Oion/Llodio - Una llovizna, ligera e intermitente, se mezcló con ratos de un fuerte sol, pero ni lo uno ni lo otro fue capaz de desanimar a los numerosos oioneses que salieron ayer por las calles de la villa para disfrutar del programa festivo, entre otras cosas, porque en la jornada había dos protagonistas indiscutibles, los niños y jóvenes del grupo de danzas Irule y la tradicional caracolada. Esos fueron los principales acontecimientos, que pusieron punto y final a los actos que se han desarrollado por numerosos lugares de Rioja Alavesa, aunque mañana será la ikastola de Lapuebla de Labarca, la anfitriona este año del Araba Euskaraz, quien celebre la tamborrada que no se pudo llevar a cabo por estar el centro en vacaciones.
Así, durante el fin de semana hubo retretas y tamborradas en Oion, Labastida, Laguardia y Elciego, en este último caso con el añadido de un recital de zarzuela que se celebró en la parroquia y que registró un lleno total. Entre todos los municipios, Oion destacó. Fue la localidad donde se llevó a cabo la tamborrada más multitudinaria en la tarde del domingo. La concentración, que organiza la AMPA San Bizente Ikastola, comenzó a las siete con la primera retreta y tras la tercera, a las siete y media, se celebró la XXII tamborrada con un recorrido desde el paseo de Los Fueros, avenida de Navarra, calle Estíbaliz, paseo del Río Grande, calle Felipe IV, calle Diputación, calle Martín de Beratúa, plaza San Vicente, plaza Mayor, calle Mayor y paseo de Los Fueros. Fue muy seguida por numerosos público.
Cerrando el programa de fiestas, ayer lunes las actividades se concentraron en la plaza Mayor, aunque la charanga PK2 hizo un amplio pasacalles avisando a los vecinos de que la localidad estaba en fiestas y que en el centro se estaban preparando los primeros caracoles del año. Y así era. En el espacio habitual de las degustaciones se había instalado la gigantesca cacerola en la que se preparan los guisos municipales en un fuego de leña. Y casi de inmediato el lugar quedó cercado por numerosos personas ávidas de conocer los secretos de una buena caracolada, que no son otros "que buenos productos, paciencia y unos vasos de vino fresquito para los cocineros", como explicaba uno de ellos.
Aunque se había reservado el frontón Toki Alai en el caso de que lloviera con intensidad, los cocineros se las arreglaron con dos cenadores plegables, aunque casi no hizo falta utilizarlos. Primero se preparó la fritada, con paciencia, moviendo la mezcla con un largo cucharón de madera, y posteriormente se echaron los caracoles que se habían llevado en varios cubos grandes. Después solo hubo que esperar, dando vueltas al guiso, hasta que estuvo en su punto, circunstancia que ocurrió sobre las dos y media de la tarde. A pesar de que mucha gente sabía que ésa sería la hora del reparto, desde la una y media de la tarde ya se formó la fila para esperar.
Pero la espera tenía premio y ése era la actuación del grupo de danzas Irule antes de que La Orquestina pusiera música de boleros a la degustación de caracoles. Los jóvenes dantzaris comenzaron con un breve aurresku y, posteriormente, se combinaron con los más pequeños para interpretar algunas de las danzas tradicionales de la zona, mientras un ejercito de madres y padres fotografiaba a sus pequeños retoños.
Las fiestas de San Prudencio, en Oion, acabaron a última hora de la tarde, tras una verbena de La Orquestina y del inevitable toro de fuego omnipresente en todas las fiestas de esta localidad.
Valle de Ayala A San Prudencio sólo le dedica sus fiestas patronales en el Valle de Ayala, el municipio del mismo nombre, pero como santo alavés por excelencia que es también celebran estos días actos en su honor en el resto de municipios de la comarca. Así en Llodio, el programa que organiza desde hace casi dos décadas la sociedad cultural y gastronómica Rakatapla arrancó a las 10.00 horas del domingo en la Herriko Plaza, con el tradicional concurso gastronómico de caracoles en salsa y la degustación de raciones de este manjar al mediodía. A las 22.00 horas dio inicio la tamborrada, que transcurrió por las principales calles del centro urbano para culminar con el izado de la bandera desde el balcón de la Casa Consistorial y la retreta en la Herriko plaza. Ayer, a las 19.00 horas en la parroquia de San Pedro de Lamuza, la Eskolania ArteOn ofreció un concierto con las novedades que han estado preparando durante las últimas semanas, entre ellas, temas de las películas Sonrisas y Lágrimas y Los chicos del Coro, o del grupo Maldita Nerea.
De igual forma, Amurrio acogió en la plaza Juan Urrutia, la tamborrada en la que participaron la treintena de personas que han venido ensayando durante las últimas semanas, junto a la Fanfarre Betijai. También se pudo degustar la caracolada popular. Cada cazuelita se pudo comprar al precio de dos euros. Para esta fiesta, el Ayuntamiento ha destinado 2.860 euros.
Por su parte, una asociación cultural de Okondo organizó ayer a las 12.00 horas una misa en la ermita de San Prudencio de este municipio ayalés, seguida de un lunch ambientado con música para todas las personas que se acerquen al lugar.
En honor a la amatxu. San Prudencio es el patrón, pero la virgen de Estíbaliz tiene mucho que decir, porque es la patrona de los alaveses. Por eso, el próximo día 1 de mayo, el territorio histórico consagra la jornada en su honor. Con ello, el santuario de Nuestra Señora de Estíbaliz se teñirá de fiesta con un sinfín de actividades.
9.00 horas. XXI Concurso de pintura rápida al aire libre.
11.00 horas. XXII Concurso culinario con patata alavesa.
11.00 horas. Misa concelebrada en el santuario.
12.00 horas. Misa en el santuario con lengua de signos.
12.30 horas. XXII Campeonato de aurresku y baile al suelto.
12.30 horas. Exhibición de herri kirolak. Eliminatoria del campeonato individual, en categoría promesas, con la participación de aizkolaris de Álava. al
XI
El Santuario está situado a unos 8 kilómetros de Vitoria, en la cima de un empinado promontorio. Desde su atalaya, casi geográficamente en el centro de la Llanada Alavesa, se controla buena parte del territorio histórico, al menos, el comprendido entre la capital y las villas aledañas a Salvatierra. El conjunto arquitectónico data del siglo XI y es una verdadera joya del arte románico. En 1138 fue cedido a los monjes bernardos de Nájera que lo conservaron hasta el 1431 y lo vendieron a don Fernán Pérez de Ayala, hijo del famoso canciller del rey Enrique de Castilla, don Pedro López de Ayala.