Vitoria - El conflicto abierto en el sector de las ambulancias parecía haber entrado la semana pasada en vías de solución tras el acuerdo alcanzado por la patronal de Bizkaia y los sindicatos a propuesta del Consejo de Relaciones Laborales, el Preco. Un pacto que ha devuelto la estabilidad al transporte sanitario vizcaíno a través de un convenio trienal que, en líneas generales, contempla una rebaja salarial para la plantilla del 3% hasta junio de 2015, con una recuperación económica posterior, y que apuesta por mantener la ultraactividad hasta la negociación de uno nuevo.
La aceptación de este nuevo marco laboral provocó el fin de la huelga indefinida de las ambulancias de Bizkaia el pasado miércoles 9, pero dejó pendiente la resolución del contencioso en Álava, donde el centenar de trabajadores del sector ha aguardado estos últimos días a la posible traslación del acuerdo vizcaíno al territorio. La representación de los trabajadores alaveses, los sindicatos y la patronal se reunieron ayer en la sede territorial del propio Consejo de Relaciones Laborales para tratar de desbloquear el conflicto, pero tras el encuentro la fumata volvió a salir negra. La gerencia de la UTE Emerbask, que controla el transporte sanitario urgente de Álava y cuyos representantes hacen lo propio en Bizkaia aunque con sociedades diferentes, se negó a trasladar el nuevo convenio a Álava porque la situación de ambas provincias "es distinta" y su aplicación le supondría "pérdidas económicas". En Álava, en concreto, la situación es "más compleja" porque el transporte programado -el no urgente- depende de otra empresa distinta, mientras que en Bizkaia también está bajo su control.
Así lo refleja el acta de la reunión de ayer a la que ha tenido acceso este periódico, que también recoge la intención de la patronal de aplicar en Álava de forma unilateral el acuerdo extraestatutario de SAMU S.L. -integrada en la UTE- y que contempla una bajada salarial del 8%. En caso de ser aceptada esta propuesta, Emerbask se comprometería a abrir la mesa para la negociación de un convenio colectivo de ámbito provincial. Los trabajadores, que solicitaron que el convenio de Bizkaia se extendiese a Álava para alcanzar un acuerdo, rechazaron la propuesta de la patronal y decidieron mantener la huelga indefinida iniciada el pasado 10 de marzo.
La patronal del transporte sanitario no urgente, Larrialdiak, también tomó parte en esta reunión y mostró su voluntad de negociar un convenio de ámbito autonómico, la principal exigencia que ha mantenido la representación de los trabajadores a lo largo de este conflicto. La pasada semana, sus 50 trabajadores aceptaron un pacto de empresa que en principio devolverá la paz social también a este sector, aunque en la huelga actual sólo haya tomado parte una pequeña minoría de su plantilla.
En este complejo escenario, sólo los operarios del transporte sanitario urgente de Álava se han quedado colgados y a falta de una solución. Sus representantes se reunirán mañana con el grupo parlamentario de EH Bildu. Entretanto, acordaron también ayer volver a reunirse en el Preco con la patronal el próximo 7 de mayo para intentar desbloquear definitivamente el conflicto.
El conflicto. Los trabajadores de Bizkaia y Álava iniciaron el 10 de marzo una huelga indefinida -tras varios paros parciales- para reivindicar un convenio y en contra de la precarización de sus condiciones. Un mes después, sólo hay solución para el territorio vecino.
Convenio de Bizkaia. De carácter trienal, contempla una rebaja del 3% hasta junio de 2015, una recuperación posterior y ultaactividad. Los trabajadores alaveses piden que se aplique también aquí, pero la patronal se niega.