gasteiz - A principios de los noventa el Scattergories causó auténtico furor. La culpa de que este juego de mesa, basado en adivinar palabras sabiendo sólo la inicial, triunfara a diestro y siniestro la tuvo entre otras cosas un anuncio de televisión en el que un hombre, orgulloso como él solo, aguaba la fiesta al resto de participantes poniendo punto final al juego al grito de "es mi Scattergories y me lo llevo". Y todo porque no le aceptaban pulpo como animal de compañía. Esa capacidad para zanjar cualquier debate cuando las condiciones no son del gusto de uno pude entenderse en un hombre que no distingue un pulpo de un gato, pero resulta difícil de entender en un representante elegido democráticamente por los alaveses. Ayer, el diputado general, Javier de Andrés, optó sin embargo por emular al hombre del anuncio y llevarse su Scattergories lejos de las Juntas Generales, dejando al resto de jugadores con cara de asombro.
En lugar del juego de mesa, el Partido Popular decidió que la ponencia foral del catastro, un foro de reunión en el que organismos y asociaciones han aportado -e iban a aportar- su visión y proposiciones para la revisión del valor catastral de bienes inmuebles, no le hacía demasiada gracia. Así, en lugar de dar explicaciones y argumentar motivos, la Diputación alavesa ha decidido tirar de decretazo y presentar su propio proyecto de decreto foral sobre el catastro. Un movimiento curioso teniendo en cuenta que el objetivo de dicha ponencia conjunta entre todos los grupos forales era, precisamente, "la elaboración de este decreto con el mayor consenso posible y teniendo en cuenta las opiniones y aportaciones de diferentes colectivos", según recoge la nota de prensa conjunta que PNV, EH Bildu, PSE y EB publicaron ayer tras conocer el movimiento acometido por el diputado general. Una actitud "irrespetuosa y prepotente" que provocó la decisión de concluir la ponencia de golpe y porrazo. Según la oposición, "el PP ha despreciado y saboteado un trabajo" que contaba ya con varias aportaciones en días previos, como las del defensor vecinal de Vitoria, representantes de ayuntamientos como el de Laudio o la Unión de Empresarios de la Construcción de Álava (UNECA), a los que en las próximas semanas se iban a unir otras voces.
No ocurrirá. De Andrés no ha querido siquiera presentar el borrador de su propia propuesta en la ponencia, y en su lugar optó por publicarla el pasado lunes en el Boletín Oficial del Territorio Histórico de Álava (BOTHA) bajo firma del diputado de Hacienda, Aitor Uribesalgo. Ante esta tesitura, los cuatro grupos junteros en la oposición decidieron dar carpetazo a la ponencia y situar el foco en el PP de Álava como "único responsable de las consecuencias que se deriven" de la aprobación de las normas técnicas de valoración de los valores del suelo y construcciones para determinar el valor catastral de bienes inmuebles. Ya en febrero, la Diputación anunció que iba a iniciar dicha revisión, pero a tenor de esta decisión no parece muy dispuesta a aceptar consejo o aportación alguna al respecto que no venga de su propio partido.
roce y cariño El gesto unilateral de Javier de Andrés desdeñando "el trabajo que se está realizando en las Juntas Generales", según la oposición, no es sino el último ejemplo de la soledad y el autoritarismo en los que el Partido Popular ha basado su forma de gobierno desde que el diputado general accediera al sillón foral hace ahora tres años. Si realmente el roce hace el cariño, los grupos de la oposición en las Juntas Generales van camino de estrechar lazos a un ritmo sobresaliente. Obligados por la desidia del Ejecutivo foral a la hora de buscar cualquier tipo de acuerdo, el resto de fuerzas políticas lleva meses uniendo fuerzas para evidenciar la ausencia total de consenso que De Andrés ha hecho suya cual blasón.
La postura de gobierno del PP alavés parece haber encontrado sin embargo un punto de fuga en cuestiones en las que son conscientes de que su posición contracorriente ha acabado por costarles un buen puñado de votos, como refrendaron las pasadas elecciones europeas. Y es que tras la visita a las urnas del pasado 25 de mayo el diputado general ha limado -que no cambiado- ostensiblemente su discurso en temas como la central nuclear de Santa María de Garoña -"si hace falta un año para decidir si es segura o no lo mejor es que no se abra", aseguró tras haberse mostrado antes contrario a su cierre- o el aeropuerto de Foronda, donde pasó de subrayar que no era necesario recuperar el Puesto de Inspección Fronteriza a matizar que, donde dijo digo, en realidad quería decir Diego.
Denuncia de las Juntas. Los cuatro grupos junteros en la oposición denunciaron la decisión "irrespetuosa y prepotente" del Partido Popular al "sabotear" la ponencia del catastro para presentar un decreto foral por su cuenta, publicado el lunes en el BOTHA.
Objetivo de la ponencia. Precisamente, el fin de dicha ponencia era "elaborar con el mayor consenso posible" un decreto foral entre todos los grupos con aportaciones de distintas asociaciones y organismos.