Gasteiz - La publicación de la lista de aprobados de la fase teórica de la OPE de Bomberos no ha enfriado los ánimos ni siquiera entre los aspirantes que ya se saben más cerca de la meta. "Da igual. Teníamos la esperanza de que se arreglaran todos los errores del examen y el tribunal se ha limitado a atender las quejas que más se repetían, las que formaban los montones más gordos. De ahí las trece preguntas anuladas", lamentaba ayer uno de los 412 candidatos, mientras encontraba su nombre en la relación de elegidos. Pocos minutos después, él y sus compañeros recibían una nueva sorpresa. Más errores. Esta vez, a cuenta de las correcciones del examen de oficios, parte de esta primera etapa junto con la prueba específica de bomberos. Se habían puntuado como equivocadas aquellas cuestiones que los postulantes habían dejado en blanco. "Todas y a todos", desvelaban los afectados, más hartos que sorprendidos, conscientes de que el número de aprobados había dejado de ser real.

El nuevo plazo abierto hasta el 4 de junio para que los opositores puedan impugnar promete otra ola de protestas. Los candidatos tendrán que recurrir ahora las correcciones del examen de oficios y muchos de ellos piensan aprovechar esta segunda oportunidad para volver a poner encima de la mesa aquellas preguntas de la fase teórica que el tribunal no ha anulado y que, a su juicio, se sustentan en importantes errores de los propios manuales de estudio. "¿Por ejemplo? Materiales que conducen el calor. Una página decía una cosa y una tabla otra diferente. Por eso pensábamos que no entrarían en las pruebas, pero sí lo hicieron", explicaron varios candidatos. A su juicio, esos detalles deberían de haberse tenido más en cuenta porque presentan un conflicto mayor que las faltas de ortografía, como la de aquella famosa cuestión que llamaba calle Zurrupitela a Zurrupitieta. "Se han anulado preguntas en las que el error era obvio y no influía especialmente en la respuesta, perjudicando así a quienes las contestaron y beneficiando al que iba más justito", insistieron los aspirantes, convencidos de que si sus quejas no se atendieron la primera vez ha sido porque "no eran de las más repetidas". Una circunstancia que ellos atribuyen a que "sólo las personas que preparan concienzudamente las pruebas se dan cuenta de ese tipo de defectos".

La polémica ha salpicado también al examen psicotécnico, otro posible desatino que los sindicatos están estudiando. De la noche a la mañana, se modificaron la estructura y los criterios de puntuación. La prueba pasó a constar de tres partes en vez de cuatro -expresión verbal, razonamiento lógico y visión espacial-, obligando al opositor a aprobar sí o sí cada uno de ellos para poder tener una valoración general. Las medias a partir de la nota de cada área no valían. Por ese motivo, "alrededor del 80% de los candidatos ha tenido un cero". Eso supone que ya tienen cinco puntos menos del total que contempla la OPE de Bomberos. "No es justo y la única posibilidad que tenemos es acudir al contencioso, por lo que la respuesta no llegaría hasta dentro de mucho tiempo", apostillaron algunos afectados.

A la espera de la nueva respuesta del tribunal, varios opositores se han puesto a ensayar las pruebas físicas que se celebrarán del 16 al 20 de junio ante la sospecha de que también pueden presentar conflictos. "Hasta el 9 no darán las instrucciones, otra vez a falta de una semana para el examen, y quién sabe si habrá sorpresas. Así que mejor adelantarse". Por ahora, ya han remitido a los responsables algunas de las inquietudes que les están suscitando los ejercicios exigidos.

Un fallo tras otro. La polémica arranca tras el examen teórico, el pasado 17 en el Iradier Arena. Sin apenas tiempo para recurrir, los opositores presentan 1.400 impugnaciones. Este jueves, el tribunal desvela que ha anulado 13 preguntas, de las 332 que componen la prueba. Pese a los cambios, cada bloque sigue puntuando como lo fijaron las bases. Ayer se conoce el número de aprobados, pero se desvela que también ha habido errores en las correcciones de las preguntas en blanco. Vuelven las impugnaciones.