gasteiz - Han pasado ya cuatro años y medio desde que la Plataforma 25 de noviembre, integrada por varios colectivos feministas y sindicatos de Vitoria, puso sobre la mesa el llamado Mapa de la Ciudad Prohibida, una radiografía que recopiló gran parte de los puntos negros dispersos por la capital alavesa por su potencial riesgo o inseguridad para las mujeres. Pasos subterráneos, espacios poco transitados, escaleras, aceras estrechas, cuestas... Esos lugares que incluso a plena luz del día pueden llegar a convertirse en una trampa.
El mapa, armado gracias a la colaboración de decenas de vecinas de la ciudad, que aportaron sus propias fotografías, señaló a Aranbizkarra, Zaramaga, Txagorritxu, el Casco Viejo o San Martín como algunos de los barrios más peligrosos por su escasa iluminación. El plano apuntó también a los alrededores de las vías del tren, la principal barrera arquitectónica de Vitoria, al campus universitario, al parque de Arriaga, al entorno de Las Conchas o a algunas zonas del Este, como Santa Lucía. Lo mismo sucedió con los pasos subterráneos que unen ambos lados del ferrocarril. La plataforma concluyó que la señalización de esos puntos negros sobre el mapa iba más allá de meras sensaciones subjetivas, ya que fueron muchas las mujeres que pusieron nombre y apellido a lo peligroso y, además, coincidieron. "Hay percepciones comunes a nosotras sobre los lugares en los que no nos sentimos cómodas ni tranquilas", aseguraron entonces desde la plataforma.
La posterior creación de una mesa técnica de trabajo en el Ayuntamiento para trabajar en la erradicación de estos puntos negros, de la que emanó un Diagnóstico de Seguridad Local, no ha evitado que, todavía a día de hoy, muchos lugares de la ciudad sigan siendo prohibidos para las mujeres. Esos espacios peligrosos persisten, tal y como recordó ayer en comisión el grupo municipal del PNV, que arrancó el compromiso del Consistorio de consensuar nuevas actuaciones con la Plataforma 25 de noviembre para avanzar hacia su plena eliminación.
Lo hizo a través de un ruego al concejal de Igualdad, Iñaki García Calvo, en el que el grupo jeltzale solicitó iniciar un proceso de consulta con los colectivos feministas para determinar las actuaciones concretas a realizar durante el presente ejercicio y, así, "dar soluciones concretas para evitar zonas inseguras y las consiguientes situaciones de riesgo". García Calvo aceptó la propuesta realizada por la edil Blanca Guinea, que fue la encargada de ponerla sobre el tapete. "Dicen que Vitoria es una ciudad muy segura, pero desde la perspectiva de género hay que tener en cuenta también esa percepción del miedo y de la inseguridad", advirtió la representante jeltzale en declaraciones a este periódico.
El último ejemplo de ello ha sido la memoria de la Policía Local de 2013, cuyas conclusiones han hecho hincapié en el progresivo descenso de la delincuencia en Gasteiz y sobre todo se han centrado en los robos con fuerza, los más habituales en la ciudad. "Tenemos la suerte de vivir en un municipio en el que es posible salir de casa sin temor a nada, en cualquier zona, a cualquier edad y en cualquier hora del día", llegó a afirmar el concejal responsable de Seguridad Ciudadana, Alfredo Iturricha. Un análisis que, evidentemente, todavía no comparte un buen número de vecinas de la capital alavesa. El acuerdo presupuestario alcanzado por PP y PNV en el Ayuntamiento incorporó a las Cuentas municipales de este 2014 una partida de 40.000 euros destinada a eliminar los puntos peligrosos para la seguridad de las mujeres en distintos rincones de la ciudad. Y será ésta, precisamente, la cantidad a la que el Consistorio gasteiztarra y los colectivos feministas deberán sacar chispas este año.
reunión próxima García Calvo se comprometió a reunirse con ellos próximamente para iniciar el proceso participativo y, a partir de ahí, acordar en qué puntos debe actuarse prioritariamente. "Ojalá se les invite a participar y que se mejore el entendimiento con estos colectivos y los mecanismos de participación ciudadana", anheló Blanca Guinea.
El año pasado, el Consistorio también contó con una partida de 40.000 euros en sus Cuentas con la que pudieron llevarse a cabo varias actuaciones en materia de iluminación de zonas sensibles. La edil jeltzale va incluso más allá de lo que pueda mejorarse este año en favor de la seguridad de las mujeres. Guinea mira también al futuro Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), todavía en fase participativa, que a su juicio "debe tener en cuenta esa perspectiva de género".