agurain - Mientras todavía colea la externalización del servicio de gestión de tributos contratada a finales del pasado año por el Gobierno municipal de Agurain, el Ayuntamiento de esta localidad alavesa, gobernada por EH Bildu, se enfrenta ahora a una segunda polémica también con la subcontratación de un servicio municipal, en este caso el servicio de Arquitectura, como protagonista. Los gastos derivados de la contratación del estudio liderado por el arquitecto Raimundo Ray Mendiburu en octubre de 2011 han provocado la indignación de la oposición por lo que consideran contrataciones "casi obsesivas" y "a dedo", según criticó recientemente el PNV en una nota, que han provocado gastos que superan los 200.000 euros por distintos trabajos.

De esta cantidad, 79.752 euros corresponden al texto refundido del Plan General de Ordenación Urbana, cuya contratación sembró la polémica en el Consistorio durante varios meses por las puntuaciones otorgadas a los distintos candidatos, llegando a requerir la intervención de los servicios jurídicos de la Cuadrilla de Salvatierra. Además, el mismo estudio se hizo en octubre de 2011 con el servicio de asesoramiento para el Ayuntamiento de Agurain (35.210 euros) y otro contrato sellado tras un procedimiento negociado que se rectificó hasta en tres ocasiones para adaptarlo y allanar el camino a la contratación de este arquitecto en detrimento de otras ofertas, según denunció el grupo jeltzale.

A los citados 79.752 euros del texto refundido se sumó el pasado mes de febrero un segundo y nuevo contrato de 21.000 euros por el proyecto de derribo y descontaminación de la fábrica de curtidos. Antes, a lo largo de los dos últimos años el Ejecutivo local de Agurain, con la alcaldesa Maider García de Vicuña (EH Bildu) al frente, desembolsó los 35.210 euros en el servicio de asesoría y más de 40.000 euros en otros trabajos, algunos cerrados fuera del contrato de asesoramiento.

La polémica por los gastos abonados a este arquitecto donostiarra viene de lejos en realidad, aunque han vuelto a saltar a la palestra por el hecho de que se le haya adjudicado la elaboración del citado texto del Plan General de Ordenación Urbana por más de 70.000 euros cuando, sin ir más lejos, otra empresa ofertaba realizarlo por 61.647 euros, además de que la propia Cuadrilla de Agurain o la Diputación Foral de Álava ofrecen servicios de arquitectura a los pueblos alaveses por costes menos elevados -incluso gratuito- que cualquier firma privada.

Tras contratar los servicios de asesoría de este profesional de la arquitectura, en 2011 se le adjudicó un contrato de 70.000 euros a través de un procedimiento que levantó ampollas. En primera instancia, el Ayuntamiento de Agurain invitó a tres estudios de arquitectura a que se postularan para el contrato. Uno vizcaíno, que declinó la oferta para optar a la asesoría. Otro guipuzcoano, que ni siquiera contestó, y el de Raimundo Mendiburu, con sede en Donostia. Sin embargo, este último no cumplía los requisitos en lo que a las cláusulas relacionadas con el euskera se refiere, por lo que el decreto se rectificó tres veces hasta que el 28 de mayo de 2012 se procedió a su firma. Curiosamente, cada una de las tres veces en las que el decreto se modificó, el Consistorio invitaba de nuevo a las dos mismas empresas que ya lo habían rechazado la primera vez.

informes jurídicos Casi tres años después de aquello, el parto para la adjudicación del texto refundido del Plan de Ordenación Urbana también ha sido especialmente largo, incluidos dos informes distintos de los servicios jurídicos de la Cuadrilla de Salvatierra intentando aportar algo de luz a la polémica contratación, en la que entre otras cosas se penalizaba realizar el trabajo por un importe menor del presupuestado en la licitación o se favorecía "a los arquitectos frente a otros profesionales con capacitación para realizar esos trabajos".

Según consta en uno de los informe jurídicos a los que ha tenido acceso este periódico, la Cuadrilla de Salvatierra instó al Ayuntamiento de Agurain a anular diversas cláusulas y le tiraba de las orejas por penalizar las ofertas que hacían el trabajo por un coste menor para las arcas públicas. "No tiene justificación", concluyen los servicios jurídicos. Finalmente, el estudio de Ray Mendiburu se hizo con el contrato en detrimento de Murua Arquitectos.

Ante la polémica surgida, el propio Mendiburu envió recientemente un escrito de seis páginas al Consistorio de Agurain en el que detallaba los trabajos que había realizado como muestra de que el gasto desembolsado por el Ayuntamiento de EH Bildu estaba plenamente justificado. Un texto en el que acusaba a la oposición municipal de "intentar desprestigiar" su actividad profesional y en el que aseguraba que esta situación "puede incidir negativamente en el trabajo" que realiza para Agurain y que "puede afectar a una adecuada gestión de los intereses generales del conjunto de la ciudadanía" de esta localidad alavesa.