Vitoria - Primero tuvo que devolver el dinero cobrado de más a los propietarios de viviendas vacías en el recibo de las basuras y ahora un millón de euros a los empresarios por la subida del IAE. Otro varapalo a la política fiscal del PP que ayer provocó críticas en cascada en el Ayuntamiento. El PNV solicitó la comparecencia urgente del concejal de Hacienda para que explique por qué el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha anulado dos de los artículos de la ordenanza fiscal pactada por PP y EH Bildu, y pidió a ambas formaciones que decidan de qué partida van a retraer el dinero que hay que devolver. El PSE exigió directamente la dimisión de Manu Uriarte y que el Ayuntamiento acuerde con el SEA el menor importe a pagar. Y para EH Bildu, el único responsable de los sucedido es el alcalde por aplicar de forma incorrecta los cambios de normativa aprobados.

El primer artículo que anula el TSJPV señala que quedan exentos del impuesto "los sujetos pasivos que tengan un volumen de operaciones inferior a 1,1 millones de euros". El segundo afecta al cambio del callejero de la ciudad que aprobó el PP en 2012, para incrementar la recaudación, Esta modificación ha provocado que a muchas industrias de Jundiz, Ali, Gamarra o Betoño se les haya disparado el recibo del Impuesto de Actividades Económicas hasta un 20% en mitad de la crisis. La patronal alavesa, molesta con esta decisión, decidió emprender la vía judicial al considerar el cambio perjudicial para el sector empresarial, y ahora los tribunales le han dado la razón. Como consecuencia, el Ayuntamiento se ve obligado a devolver algo más de un millón de euros ya recaudados a 368 empresas. De momento, el gabinete de Maroto no ha aclarado si va a recurrir la sentencia o devolver el dinero porque ha pedido una aclaración del fallo que ahora estudia, ya que considera que hay aspectos contradictorios.

Aunque la sentencia judicial se refiere únicamente al IAE, lo cierto es que la modificación del callejero repercute en los contribuyentes aumentando la factura de otros impuestos, como la tasa de veladores o de vados, que ya provocó en su día la ira de los vecinos de los nuevos barrios, tras comprobar cómo el coste de la placa que prohíbe el paso a sus garajes se equiparaba al de los pisos del centro de la ciudad. - R. Rz. de G.