejores márgenes y a que puedan encontrar mejores nichos de mercado. Pensamos que para eso es importante buscar esa denominación o definición de zona que, estando siempre dentro del paraguas Rioja nos aporte un valor. Ése es el único objetivo”.
Pese al discurso cauto elaborado desde Lakua sobre la posibilidad de aportar valor añadido a los caldos alaveses mediante su identificación con una zona dentro de la DOC Rioja, desde la presidencia del Consejo Regulador, que es el órgano que rige el destino de los vinos amparados con la citada marca, se trata de relativizar la intención alavesa. De hecho, explican que el tema de la subzona Rioja Alavesa es algo que está marcado en la Denominación. Es decir, que ya existe. Por ello recuerdan que hay un procedimiento para poder poner en la etiqueta la mención tanto de Rioja Alavesa, como de Rioja Alta o de Rioja Baja -las tres subzonas actuales de la DOC- y que se puede hacer siempre que el vino proceda de la subzona correspondiente. “Eso es así desde hace muchos años, aunque no se está utilizando mucho, lo cual me parece una pena, pero es que hay bodegas que lo usan y otras que no”, afirma el presidente del Consejo Regulador, Luis Alberto Lecea. De acuerdo con la normativa actual, las bodegas que sólo elaboran uva de su subzona, pueden embotellar su vino con la etiqueta correspondiente. Y los que hacen vino de su subzona y de Rioja en general pueden hacer la trazabilidad de las bayas, elaborando en depósito y calificando aparte la uva de principio a final. De esa manera también podrán señalar en sus botellas la procedencia de una subzona concreta de las tres posibles.
Pero a la espera de los contenidos que pueda plantear la estrategia de zona frente a la existente de subzona, de momento desde Logroño, sede de las instituciones de los vinos Rioja se relativiza la polémica. “Las palabras se pueden cambiar”, afirma Lecea en referencia a las intenciones de trabajo trazadas desde el Gobierno Vasco.
De momento lo que hay en el ámbito Rioja son tres subzonas. Luego existen entidades menores que son los pueblos y el reglamento permite poner la procedencia de la uva siempre y cuando se demuestre la procedencia de la uva y su trazabilidad.
Cambios de reglamento En otro orden de cosas, el presidente del Consejo Regulador ha señalado que no entiende el malestar que sienten las organizaciones integradas en la COAG -ENHE, UAGR y la Unión Agroganadera de Álava (UAGA)- por los cambios acometidos en el reglamento de la Interprofesional del Vino Rioja y que estos días pasados criticaban de forma conjunta porque “resta representatividad a las organizaciones”.
Lecea recuerda que la Interprofesional se creó hace diez años y en la actualidad su composición coincide con la del Consejo Regulador. Es decir, son las mismas personas. Está integrada por todas las asociaciones pertenecientes a la DOC y tiene una representación por comercialización y por hectáreas. Cada asociación está representada por sus hectáreas y cada asociación de bodegas está representada por su comercialización.
“En cada momento nos enfadamos unas u otras asociaciones. No sé por qué la COAG está enfadada realmente. Hubo unos cambios en los estatutos y lo que se ha hecho es solucionar determinados problemas que no estaban contemplados en los anteriores estatutos”. Ponía como ejemplo que hasta la modificación de la Interprofesional se funcionaba con unos importantes bloqueos en los que el presidente podía quedarse indefinidamente. Actualmente, con los cambios, la Interprofesional se renueva automáticamente, quiera o no quiera una organización o el propio presidente. El presidente no se podrá quedar, porque lo será el vocal más antiguo. El otro cambio que ha sido criticado por las organizaciones ha sido que en la toma de decisiones las abstenciones no computan.
Las abstenciones, hasta ahora, eran como un voto negativo. Tras la reforma se mantiene la misma mayoría que antes, el 75% de los asistentes, pero las abstenciones no computan. Cualquiera tiene la opción de votar si o votar no, pero el que se abstiene no computa.