en una semana en la que la capital alavesa ha visto cómo sus habitantes la dejaban casi casi abandonada, la cerveza ha demostrado que es una afición que goza de muy buena salud en Gasteiz, incluso en esta semana rara plagada de festivos. La apertura de nuevos locales dedicados a esta bebida y la consolidación de muchos otros vienen a confirmar lo que muchos ya sabían: que Vitoria es cervecera. La tienda Birrak abría sus puertas hace unos días en la calle Ramiro de Maeztu 1 y aunque el dueño, Aitor Moreno, reconoce que estos días entre festivos son raros ("es que no se termina de arrancar del todo"), también afirma que de momento no se puede quejar de la acogida. "Tenemos cervezas artesanas, de importación, diferentes? Le damos mucha importancia a las cervezas de aquí? ¡y también a las de allí!". Aseguraba Aitor acompañado de su pareja, Iratxe Ruiz de Gordoa y Santos Moreno, su padre. "Yo he venido aquí a hacer unas chapucillas", aseguraba Santos. Y en eso se quedaron.
Pero en otros muchos puntos de la capital se disfrutaba esta semana de la cerveza, y buena muestra ello era la afluencia de clientes en el The Pikas in Flandes, en la calle Flandes 12 (¡¡dónde si no!!). Entre grifos y botellines de cerveza se movían Iñigo Otsoa de Etxaguen y el dueño, Mikel Sagardui, que apenas paraban de servir cervezas claro, la marca distintiva de la casa. "Abrimos el bar en septiembre", comenta Mikel, y no hace falta preguntarle cómo va el local? Y si no que se lo pregunten a la clientela como Beñat Domas y Yeray Hernando, que tecleaban en su ordenador en una mesa mientras bebían unas pintas.
En ello andaban también Tibal Alberdi, Eneko Garay, Ander Sola, Haritz Casabal ("Con hache ¿eh? ¡con hache!") e Ibon Fernández, que posaban encantados con las copas y los vasos ya medio vacíos. Igual de encantados se les veía con sus cervezas a la cuadrilla formada por Rober Ogueta, Mirian Estévez, Iñigo Barredo, María García y Javier Enrique. Y, es que, precisamente cuadrillas de amantes de la cerveza era lo que más abundaba en el bar. Cerveza para todos, para todos los gustos... y en Vitoria.
