Este apoyo se enmarca en los programas de acción social de la Obra Social de Caja Vital y, concretamente, en dos de sus líneas principales de actuación: la formación de los jóvenes y adolescentes y la atención a las personas con necesidades sociales. Gracias a este convenio, la Fundación Jeiki está llevando a cabo durante estos doce meses diferentes actividades de carácter asistencial y social dentro de sus diferentes programas. Entre otras iniciativas, esta colaboración hace posible el mantenimiento del programa Hazgarri, un proyecto integral de prevención e intervención dirigido a jóvenes de entre 14 y 21 años, a sus familiares y a los agentes sociales del ámbito escolar y comunitario. Busca, de esta manera, favorecer al desarrollo de los adolescentes como personas sanas y autónomas, así como ayudar a las personas de su entorno a contribuir en este proceso. En su apuesta por la atención a los afectados por esta problemática en primera persona, en este caso, los jóvenes y adolescentes alaveses, Hazgarri atendió en 2013 a 185 personas de las que un 75,7% eran hombres y un 24,2% mujeres. Cabe destacar que un 35,9% de los chicos y un 51,5% de las chicas atendidas en las más de 1.200 sesiones llevadas a cabo eran en ese momento menores de edad. Por otro lado, los padres y madres de este colectivo suponen el segundo de los públicos a los que van dirigidas estas actuaciones. A lo largo del año pasado, por ejemplo, fueron atendidas 97 familias, quienes participaron en 570 intervenciones. Según su propio testimonio, un 50,8% de estas personas acudieron al programa debido a las dificultades en la relación con sus hijos e hijas mientras que un 42,6% de estas visitas se debió al conocimiento del consumo de drogas por parte de estos. Entre los 124 nuevos casos recibidos durante el pasado ejercicio, se da la circunstancia que en 54 de ellos fueron los progenitores de la persona afectada quienes solicitaron la asistencia, en 42 situaciones el propio joven, en 21 otros profesionales mientras que en una única cita fue pedida por otro familiar del adolescente necesitado de atención. En tercer y último lugar, el programa Hazgarri está dirigido también a los agentes sociales a través de diferentes iniciativas de educación para la salud en los ámbitos escolar y comunitario. En el terreno escolar se desarrollaron en 2013 cerca de 50 reuniones de coordinación con el profesorado y los orientadores de los centros educativos, diferentes talleres de prevención de drogodependencias con el alumnado de secundaria y de resolución de conflictos con el de primaria, charlas informativas para padres y madres o diferentes acciones dentro del programa Gasteiztxo, actividades en las que han participado quince centros. El apoyo de la Obra Social de Caja Vital, permite a la Fundación Jeiki participar en las reuniones para la elaboración del plan local sobre adicciones y en la comisión de infancia y familia del Consejo Sectorial; realizar presentaciones del Programa Hazgarri en diferentes centros de salud y convocar reuniones de coordinación con los distintos agentes sociales implicados en el proceso de detección y prevención de las adicciones (trabajadoras sociales, técnicos de prevención, orientadores de centros escolares, etc.)Asimismo, la firma de este convenio permite destinar parte de los recursos al centro de acogida que la Fundación Jeiki abrió como puerta de entrada a otros programas de tratamiento ofrecidos por el colectivo a las personas afectadas por un problema de adicción, sus familiares y allegados. Durante el pasado año el centro atendió a 108 personas drogodependientes tanto en la fase valoración (primeras entrevistas para analizar la demanda) como en la de motivación (definición del itinerario de tratamiento y concreción de objetivos a trabajar). La Fundación Jeiki, constituida en 1987 por la Diócesis de Vitoria, Cáritas y la Fundación Molinuevo, es una entidad de carácter benéfico que trabaja en el ámbito de las drogodependencias y sus familias mediante programas de prevención, asistencia e inserción social. Gestiona, entre otros, el programa Hazgarri, y otros programas terapéutico?educativos, uno de ellos con una fase residencial para el tratamiento y la reinserción de personas drogodependientes.
